Originalmente, Castlevania era una saga de videojuegos de fantasía épica producidos por Konami. El primer título se lanzó en septiembre de 1986 y cuenta con títulos hasta 2019. La saga de juegos que envuelven este universo es bastante extensa (alrededor de 40 juegos), en los que la mecánica principal es la lucha de la humanidad (concentrada en la familia Belmont) contra la oscuridad que envuelve a la figura de Vlad Drácula Tepes. En los diferentes juegos, la cronología cubre casi un milenio de la lucha de la familia Belmont y sus descendientes contra la maldad de Drácula y sus secuaces.
Como se habrá podido adivinar, la palabra de Castlevania viene de la unión de «Castle» («castillo» en inglés) y «Transilvania» (territorio que Drácula suele asolar). En este caso, Netflix nos ofrece un serie de animación no recomendada para los más pequeños que consta de 32 episodios donde recorreremos parte del universo que nos propone Konami. En este caso, se van a mezclar la historia contenida en diferentes juegos a la vez que va presentando a los protagonistas de cada temporada. En este caso, utiliza Castlevania III: Dracula’s Curse para narrar las purga de Wallachia llevada a cabo por Trevor Belmont, Alucard and Sypha Belnades de Dracula y sus criaturas. La historia del juego de Castlevania: Curse of Darkness será el hilo conductor de la segunda temproada. Por último, Castlevania: Symphony of the Night, nos permite revivir la vida de la madre de Alucard y esposa de Drácula, Lisa.
Pero, ¿es necesario conocer la historia de los videojuegos para poder ver la serie? La respuesta es que no. En este caso la serie esta creada por Warren Ellis, que ya tenía experiencia en proyectos similares con Marvel (Iron Man, X-Men, etc.) y ha escrito un guion que hace que todo el mundo pueda seguir la historia sin que sea necesario conocimiento previo. Adi Shankar y Powerhouse Animation Studios han sido los encargados de llevar este proyecto, que originalmente iba a ser una película, pero que afortunadamente tomaron la decisión de partirlo de diferentes temporadas para dar más consistencia en la historia que proponen.
Y es que la historia de Castlevania es bastante interesante y a medida que van pasando las temporadas se va volviendo mucho más madura. El origen de todo es la relación de la humana Lisa con Vlad Drácula Tepes. Lisa es una persona con artes científicas y Drácula no es un vampiro al uso. Es uno de los seres más formados que hay, la quintaesencia de villano con clase y conocimiento. No deja que sea la simple fuerza bruta lo que le defina, sino que es un noble con ambiciones. Y surge el amor entre ellos. Lisa, al volver a Wallachia es quemada viva por brujería y Drácula jura que la gente lo pagará con sus vidas. Por otra parte, Trevor Belmont es el último bástago de la legendaria familia de cazadores de demonios. Contará con la ayuda de Sypha Belnades, una hechicera, y de Alucard, el hijo de Vlad Drácula Tepes, en su misión de acabar con Drácula, que ha desplegado toda clase de horrores posibles en el país de Wallachia.
Si la historia que nos plantea Ellis es interesante, no es menor la manera en la que Sam Deats la va a desarrollar. Castlevania es una serie que está llena de personajes muy complejos. Los protagonistas son claramente el trío formado por Alucard, Trevor Belmont y Sypha Belnades. Y son con los que uno se va encariñar más. Están muy cuidados y su desarrollo personal durante la serie está muy conseguido. Pero a medida que van pasando las temporadas van apareciendo protagonistas que van a ser necesarios para el devenir de la historia. Las hermanas vampiresas con Carmilla al frente, Lenore y sus momento final es maravilloso. Los humanos en la corte de Drácula, Hector e Isaac, van a ser fundamentales. Magos (o alquimistas) como Saint Germain. Un gran variado de personajes en el que la serie irá desviando sus caminos a lo largo de los 32 capítulos y volverá a juntar al final de todo en una serie en un final legendario.
Ya desde la primera temporada la serie deja claro que no es una serie de animación al uso. El nivel de detalle que ha metido la gente de Powerhouse Animation Studios es bastante alto, mejorando incluso si cabe temporada a temporada, llegando al zenit con los tres maravillosos capítulos de la cuarta temporada. La composición visual de los paisajes es una maravilla, el diseño de los castillos una obra de arte. Reconocido por ellos mismos, se han inspirado en una forma de realizar animación ‘a la japonesa’ y eso se ha notado. Otro aspecto técnico que no le va a la zaga es el de la banda sonora. Aquí Trevor Morris se vuelve a consolidar con una gran obra. Ya sea recuperando temas épicos de la saga como el Bloody Tears, o con la oscuridad que se desprende del opening, la mezcla cultural que tiene la serie, entre ese medieval gótico con sus coros y su órgano, el terror que acompaña a Dracula y sus criaturas y las partes de batalla, Morris crea un lienzo majestuoso que acompaña perfectamente a las aventuras de Belmont, Syphia y Alucard. Castlevania nos deja una banda sonora con temas que merecen ser repetidos.
Dentro de lo cruda que es, Castlevania es una de esas series que merecen ser vistas. Dentro de la campaña de Netflix por desarrollar series de animación, Castlevania tiene que ser cogida como ejemplo de cómo se debe gestionar la adaptación de un videojuego a serie de animación. Si el camino que Netflix ha cogido va por aquí, nos esperan alegrías. Aunque también hay que reconocer que en algunos momentos se puede hacer algo lenta o que se tiran de ciertos tópicos en cuanto a la religión se refiere, Castlevania sorprende por su crudeza, su magia, su oscuridad, su acción y su humor.
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