Temporada de mundial, temporada de anime de fútbol. Durante estos meses vamos a poder gozar de una serie de animes que van a tener el balón de fútbol como protagonista. Ao Ashi ha sido el primero, y menuda adaptación. Blue Lock le va a seguir en esta temporada de invierno, y por lo que se ha podido leer tiene pinta que será todo un bombazo. Desde la última temporada de Haikyuu la gente de Productions IG no se lanzaba a hacer un anime deportivo y que mejor que coger la obra de Yūgo Kobayashi, que tan buena acogida está teniendo, para volver a una temática que tan bien ha funcionado en el estudio.
En este caso el protagonista se llama Ashito Aoi, un estudiante de 3o en la preparatoria de Ehime, una prefectura costera muy alejada de Tokio. Durante un partido de su liga escolar es observado por Tatsuya Fukuda, un entrenador de la “J Youth League” en el equipo del Esperion, una escuela de fútbol de élite en Tokio. Con una visión táctica y técnicas pobres tiene un don que le hace único, que es el de conocer la posición de todos los jugadores en la cancha, lo que le hace leer muy bien el juego. Fukuda le convence y le recluta para jugar en el Esperion. Ashito no duda en aceptar y comienza a luchar por su gran sueño, que es llegar a ser jugador profesional.
Una vez llega a Tokio se encuentra con la difícil situación de convencer a todo el mundo que merece un sitio en el Esperion y su aventura comienza con las pruebas de entrada. A partir de ahí conocerá a sus compañeros de lucha por un lugar en el equipo. Tachibana, Ohtomo y Togashi. Pero hay otros muchos personajes que hacen de Aoashi una obra muy coral muy centrada en el deporte. Hana es la hermanastra del entrenador Fukuda y va a ser una gran aliada de cara a controlar su nutrición, su amistad es una delicia y son claros candidatos a pareja del año. Su entrenador Nozomi va a ser fundamental para su progresión. Y la relación con sus amigos y rivales me ha recordado a una palabra de para mi el mejor anime deportivo de siempre: ‘conectar’.
Ha sido sin lugar a dudas el descubrimiento deportivo del año. En algunos casos los animes deportivos tienden a derivar hacia dramas adolescentes donde el deporte en sí tiene menos importancia. Eso puede funcionar, pero la mayoría de los animes deportivos carecen de la sustancia necesaria para retratar de manera efectiva el deporte al que hacen referencia. Es una mezcla difícil, ya que no solamente del deporte vive el hombre, sino que también se utiliza como elemento divulgativo y dramático, y para ello te hacen falta los dramas extradeportivos.
En este caso, hay que mencionar lo mucho que a Yūgo Kobayashi le gusta el fútbol. La serie está cargada de detalles, como mención a grandes jugadores, entrenadores o equipos de fútbol a nivel europeo. No se puede negar, somos los grandes ídolos futbolísticos del oriente. Menciones a Baggio, al Barça o a la Champions permiten sacar una sonrisa a la vez que va tejiendo la trama y puede ir enseñando las grandes virtudes que tiene Aoashi (principalmente a través de Ashito y Fukuda).
En primer lugar hay que destacar el realismo que se siente dentro de la serie. Ya conocida la historia de Aoi, puede parecer que hay elementos repetidos en cuanto a trama. La gracia de coger esos elementos, como el de un gran mentor, un villano o unas situaciones que parecen inabordables solucionadas con un preciado talento se acaban diluyendo con una trama muy sólida y efectiva. La incorporación de detalles tácticos nunca vistos hasta ahora en un anime de fútbol enriquece muchísimo la trama y la eleva. Estos detalles están pensados para jóvenes shönen que están dando sus primeros pasos en un mundo desconocido, como es el fútbol.
La forma de dar un pase, las triangulaciones y diferentes combinaciones con los compañeros de equipo, las buenas dinámicas o el perfeccionamiento de técnicas individuales son aspectos que no habíamos visto en Oliver y Benji, por poner un ejemplo. En Aoashi no tendremos un tiro del águila o un tiro del tigre, tendremos carreras en diagonal, defensas en zona, paredes y tácticas tanto ofensivas como defensivas. El único detalle que podríamos destacar un poco Deus ex Machina son los momentos de ojos de halcón de Aoi, para ver la posición de todos los jugadores. Un elemento audiovisual muy útil que ya incorporan muchos grandes jugadores.
Siento mucha curiosidad de cómo va a evolucionar Aoashi. Todavía sin confirmar, es muy probable que se continúe con su animación dado el material que hay detrás y del éxito que ha tenido. Productions IG ha hecho un gran trabajo mezclando el CGI con algo de animación tradicional. La banda sonora pega mucho con el momento pero si algo hay que destacar son los dos openings que han acompañado a estos primeros 24 episodios. Tengo muchas ganas de seguir la progresión de Ashito, un personaje que es sencillo y que siempre encuentra la manera de enganchar con la gente (y espectadores).
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