Era domingo y por cosas de la vida no pude verla el día de su estreno, pero lo cierto es que tenía muchas ganas de ver esta película. Ya os comenté en su día que estaba haciendo mucho ruido en varios festivales y demás por lo que algo tenía que haber detrás de todo este mundillo y así fue.

El lado bueno de las cosas no cuesta la historia de dos personas, que por personalidad y por cosas que les pasan en sus vidas se vuelven locos. Al encontrarse los dos protagonistas descubren una salida a los problemas que tienen y dan sentido a su vida. Así contado la verdad es que suena un poco «moñas» (como me dijo una amiga) pero lo cierto es que la película no es ni pastelosa ni nada típica, sino todo lo contrario, es una película muy original que te sorprende en cada momento porque como sus protagonistas están locos, no sabes por dónde te van a salir. Pat interpretado por Bradley Cooper y Tyffany que le da vida Jennifer Lawrence empiezan la película luchando el uno contra el otro diciéndose las cosas tal y como las piensan (porque están locos) y aunque a veces resulta duro, otras resulta divertido hasta el punto de darte la sensación de que estás viendo a dos niños discutir en cuerpo de adultos, las risas sonaron en la sala más de una vez y la cara de satisfacción del público al salir dijo el resto.

Si además de los dos actores protagonistas, nos fijamos en el reparto que acompaña la película ya queda redonda en cuanto interpretación. Por un lado Robert de Niro, se sale en cada parte, sobre todo cuando le toca hacer de maniatico obsesivo compulsivo. Por otra parte Chris Tucker que da el toque pícaro de la película interpretando a un loco que se escapa de su manicomio cada dos por tres, un reparto redondo que hace de sal en una película así.

El año pasado leí un libro que se llama «el curioso incidente del perro a media noche» y debo decir que aunque no me gustó nada, me pareció desesperante ver a una persona loca hacer cosas que tú no harías porque no estás loco. En el lado bueno de las cosas pasa un poco lo mismo. Los protagonistas se comportan de manera lunática y esto te hace desesperar en muchos momentos. La diferencia con el libro, es que en el libro el niño era un problema y no dejaba de serlo mientras que en esta no es así, los protagonistas se ayudan el uno al otro dejando un buen sabor de boca al final fruto de esa ayuda.

Me ha gustado mucho, mucho. Creo que sí se merece la nominación a los oscars y creo que está justificada la retaila de premios que se está cobrando Jenifer Lawrence. Os la recomiendo mucho, es una película muy original y que cuenta una bonita historia, sin ser pastelosa.

Puntuación:

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