Pues amigos, es una lástima que haya terminado pero también una gozada lo que nos ha regalado el estudio MAPPA con esta primera parte de la última temporada de Ataque a los Titanes. Y es que había ciertas dudas después de ver el tráiler de si MAPPA iba a mantener el excelente nivel que WIT Studio había dado en las temporadas precedentes. Me acuso de ser uno de los que dudaban y MAPPA me ha callado la boca bien, haciéndome disfrutar de una calidad de animación increíble. El que aquí nunca defrauda tampoco es Hiroyuki Sawano, que nos ha vuelto a deleitar con una banda sonora sublime, con temas muy épicos, acorde con los acontecimientos de la temporada.
Y es que Ataque a los Titanes bien lo valía. La segunda parte de la tercera temporada nos dejó con el arco de la reconquista de Shiganshina terminado y con la Legión de Reconocimiento cabalgando por las costas de la isla Paradís y comprobando que el mundo es más grande lo que cabía esperar. Ya nos lo dejaron entrever con el capítulo 21 de la tercera temporada, en el que nos explican la historia de Grisha Jaeger. Y el final en el mar al fondo, sublime.
Y comienza la cuarta temporada. Una temporada que es única en si misma ya que ha introducido un salto temporal respecto al final de la tercera parte. Este salto temporal va a servir para presentar a la nueva generación de candidatos a titán de Marley, los herederos de los titanes Bestia, Carreta, Mandíbulas y Acorazado. Y lo hace de una manera magistral, presentando una batalla de Marley en la que cada titán va a hacer gala de sus habilidades y comprobar el valor (o falta de él) de estos candidatos.
Eso no quita que veamos a la generación de Reiner ya un poco crecidita y supongamos que la misma transformación ha sucedido para con los habitantes de la isla Paradís. Puede que la temporada parezca que empieza lenta en cuanto a historia, pero la obra de Isayama ha sido perfectamente adaptada (no como otras obras recientes) y va poniendo las bases de lo que al final va a acabar siendo una sucesión de capítulos absolutamente increíbles.
Y es que hay sorpresa. Al volver a Marley, Falco va a conocer a una persona con la que va a sentirse útil y eso le motiva ya que no ha sido muy afortunado en sus últimos acciones en su última batalla. Unas misivas misteriosas van a hacer que todo se vuelva contra él, y contra Reiner. Un capítulo en el que se van a seguir descubriendo cosas sobre el mundo de los titanes. Willy Tybur, un aristócrata de Marley con sangre eldiana, de la facción que esconde el titan Martillo de Guerra, será la voz de un excelente capítulo narrado para hacernos disfrutar y en el que Isayama se inspiró en ¿Juego de Tronos? para dejarnos lo boca abierta un vez más.
Eren y los demonios de la isla Paradís dan la vuelta a la tortilla y devuelven la guerra al país de Marley. No recuerdo un capítulo con la tensión que viví oyendo la conversación de Reiner con Eren. Algo ha cambiado en Eren, o no. Los que una vez atacaron al distrito Shiganshina van a sufrir en sus carnes la crueldad vivida y MAPPA no escatima detalles de lo ocurrido, volviendo a un punto de Ataque a los Titanes que nos recuerda mucho al de los primeros capítulos de la primera temporada. Y comienza el ataque a la capital sagrada de Marley, Libero. La puesta en escena del ataque de la Legión de Reconocimiento con el equipo de maniobras tridimensional es una obra de arte.
¡Qué 3 capítulos! De largo se puede decir que son los tres mejores capítulos consecutivos que hemos vivido en la serie. ¡Que batalla! Muy cruda y espectacular. Un despliegue visual de todo lo bueno que ha habido en Ataque a los Titanes durante estas cuatro temporadas. Se vuelve a respirar esa sensación que no hay filtro, que se revive toda la crudeza de la guerra, volviendo un poco a los orígenes de Attack on Titan. Las imágenes hablan por si solas. No solamente por el momento inicial, sino por ver en acción a titanes contra titanes y otra vez a la Legión de Reconocimiento en su máximo esplendor. La aparición de Armin es una bestialidad. El momento del titán Guerrero-Mandíbulas-Warhammer es brutal, no de grande si no de bestial. Aunque se nos presentara a mitad de temporada esta batalla, podemos decir claramente que es punto más álgido de la temporada.
Tanto en la parte anterior a esta batalla como en el de después el anime hace un planteamiento muy interesante y reflexiona sobre la causalidad de la guerra. Obviamente la historia que nos cuenta Willy Tybur me ha recordado al capítulo de Grisha Jaeger de la temporada pasada, donde nos damos cuenta que el mundo es más grande y que las concepciones que nos podríamos haber hecho de él son erróneas. Para muestra el ejemplo de Gabi, que es el claro de esta temporada y pasará el proceso de ser un soldado a reflexionar del porqué pasan las cosas hasta comprobar que las consecuencias de sus actos la van a llevar por un viaje interior que no tenía previsto.
La otra cara de la moneda de esta reflexión, o más bien acompañándola de una manera muy bien medida por Isayama, es la historia de esta temporada. Obviamente que está compuesta por momentos espectaculares. No hablar del ataque a Liberio en este post era menos que un pecado. Ya hemos comentado un poco el antes, toca comentar el después de la batalla. De lo bien que está organizada, de los cerebros detrás de ella, de los errores de cálculo de Zeke. Traiciones, asesinatos, odio, cárcel. Aunque es cierto que la guerra se ha librado en Liberio se ha llevado a cabo un órdago a la grande. Paradís va a tener que luchar contra todos los ejércitos del mundo, pero tienen en su poder algo que solamente tienen ellos, que es el Titán Fundador. El plan del retumbar. Hacer caer las murallas y arrasar los ejércitos que van a venir a atacar Paradís. Esta es la idea definitiva.
Otro de los puntos muy bien llevados por Isayama es el de los desarrollos de los personajes. Este anime se sustentaba en tres protagonistas, que eran Eren, Armin y Mikasa. Pobres chicos, tiene pinta que no habrá Eremika. El salto temporal ha introducido un estado que no conocíamos a nivel de relación entre los tres personajes. ¿O sí? Siempre estuvo ahí. Antes he hecho referencia a que Isayama se ha inspirado parcialmente en Juego de Tronos para este final de obra suya. Cada vez le veo más la cara a Eren de Daynerys, impresión mía. Ahora el trío protagonista no está en el nivel más álgido de su relación entre ellos, causas que el anime nos enseña a lo largo de la temporada y que puede destrozar algún que otro corazón.
Además se han añadido a la lista personajes nuevos que tendrán un papel muy importante en el desarrollo de la temporada. Capitán Magath, Yelena, Floch y los jaegeristas o Niccolo, sobre todo Niccolo. Por eso digo que beber es malo para la salud, no sabes que estás haciendo hasta que ya no hay marcha atrás. Y si a Zeke le da por gritar, estás perdido. ¡Qué escena en los bosques! ¿Segundo round que gana Levy? Tampoco dejan claro el destino de Zeke.
Realmente lo han dejado todo bastante bien cerrado a nivel de temporada, pero con un claro cliffhanger. El momento del contraataque de las fuerzas de Marley, la aparición de Piek y el titán Mandíbula y un enfrentamiento visual de Reiner y Eren en su forma de titán Guerrero. Gracias a MAPPA por confirmar que solamente estamos ante la primera parte de la temporada final, de la cual todos estuvimos viendo claramente que no daba tiempo en 16 capítulos en contar todo (más que nada porque la obra de Isayama no está completa y le falta el último número por salir). Tendremos que esperar hasta invierno de 2022, pero si este anime se mantiene como está y, viendo los arcos que quedan por venir, claramente se va a posicionar como uno de los más grandes de la historia.
Puntúa el post