He empezado estos días una serie que se llama 13 reasons why, de Netflix. Francamente merece un post propio y así lo haré pero ahora me gustaría hablar de un elemento que se cuela en la serie y que es protagonista de una película sin ninguna duda en los Guardianes de la Galaxia, el Cassete.
Qué le habría importado a StarLord digitalizar los cassetes de su madre para escucharlos sin un radiocassete. ¿Qué llevó a Hanna Baker a grabar la historia de su vida en una colección de cassetes que no podían colgarse en internet o enviarse por correo electrónico? En el mundo en el que vivimos nada, pero en el fascinate mundo del cine es mucho más elegante ver el giro de la cinta transmitiendo cada segundo de reproducción en el sentido que toca.
Y es que siempre ha habido elementos en el mundo del cine que quedan bien y otros que no. Un iPod resulta visualmente mucho menos atractivo que un walkman, a pesar de que ninguno de nosotros dudaría en usar el primero antes que el segundo. Hace unos pocos años, recuperé por casualidad un Cassete que había hecho de niño y me hizo ilusión escucharlo, la calidad del audio era tan mala que me quedé asustado, pero supongo que cuando sólo teníamos eso qué ibamos a decir no lo sabíamos. Ahora no duraría ni 10 minutos con un cassete pero seguramente no diría lo mismo si se tratase de una película, porque darle al play y ver girar las bobinas del cassete tiene su magia por lo menos visualmente.
Estoy seguro de que a alguno de vosotros viendo los guardianes o «Por 13 Razones! os ha picado la curiosidad de poneros un cassete, pues ya os lo digo, no lo hagáis, no vale la pena quitarle la magia al cine ni a las series el cassete no ha pasado a la historia del todo, sólo lo ha hecho en nuestros bolsillos.
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