Bueno, pues ya está. Ha terminado la segunda aventura tolkeniena de Peter Jackson. Después de pasar unos días después del estreno de la última película del Hobbit llega el momento de ordenar ideas y hacer una valoración especial de lo que ha supuesto esta nueva trilogía. Desde la Septimacaja os queremos invitar a que deis vuestra opinión de lo que os ha parecido, vuestras sensaciones. Pero antes, las de un servidor.

Cuando hace ya más de cinco años escuchamos que el proyecto del Hobbit lo llevaría PJ en vez de Guillermo del Toro me alegré un montón. No es que Del Toro me parezca un mal director, pero digamos que el romanticismo de acompañar por el mismo equipo y director que nos deleitó con la saga del Señor de los Anillos hacia que su participación fuera, cuanto menos, obligada. Yo, personalmente, ya que soy un devorador de los libros de Tolkien, esperaba con ansia ver que nos podía ofrecer PJ en esta nueva saga. En el momento en el que supe que las películas a realizar eran tres, me pareció en un primer momento excesivo, pero dije ¿por qué no? Aunque el libro es muy corto, digamos que hay mucho material oculto, situaciones que no se acaban de explicar bien y por supuesto momentos en los que te puedes adornar para contemplar los maravillosos paisajes que componen este increíble mundo de la Tierra Media.

Siendo como es el ser humano es innegable que las comparaciones con la anterior trilogía iban a surgir, principalmente porque buena parte de los secundarios son los mismos (Galadriel, Gandalf, Bilbo, etc.), y que en el Señor de los Anillos se cuenta buena parte de las historias que componen la aventura del Hobbit. Sinceramente creo que es un fallo. Son dos libros completamente diferentes, ya desde el mismo momento de su planteamiento. Si bien el Señor de los Anillos es más para una público más adolescente, el Hobbit está planteada como una historia de niños pequeños, que es como lo planteó JRR Tolkien, una historia para sus hijos. Me gusta en esta nueva apuesta de Peter Jackson que no ha sido ni una cosa ni otra. Me explico. Cambiando el registro para los niños, corría el peligro que corrió con el Señor de los Anillos, en la que parece que la raza enana sea una raza inferior, en el que los personajes no tenían tanta trascendencia en la historia principal como los hombres o elfos, como si las grandes historias de la Tierra Media no correspondieran a los hijos de Durin. Es unos de los detalles que más me han gustado de esta nueva trilogía, en la que Peter Jackson da solemnidad, respeto y honor a una raza a la que antes tendíamos a despreciar. Solamente hay que ver en la primera película la introducción que hace un Bilbo Bolsón ya mayor sobre Erebor. La solemnidad y el porte de Thorin Escudo de Roble, que gran acierto. Te das cuenta de que ya estás en una historia de primera división. La canción de los enanos en casa de Bilbo literalmente me pone la piel de gallina. Tampoco quita que los enanos sean una raza divertida y traviesa, como se ha ido demostrando a lo largo de las películas.

Una vez explicado un poco el background en el que se debían situar las películas, voy a pasar a comentarlas en su conjunto. Como ya he comentado, los primeros quince minutos de El Hobbit: Un Viaje Inesperado son espectaculares, mostrándonos la majestuosidad del reino del enano en su máximo esplendor, no como en una Moria destrozada y desolada. Y aquí Peter Jackson cuenta la historia para aquellos que no han tenido la oportunidad de leerse el libro (¡leer, insensatos!) del porqué de la misión de la compañía de Escudo de Roble y de la necesidad de contar con un saqueador que no fuera enano, aspecto que les acabará salvando la vida.

Una vez más Gandalf actúa como consejero del héroe, intentando llevarle por el buen camino por el pos de un bien mayor. Gandalf, que está al cuidado de la Tierra Media, decide sembrar la semilla de la reconquista de Erebor en Thorin. Ese será el origen de la historia de la nueva saga. A partir de aquí Thorin reune a su compañía, familiares y demás enanos fieles que pueden y quieren seguirlo a conseguir el ansiado objetivo. El momento de la presentación de la compañía, que tengo que decir que es majestuoso y muy divertido. Ese momento en casa de Bilbo es uno de mis favoritos de la primera película.

A partir de aquí el guión siempre quedó claro, y salvo algunos detalles menores, creo que la primera película, tal y como paso en el Señor de los Anillos, es la que mejor refleja la esencia de la historia principal. A mí personalmente, cuando la ví en su día me hizo mucha ilusión volver a visitar Rivendel, me encantó la figura de Radagast el Pardo, el Concilio Blanco, muchas cosas. Pero si hay que destacar un momento de la primera película es sin lugar a dudas el momento de los acertijos en la oscuridad. Volver a ver otra vez a Andy Serkis haciendo de Gollum y ese momento con Bilbo fue espectacular, a la par que transcendente en la historia de las dos sagas. Y nos dejan con la miel en los labios al visualizar Erebor al final.

En la segunda película, El Hobbit: La Desolación de Smaug, la compañía prosigue su viaje a través del Bosque Negro hacia la Montaña Solitaria, pasando por el Reino del Bosque y Esgaroth. Se introducen muchos parajes y nuevos personajes, como Beorn el cambiapieles o Thranduil, que me parece que hace un gran papel como loco también ávido de oro y gemas. Viéndola con un poco de perspectiva, creo que ha sido en esta con la que han tenido que rellenar más para tener el metraje suficiente para hacer tres películas, y eso se nota. Se nota porque si quiere añadir algo que no está en los libros, puedes hacer algo coherente como la historia de Dol Guldur y la vuelta de Sauron (sublime), o puedes meter la pata hasta el fondo. Y eso sinceramente creo que es lo que han hecho. Ya por todos es conocida mi repulsión al romance enano-élfico, supongo que sería con la intención de atraer a las féminas al cine, pero ni así consigue que sea mínimamente creíble. Creo que lo trata bastante mal. Otro punto que directamente se podrían haber ahorrado es la historia en Esgaroth. Creo que no hacía ni falta. Como me sobra el personaje de Alfrid. En este punto se ven muchas similitudes con Lengua de Serpiente, traje oscuro, malas influencias, pero Lengua de Serpiente le pega mil, dos mil o tres mil vueltas a Alfrid, que es un personaje que perfectamente se podrían haber ahorrado.

Pero llegamos al punto que más tenía ganas de ver de las tres películas, que es el encuentro de Bilbo con Smaug. Creo que es majestuoso y está perfectamente trasladado el espíritu del libro a la película. La soberbia y vanidad de Smaug y la humildad y acojonamiento de Bilbo hacen una escena muy digna. Creo dignamente que es el mejor dragón representado en el cine. A partir de aquí, la persecución de los enanos dentro de Erebor es otro añadido que podía haber sido evitado, ya que en la historia original tiene mucho más sentido. No lo cuento, dejándoos la semillita y las ganas de leer el libro para que os enteréis bien. Que se lee muy fácil.

Y en este punto es cuando comienza el final y definitivo capítulo, El Hobbit: La Batalla de los Cinco Ejércitos. Los primeros tres cuartos de hora son espectaculares en los que va cerrando temas y desviándolos para centrarse en el acto final. La muerte de Smaug es tal y como me la había imaginado del libro. Podemos ver a un dragón que hace gala de todas sus artes de destrucción y al que le pierde la vanidad, ya que acaba consumido por ella. Otra de las partes que me encantó es la expulsión de Sauron por parte del Concilio Blanco. Me ha encantado la escena de los nueva Nazgul resucitados y luchando como espectros, sin duda una de mis favoritas de la saga. Por otra parte, he leído por ahí absolutas barbaridades sobre la relación Galadriel – Gandalf. Tal y como yo lo veo, y creo que está perfectamente representado, es la relación que tendría una madre con un hijo. Y eso es lo que es, pura y llanamente. Galadriel existió en la Tierra Media mucho antes que Gandalf, y los dos, por ser inmortales, han compartido muchas aventuras, victorias y derrotas y la relación y afecto que se tienen de amor y respeto es mutuo. Quería dejar claro este punto.

Después de este proceso vemos la locura de Thorin, que ha heredado la enfermedad de su abuelo por el oro y su obstinación y repulsión a compartirlo. Es otro de los momentos que creo que está muy bien reflejado el espíritu del libro en la película. Podemos ver a un Thorin desesperado por encontrar la joya del rey y a Bilbo intentando salvar a un amigo por encima de sus deseos. Es otro de los puntos conflictivos que en este caso se ha resuelto de forma sublime. Quiero destacar en este punto la figura de Balin, para mi gusto, el personaje que más me ha gustado y que mejor ha estado representado. Ver como se desmorona en el momento que Thorin ha perdido la cabeza en el trono del rey a mí me llenó de tristeza.  Realmente es uno de los momentos que están más cargados de sentimientos.

Y llegamos a la traca final. Previo paso por Gundabad y su referencia a Angmar, cosa que no estaba en el libro y que me ha encantado. Es inmediata su similitud con la fortaleza de Minas Morgul y como esta llevada la marcha del ejército de trasgos.  Aun así a mí me parece un momentazo espectacular, donde Peter Jackson nos deja otra perla en forma de fortaleza. Todos los momentos de la película nos han ido guiando a la gran colisión de las cinco diferentes razas: elfos, hombres, enanos (genial los enanos de Dain de las Colinas de Hierro), orcos y trasgos.

Puede que a muchos os parezca excesiva, pero como película de aventuras hay muchos de los duelos que están exigidos y que se deben cerrar o lo grande, y eso es precisamente lo que hace Peter Jackson. Además de mostrarnos las diferentes habilidades de los diferentes ejércitos a campo abierto. La elegancia de los elfos para reventar cabezas, las formaciones de los enanos como si de espartanos se trataran o las diferentes variedades de trasgos y trolls de las montañas, todo ello enriquece más que resta.  Como ya he dicho, los diferentes duelos se cierran perfectos, sobretodo el correspondiente a Thorin contra Azog. En mi opinión, era necesaria la licencia de introducir un orco villano. Los diferentes enfrentamientos a lo largo de la saga han ido creando los elementos necesarios para que al final el enfrentamiento fuera lo más épico posible. Y a mí, como fan, la figura de Azog me ha convencido enormemente. Y eso lleva al punto del enfrentamiento final contra nuestro héroe, un tradicional duelo de espadas llevado perfectamente. Puede que el detalle que me ha faltado al final es un gran funeral para Thorin, que creo que se lo ha ganado.

Ya para concluir, la manera de cerrar la trilogía trabajando las diferentes maneras de conectar con la siguiente trilogía está perfectamente reflejada en la última escena. “No, no más visitas, ni amigos ni parientes lejanos”, genial. Pero no sólo en ese punto, hay muchos detalles que los buenos fans hemos podido apreciar, como el casco de Gloin, que es el mismo que Gimli, o la misión de Legolas de buscar a Aragorn, el destierro de Sauron, o sin lugar a dudas, el Anillo.

Considerando el reparto, está claro que lo que prima en esta saga es la historia por encima del reparto, pero tampoco hay que menospreciar las enormes cualidades del elenco que ha escogido PJ para este proyecto. Además de los ya conocidos, era mandatorio acertar con los personajes principales, es decir, con la compañía y con el protagonista principal. Aquí, Martin Freeman como Bilbo y Richard Armitage como Thorin, que son los grandes protagonistas de la saga, llevan sus papeles al máximo exponente, lo bordan. Tanto Bilbo por su sencillez, como Thorin por su porte y temple, cada uno en sus áreas, pero están de diez. Aun así, cada uno de los miembros de la compañía está perfectamente representado, en especial Balin, que pedazo de actor está hecho Kenneth Stott. Otros de los semiprotagonistas son Thranduil y Bardo, donde Lee Pace y Luke Evans dan fuerza y majestuosidad a sus personajes. Podría pasarme horas y líneas escribiendo sobre los diferentes personajes que han contribuido a crear esta historia, pero destacar los ya citados me parece más que suficiente.

A nivel de producción, y con el tiempo que se ha dado PJ en llevar a cabo el proyecto, era difícil que algo hubiera estado al azar. Son muchos, casi infinitos diría, los recursos a los que ha estado al alcance PJ a la hora de llevar a cabo la producción, otra vez, de la Tierra Media, aprovechando algún decorado o montando otros de nuevo. Para mí, la recreación de Erebor o los detalles tan vivos de Smaug, donde mejor se ha trabajado a nivel de producción. Pero altísima siempre la factura de los detalles, un énfasis personal de PJ y que nunca descuida. El espectador siempre lo agradece, y en este caso ha sido así. Un ejemplo es el momento de Smaug destrozando Esgaroth, absolutamente increíble …

Donde creo que el megaproyecto no ha rallado al mismo nivel que en la anterior trilogía es en las bandas sonoras compuestas por Howard Shore. Las notas producidas para el Señor de los Anillos me parece que son una obra maestra escuches cuando la escuches. Pero en cambio, ese nivel o listón que marcó HS con sus predecesoras, en el Hobbit flaquea un poco. Salvando varios momentos de la primera película, majestuoso el tema de la Montaña Solitaria, la mayoría de los notas son de acompañamiento, en especial en la segunda y tercera película. Aprovechando los diferentes temas de las anteriores, Gollum, el Anillo, Rivendel, me da la sensación que para esta nueva trilogía hay muy pocos temas nuevos. Y eso se nota. A todos recomiendo ver el video que circula del tema principal de la tercera película, interpretado por Billy Boyd «The Last Goodbye». Llorera asegurada.

Ya para finalizar, la valoración general que hago de esta nueva trilogía es muy positiva. Si por mi fuera hubiera cogido la primera media hora de la segunda y la habría puesto al final de la primera, así como el final de la segunda lo hubiera enganchado en la tercera. Me parece que de esa manera hubiéramos tenido la medida perfecta entre historia y ritmo, dejando a un lado el diverso relleno que se ha utilizado, que desvirtúa el cuento, y a su vez la historia. Ya he comentado, que como Azog o Gundabad, hay ciertas licencias que son necesarias y que a mí me han gustado, pero otras ya comentadas no tanto. Lo difícil es tener a todo el mundo contento, con lo que la mejor solución es la de ser fiel al libro he inventar lo menos posible, es mi opinión. Aunque se agradece que estas invenciones de PJ se hagan con el propósito de engrandecer la historia, y eso sí que se lo voy a comprar. Chapeau. Una última despedida en forma de foto a la Montaña Solitaria … snif snif

Yo por mi parte espero que no tengamos que esperar otros 10 años en volver a ver partes de la Tierra Media en la gran pantalla. Historias hay, y muchas, para adaptar y que salgan auténticos peliculones. En fin, espero que os haya gustado tanto como a mí y que mi resumen os traiga un poco más de luz sobre esta maravillosa trilogía.

Por último, os queríamos proponer el siguiente Quiz del Fan:

Dirección

Guión

Reparto

Banda Sonora

Producción

Fotografía

Puntuación

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