Tobi Frost (Denzel Washington) un ex agente de la CIA vende información secreta que le crea peligrosos enemigos. Tal es así que en uno de sus trámites su vida peligra de tal manera que acaba pidiendo asilo en la embajada de EE.UU en Ciudad del Cabo (Sudáfrica). Para su interrogatorio será trasladado a uno de los pisos francos de la CIA, custodiado por Matt Weston (Ryan Reynolds). Pero el piso franco será menos seguro de lo que parece.

A pesar de que los guionistas y la dirección es poco conocida el film es un apasionante largometraje de acción e intriga. La película está apoyada en dos pilares que aguantan a la perfección el peso de la responsabilidad: Denzel Washington y Ryan Reynolds. Sus actuaciones son indiscutiblemente perfectas. En un escalón más bajo se encuentran personajes más secundarios como Vera Farmiga, Brendan Gleeson, Sam Shepard… que aunque pueden llegar a brillar en alguna que otra película en esta simplemente se defienden.

En mi humilde opinión, la película gusta pero hay que decir que esta amortajada de clichés bastante previsibles; el guión es el típico de agente veterano que sabe de todo y principiante que aún le falta curtirse a base de palos. Aunque a veces se vuelcan las tornas, sigue siendo previsible en muchos sentidos.

En resumen, nos encontramos ante una buena película de acción con buen reparto principal que nos entretendrá las aproximadamente dos horas que dura; pero es un film en el que no aparece nada nuevo. Asimismo, la música de Ramin Djawadi no es la que más me convence pero llega a ser pasable; la fotografía en cambio, a cargo de Oliver Wood es impresionante.

Por lo tanto, ¿compensa ir al cine o no? Pues en cierto modo después de esta gran sequía que asolaba nuestras salas la película compensa el dinero de la entrada…pero yo me quedado pensando sino habría sido mejor invertirlos en la nueva de Spielberg o la de los descendientes de George Clooney. El tiempo lo dirá.

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