Puede que no fuera el estreno del fin de semana, pero una película que lleve a Tom Hanks en la cartelera siempre es motivo de atención. Honestamente, desconocía mucho sobre la figura de Elvis Presley. Canciones sí, pero sobre su historia y figura andaba un poco escaso de información. Quería que, como en otros biopics como Bohemian Rhapsody de Queen o el Rocketman de Elton John, la película resultara lo suficientemente atractiva como para acercarse a la vida del personaje.
A medida que van pasando los días compruebo como la película, que en un principio me resultó interesante, va perdiendo fuerza. Puede que sea un fiel reflejo de la vida de Elvis. Un inicio estelar, seguido de una permanencia en la cumbre de las estrellas por un tiempo, pero con un final no acorde a la gigantesca planta del personaje. Tampoco ayudan las casi 2h40 de película, que se hacen un tanto largas sobre todo en el acto final.
Como biopic, la película tiene un gran ritmo inicial y va contando cada una de las fases en la que Elvis va a tener un evento importante. Por poner unos ejemplos, el primer trance que tiene con la música negra, el concierto en el que el personaje de Tom Parker descubre al que iba a ser su trofeo más preciado, el primer concierto en las Vegas o el especial de Navidad. Son algunos ejemplos de grandes escenas de las que se compone la película.
El problema que tiene la película de Elvis es que no ha sabido hallar, en mi opinión, un hilo conductor claro que dé continuidad a la historia y se ha tratado más como una concatenación de escenas. Escenas escogidas con mucho sentido, eso sí. La contrapartida de esta estrategia es que no te permite hacer evolucionar a los personajes, ya que solamente cuentan momentos específicos en el tiempo, como si fuéramos viendo su biografía a través de un álbum de fotos. De esto se da cuenta el director Baz Luhrmann, que a medida que se acerca el final ya comienza a tratar a los personajes para que tengan algo más de interacción y pueda haber algo más de carga dramática, pero se hace tarde y mal.
Aunque el título de la película es ‘Elvis’ el que nos va a guiar a través de su vida es Tom Parker, su mánager. De dudosa moralidad, fue el afortunado que tuvo a bien conocer a Elvis en el apogeo de su carrera. Digo de dudosa moralidad ya que solamente la escena inicial sirve para definir al personaje. No causa grata impresión ver a Tom Parker estrujando a la gallina de los huevos de oro, solamente con el propósito de sacar rédito personal. Es curioso ver a Tom Hanks interpretando un papel de villano, pero aquí hay que volver a sacarse el sombrero ante su representación.
Obviamente el otro gran protagonista es el que da título a la película. Interpretado por Austin Butler, lo más llamativo de él son las grandes coreografías que lleva a cabo cuando le toca interpretar alguna canción del repertorio del artista. Otros personajes que me han gustado han sido los papeles de su esposa Priscilla (Olivia DeJong) y el de su madre Gladys (Helen Thomson). Son muy graciosas las escenas del contraste de Elvis con el cantante de country Hank Snow (que bajo ha caído Faramir).
El impacto que ha tenido Elvis en la historia contemporánea es evidente. La forma de vestir es transgresora, sus patillas unas precursoras, frases como ‘Elvis has left the building’ forman ya del vocabulario popular. Esta película sirve como homenaje a su persona y consigue acercar la historia de una de las estrellas del mundo de la música más importante del siglo pasado. El Rey del Rock & Roll.
Puntúa el post
Se ha hablado muuucho de esta película. Y sobre todo se ha hablado mucho y ahora veo que injustificado del papel de Dustin budler.
Parece que es el típico biotopic que no deja huella, como vendían. Desde luego leyendote no parece que valga la pena ir al cine.