
Uno de los grandes aciertos que tuvo la gente de Marvel a la hora de traer a la pequeña pantalla la historia de superhéroes fue Daredevil. El reinicio de las aventuras del diablo de Hell’s Kitchen, interpretado por Charlie Cox, daba aire fresco a un personaje que tuvo un gatillazo cuando Ben Affleck lo trajo a la pantalla grande. El triángulo que forman Foggy Nelson, Karen Page y Matt Murdock es el corazón de una serie que nos regaló tres temporadas y media, con su inclusión como líder de los Defenders, el multiverso de Marvel en las series.

La historia de Matt Murdock se ha ido entrelazando con otras, como la de Franck Castle, The Punisher, Luke Cage, su gran amor Elektra u otros superhéroes para la lucha contra grandes villanos. Si Daredevil supuso un aire fresco para un género que no acabó de funcionar en la pequeña pantalla, una de las razones principales fue encontrar un villano a la altura de las circunstancias. Kingpin, el gran mafioso de Nueva York, de nombre Wilson Fisk, es interpretado magistralmente por Vincent D’Onofrio. Tanto Cox como D’Onofrio vuelven a bordar sus papeles, siendo lo más atractivo de la serie.
Cinco años (y un conocido multiverso) después , la gente de Marvel vuelve a animarse a traer una temporada basada en la historia de Daredevil. El título es toda una declaración de intenciones, ya que los guionistas de esta temporada, liderados por Dario Scardapane, se atreven a adaptar una historia con un tono mucho más oscuro y profundamente emocional, explorando la caída y la redención de Matt Murdock. La historia se caracteriza por su tono sombrío y su enfoque en temas como la corrupción, la justicia y la resistencia personal.

Atrás ha quedado la introducción del personaje. Esta temporada parte de la base que todos los espectadores conocen los vaivenes de Daredevil, sus filias, sus fobias, sus aliados y sus enemigos. Y ya desde el primer capítulo vamos ya a ser domados por un guion intenso y que no se asusta a resquebrajar los cimientos de la serie, para levantar otros a medida que avanza. El problema será recuperar ese carisma, ya que la importancia de los personajes que se van no se acaba de recuperar por los que recogen su testigo.
Tampoco ayuda la incoherencia de la historia presentada. Más allá de su fidelidad al material original, esta serie da la sensación de querer abarcar mucho, pero con el número limitado de capítulos y su metraje, tampoco le da para profundizar demasiado. Hay capítulos interesantes, como el juicio al Tigre Blanco, momentos muy oscuros, como la muerte del comisario de policía, o los giros en las lealtades de todo el entorno político de Fisk. Me ha gustado como ha resaltado el poder de las redes sociales para el movimiento de masas, elemento muy de actualidad. La aparición de personajes míticos de esta saga ayuda, pero no alcanza, dejando entrever que esta temporada es una presentación y que la acción real vendrá más adelante.

A medida que pasaban los capítulos, crecía la sensación de que la historia del personaje interpretado por Charlie Cox perdía fuerza. El ímpetu y la originalidad que tuvo su lanzamiento en 2015 no supo readaptarse a medida que se iban sucediendo los capítulos. Y, aunque me cueste reconocerlo (ya que es uno de mis favoritos) esta primera temporada de Born Again vuelve a pecar un poco de lo mismo, repitiendo los errores que condenaron algo la historia de Daredevil de Charlie Cox original.
Se nota demasiado que estamos ante una temporada de introducción de una nueva saga, que hace como un buen mago con una presentación, muestra muchos elementos que captan la atención de los espectadores, como volver a ver el binomio de Murdock-Castle, la dudas y el resurgir del diablo de Hell’s Kitchen o la espectacular puesta en escena de Wilson Fisk y como va tejiendo su red de influencia, ampliando poco a poco su poder hasta convertirse en intocable.

En definitiva, la primera temporada de Daredevil Born Again se presenta como un reinicio que sirve para relanzar a un héroe que se había perdido, pero que ha sido el que mejor había funcionado para Marvel en la pequeña pantalla. Con un ritmo algo irregular, tiene elementos que la hacen muy interesante, y al menos un servidor, está con ganas de más y ver como Daredevil y su ejército recién formado planta cara a la guardia pretoriana del nuevo alcalde de Nueva York.
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