Resulta que es una película de la que no sabía absolutamente nada, y el día de su estreno me apetecía ir al cine y… me decanté por esta comedia.

Del director David Koepp. Esta película cuenta la historia de un simple dentista. El Doctor Pincus (Ricky Gervais) es la típica persona borde, antipática y egoísta, pero lo peor de todo es que aborrece a las personas y su compañía. Su vida cambia cuando durante una operación roza la muerte varios minutos… a partir de ahí nuestro «queridísimo» dentista será la única persona que vea a los numerosos muertos de Nueva York, y como consecuencia la única persona que puede ayudarles.
En esta parte de la historia es cuando aparece Frank (Greg Kinnear), que lo que intenta conseguir es que su viuda Gwen (Téa Leoni) deje al hombre con quien está a punto de casarse.

El argumento de esta película es muy típico… una persona borde, antipática y solitaria que por circunstancias de la vida cambia por completo en todo, su forma de pensar, sus prioridades, etc etc etc
Es una película que me ha entretenido, me ha hecho pasar un buen rato, es amena y agradable. Tiene puntos de humor que me han gustado mucho, como la conversación con el novio de Gwen en su casa, o la conversación con su compañero indio. Es una película ágil, no se hace pesada en ningún momento, e incluso llega a ser entrañable en las pequeñas historias de los muertos.

Pero en resumen es la típica comedia romántica bastante previsible pero divertida, de típico día que no se tiene nada que hacer y apetecen desconectar de todo un poco!!

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