David Norris (Matt Damon) aspira a ganar las elecciones para ser senador de Nueva York. Pero su temperamental carácter le pondrá las cosas difíciles llegando incluso a truncar su carrera. En un intento por recuperar su popularidad recita un soberbio discurso que le mostrará un brillante futuro al ganarse al público neoyorkino. Pero hay algo que le ha hecho cambiar de actitud a David, algo que le ha inspirado para dar tal sobrecogedor discurso y no es ni más ni menos que una mujer: Elise (Emily Blunt)
Emily es una bailarina de danza contemporánea que ha conseguido el corazón, la mente y la atención de David. Y será su segundo encuentro fortuito el que cimentará las bases de su relación. Pero unos hombres, al parecer agentes del destino, le darán una concisa y clara advertencia a Norris: no puede volver a ver a Emily. Si lo hace, las consecuencias serán nefastas.

El director George Nolfi (El Ultimátum de Bourne) debuta como guionista, y lo hace bien. Utilizando como base el relato de Philip K. Dick, consigue una buena película que deja buen sabor de boca. El tema principal es la incapacidad del ser humano para manejar su libertad, para convivir utilizando de forma adecuada el libre albedrío. Y para ayudarlo será el Director el que utilizará a sus “ángeles” para conseguir que los hombres no se desvíen de su destino.
Matt Damon nos demuestra de nuevo con su grandísima actuación que se ha ganado el nombre de actor. Plasma de forma increíble a un hombre que no sabe muy bien cómo debe actuar, pero que tiene muy claro que el camino a seguir es aquel que le dicta el corazón. Y debemos mencionar el papelón de Emily Blunt que consigue darle vida a la película y mejora la historia haciendo sentir al espectador cada uno de los sentimientos que encontramos en el film. Asímismo, debo hacer especial mención a los actores secundarios (Michael Kelly, Terence Stamp, John Slattery, Anthony Mackie… ) Están casi a la altura de los principales.
El guión me gustó, no es de los mejores, pero para ser un debut está muy logrado. Los diálogos son a veces algo escuetos pero en ningún momento se dice nada para rellenar, cosa que de forma ya preocupante encontramos en muchos films.
La música que nos acompaña esta vez es la de Thomas Newman, y es otro punto a favor que tiene el film. Me gustó algo menos la fotografía que ha quedado a cargo de John Toll (adiós pequeña adiós, Braveheart, Leyendas de Pasión…) y he de decir que normalmente me encanta su trabajo, es un fotógrafo espectacular pero no se esta vez no me ha convencido.
La trama de la película está bien encarrilada, no aburre y cuando se pierde la sorpresa de la originalidad tampoco duerme en maestría. Es una película de amor que gustará a los novios, podremos apuntarnos un punto cuando digamos a nuestra respectiva que esta vez la dejamos elegir a ella. Jeje!
En resumen, es una buena película que no defraudará ni siquiera si pasamos por las salas. Está bien hecha, y es original.

Puntuación;

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