Hace tiempo que tenía ganas de escribir sobre esta película. La vi hace un par de meses y me sedujo tanto la historia que tenía en mente dedicarle unas letras cuando pudiera para animaros a los demás a verla. En su día recuerdo que fue una de las que tienes en lista para ver en el cine, pero algún otro estreno se le debió adelantar. Ahora me doy cuenta de mi error.

Boychoir, o El Coro, en su traducción española, no presenta una historia que no conozcamos. Cuenta la historia de un niño adolescente rebelde, que tiene un don para la música con una voz digna de los ángeles. Enfadado con una vida que le ha tratado mal, la única manera de destacar es haciendo el gamberro mientras cuida de una madre que no le hace ni caso. Es una nueva vuelta de tuerca a este género, cambiando los escenarios, los personajes y la ambientación, enseñando la escuela de música Boychoir, que está destinada a educar en la música a niños con un toque especial.

Salen ya todos los elementos característicos de este tipo de historia. Un personaje con un gran don con mucha falta de autoestima. Unas figuras clave en su desarrollo personal para darle ese empujón necesario para salir al paso de las diferentes situaciones complicadas que la vida le presenta. Ese es uno de los elementos que más aprecié de la película, ver que aunque tú no confíes en ti mismo siempre habrá alguien dispuesta a echarte una mano desinteresadamente. Otra figura es la de ese tirano aparentemente despiadado (‘Mr. Carvelle’) que se da cuenta de lo que tiene entre manos y se convierte en su gran valedor y amigo. Las envidias que genera en un entorno conocido la inclusión de un chico raro y su adaptación a una nueva forma de vivir la vida. Es un “Los chicos del coro” pero a la americana. Si te gustó la primera estoy seguro que esta también te va a gustar.

En mi caso la quise ver principalmente por dos razones, la primera es la música, y aquí tengo que agradecer a un amigo que me introdujera en la música coral hace ya más de 10 cuando me regaló un disco con las notas de los Tallis Schollars. La selección de las canciones que se hacen en el film hace que la banda sonora sea absolutamente estupenda. ‘Hotaru Koi’, ‘Spem in Alium’, ‘Pie Jesu’, el ‘Adiemus’ o el ‘Alleluia’ son algunos de los ejemplos de las canciones seleccionadas que son absolutamente espectaculares. Merece la pena la película ya de por si ver al coro representar estas canciones. Si además le mezclas un par de canciones de Josh Groban (‘The Mystery of your Gift’ al final de la película es una pieza tremenda) el resultado es de 10.

El otro motivo principal es el reparto. No son grandes espadas, salvo Dustin Hoffman o Kathy Bates, y tampoco están en su mejor momento, pero dan la talla. Pero como siempre digo una película cumple cuando los secundarios funcionan, y aquí el elenco de secundarios funciona perfectamente. Actores ya de sobre conocidos como Eddie Izzard, Debra Winger o Josh Lucas elevan el nivel de la película. Ya sólo por la relación que crean Master Carvelle (Dustin Hoffman) y Stet (Garrett Wareing), este alumno con voz de ángel, merece la pena el esfuerzo de pasar un rato delante de la pantalla.

En fin, Boychoir es una película que no presenta nada nuevo, pero que cumple a la perfección con su objetivo. Presentar una historia que te llega al alma y te ablanda un poco el corazoncito. Eso y algún toque de humor que siempre ameniza hacen de Boychoir una película merecedora de una oportunidad para aquellos insensatos que no lo hayáis hecho ya. Os dejo aquí el tráiler para ver si os abre el apetito:

Dirección

Guión

Reparto

Banda Sonora

Puntuación

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