No me considero fan de Millie Bobby Brown, ni puedo decir que recuerde de qué iba la primera película. Con que a pesar de que era uno de los super estrenos de este mes para Netflix, para mí sólo se presentaba como una opción tontorrona para el domingo por la noche. Cuál ha sido mi sorpresa, a ver que he disfruta enormemente con ella. La película ha superado mis expectativas de largo, voy a intentar contaros por qué.
Enola Holmes, sigue donde nos quedamos. Enola se ha instalado en Londres para tener su propia agencia de detectives, siguiendo los pasos de su hermano, Sherlock. Como era de esperar su agencia se postula como un rotundo fracaso. ¿Quién le va a encargar un caso a una niña a finales del siglo XIX? pues otra niña. Su primer caso como detective en Londres, la llevará a una trama en la que la que el mismísimo Sherlock está metido. Todo un entramado que nuestros protagonistas tendrás que desenredar para salir adelante.
Como he dicho, creo sinceramente que Millie Bobby es un poco cargante y lo plasma a la perfección en su personaje. Esto me saca por completo de la historia y quizás por eso recuerde poco la primera. El gran éxito de la segunda parte, es que parece que son conscientes de esa debilidad e introducen al personaje de Sherlock mucho más que en su primera parte, añadiendo además el caso de Sherlock, mucho más complejo y enrevesado pero que servirá a los dos hermanos a ayudarse mutuamente. Ese trabajo en equipo de los hermanos es lo que hace, de esta segunda parte, algo mucho más interesante.
La película plantea un misterio que resolver, como buena película de Sherlock Holmes y en este caso además muy bien construido. la película aprovecha muy bien sus 2 horas de duración para contarnos para abrir todas las pistas necesarias, despistarnos cuando lo considera y dar el estoque final por todo lo alto. Me ha encantado el ritmo que tiene la película y creo que es una de sus fortalezas.
Por otro lado, están los personajes. En Enola, el equipo secundario es otro de los puntos fuertes, los policías, el romance de Enola, la madre y su amiga. Todo un elenco de acompañantes en la historia, que hacen todavía más agradable la experiencia.
Giros varios, lecciones aprendidas tanto para Enola como Sherlock. Un villano de altura… De nuevo podemos dejar fuera la frase de «nunca las segundas partes fueron buenas» por que en este caso, la secuela ha superado a su predecesora.
Puntúa el post