Pues ayer pude por fin ver uno de los estrenos que tenía marcados como grandes estas Navidades. Genial para estrenar este nuevo diseño que esperamos que os guste a todos. Cada uno de nosotros hemos crecido con la leyenda de la ballena gigante blanca Moby Dick, basada en la historia real de los supervivientes del ballenero Essex. Ya sea porque nos lo hicieron leer en el colegio o porque vimos la antigua película de Gregory Peck. En mi caso tengo que decir que las dos. Y desde que vi el tráiler he estado buscando un momento para poder disfrutar de esta película, y bien que lo he hecho.

‘En el Corazón del Mar’ nos pone en la piel de Herman Melville, escritor de la novela, que ha escuchado la historia de la batalla entre el Essex y del gigantesco monstruo marino, y parte en busca al único superviviente de la odisea para conocer la historia de primera mano. Esto le lleva a conocer a Tom Nickerson (‘Brendan Gleeson’), que obviamente no guarda un buen recuerdo de experiencia y guarda más de un secreto, los cuales iremos descubriendo en el viaje del film.

¿Qué es lo mejor de esta película? Sin lugar a dudas lo mejor es la ambientación y el desarrollo de la historia. Nos sitúa en el comienzo del siglo XIX, una época en la que el aceite de ballena sería lo mismo que hoy en día es el petróleo, un recurso único, esencial para el desarrollo de una civilización. Viendo la importancia del recurso, en los pueblos costeros la caza de ballenas era deporte nacional. Y allí comienza la aventura del Essex, en un pueblo llamado Nantucket, en la costa este de USA.

De allí parte el ballenero Essex con el capitán George Pollard (‘Benjamin Walker’) y con el primer oficial Owen Chase (‘Chris Hemsworth’) ávidos de la caza y del aceite de ballena. La ambientación de la navegación, de la travesía del océano, de las órdenes que se dan en cubierta convierten al espectador en una parte más del Essex, en ese punto y después de disfrutar de un cuarto hora de la belleza del océano, comienza la caza. Y por muy bien que parezca ir al principio, el Essex se enfrenta a su maleficio.

Y eso es lo que siempre me ha fascinado y hecho temer al océano (que suerte que soy veranear en montaña ;)). Temor y fascinación por lo desconocido, no saber que te puedes encontrar y donde. La entrada en escena de Moby Dick es espectacular y así permanece las secuencias posteriores, haciendo pasar las mil y una tribulaciones a la tripulación.

Otra de las cosas que me llamó la atención de la película era el reparto. Todos caras conocidas, aunque el que se intuye protagonista es la figura del primer oficial Owen Chase, nuestro Thor se ha querido cambiar el martillo por un arpón. Tambien destaca la figura de un Tom  Nickerson ya entrado en edad y para mí ha sido una sorpresa ver a su esposa, interpretada por Michelle Fairley (Catelyn Stark). En general todos rayan sobre el notable, disfrutando de una película en las que las emociones siempre van a jugar un papel, cuando llevas a sus personajes al límite.

La película en general me ha gustado mucho, pero el final se me ha hecho muy largo. No recuerdo exactamente el libro, ya que hace muchos años que me lo leí, pero a nivel de película el final se hace pastoso, aunque cuenta una historia de supervivencia impresionante. No sé, creo que esperaba más, puede que no se haya podido cerrar bien la historia. Y eso es una cosa que me ha extrañado de Ron Howard, ya que es un director de prestigio. De la banda sonora tampoco puedo decir muchas cosas positivas. Si bien si cumple con su papel de una forma aceptable, me esperaba unos temas más épicos acordes con la historia que cuenta. Un tema que acojone para representar a la ballena hubiera sido sublime. Pero vamos, que también se deja escuchar.

En fin, que el último párrafo no os quite las ganas de disfrutar como hice yo de un estreno mayúsculo, que os trasladará a otra época, donde navegareis, sentiréis la emoción de la caza y gozareis de un espectáculo visual digno de verse.

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