Siento que este post llegue bastante tarde. Sinceramente, hasta que Netflix no me la recomendó hace unas semanas desconocía completamente su existencia. Y decir que con el trailer ya me ganó. Cobra Kai es para mí el descubrimiento de este año sin lugar a dudas. Sí, ya sé que llego tarde, pero mejor haber llegado y abrir los ojos a lo que todavía no quieren ver.

Cobra Kai la secuela de la primera Karate Kid. Unos de los grandes clásicos de los 80. El señor Miyagi, dar cera pulir cera, el lema de los Cobra Kai y todos esos tópicos vuelven a renacer en una versión moderna de la película. Situándonos 34 años más tarde, los protagonistas son los mismos que pelearon por el título durante la primera película Daniel LaRusso y John Lawrence.

Rompiendo con los estereotipos que nos marca la primera película, LaRusso y Lawrence no acaban precisamente en el mismo estrato social. Daniel san se convierte en todo un magnate de los coches de lujo y John en una persona que podríamos catalogar como descartada de la sociedad (la referencia con su compañera en el centro comercial es una clara referencia).

Contando con este punto de partida, la serie nos presenta a la nueva generación. Miguel, un chico de barrio con problemas en la escuela, Samantha, hija de Daniel, y Robby van a ser los tres principales protagonistas de la juventud. El encontronazo con Miguel y con Daniel hace que John reactive el espíritu de su Cobra Kai, buscando una forma de redimirse con los fantasmas de su pasado, que nos van presentando de forma bastante cómica y divertida a medida que evoluciona el personaje de John. Y esta es una de las claves. Johnny es un personaje que se encuentra anclado en su pasado. No ha evolucionado nada desde que LaRusso le dio en la final del torneo del All Valley y todo lo moderno le desconcierta, sacandonos más de una risa a medida que le van presentando las novedades y Johnny saca ese esterotipo chulo, machista y gamberro.

Aunque no lo parezca, Cobra Kai no es una serie para los jóvenes. Son la excusa para contarnos el verdadero espíritu de Cobra Kai, la indeseada vuelta a la relación Daniel-John hace que la serie literalmente despegue. Durante todos los capítulos la serie se dedica a explorar en el pasado (utilizando flashbacks de la película original) para otorgarnos un futuro en el que Daniel y John pretenden terminar con sus cuentas pendientes.

Y qué primera temporada. Me he querido centrar en temporada por temporada porque después de ver la primera, sabiendo que hay una segunda disponible y una posible tercera en camino, me he sentido en la obligación de repasar cada temporada de forma individual. Pocas series han conseguido recrear tanto ese espíritu ochentero como Cobra Kai. La otra a la que pondría a la misma altura sería Stranger Things. Imaginaos el nivel.

Pero la serie no vive sólo con ese punto nostálgico del pasado evocado en una lucha con dos personas ya cuarentonas. De hecho, la serie tiene un punto cómico muy divertido, en el que se mezclan las citas del señor Miyagi y toda la historia previa pero de una manera muy gansa, viendo a dos viejovenes actuando como auténticos adolescentes. Y si a eso le sumamos la carga dramática de la precuela pero en versión moderna, la serie trata de temas muy interesantes (ya manidos) pero desde una perspectiva moderna. El bullying escolar, nerds, pobres, ricos y la lucha del inferior contra el superior en el que siempre triunfa el bien. Esos tópicos mezclados con las historias de Daniel y John como van entrelazándose dan para unas cervezas (como Daniel y John en unos de los momentos más divertidos de toda la temporada).

Y como no, al final de la primera temporada, torneo de karate. Y no puede ser más redondo su final. Sí que es cierto que no me gusta la evolución (Miguel) y la sobreactuación de alguno de sus personajes (Hawk), pero es necesario para entender de dónde venimos para saber a dónde vamos. Y yo confío en que John Lawrence en la segunda temporada no nos va a defraudar (sino lo impide la aparición estelar del último segundo del último capítulo).

Aquí os dejo el trailer para animaros a verla:

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