Hell’s Paradise (o Jigokuraku en su traducción japonesa) es una obra creada por Yūji Kaku, editada por Shūeisha y publicado por la Shōnen Jump. Ya solamente por la editorial y la revista donde se publica, es una obra de manga a la que deberíamos estar atentos. Si a esto además, le sumamos que MAPPA es el estudio de anime que adapta la obra, el combo es perfecto. La primera temporada del anime ha salido en la temporada de primavera de 2023. No ha sido hasta este verano que me he podido poner al día con esta pedazo de historia.
MAPPA sigue empeñada en estar en los grandes animes del año, y no contento con Vinland Saga, Attack on Titan o Jujutsu Kaisen, trae uno de los animes que más ruido habían generado en X y del que había muchas ganas de disfrutar. Lo primero que quería decir es que la clasificación que se hace de esta serie no me parece del todo adecuada, ya que pretende ir hacia una demografía shōnen, cuando tiene aspectos que la sitúan claramente en un seinen. Sin avanzarnos a lo que comentaremos, el mundo que plantean y sobretodo alguna de sus normas no son aptas para menores.
La historia de Yūji Kaku es muy coral, pero inicialmente se centra en Gabimaru, un ninja de la aldea de Iwagakure condenado por asesinato. Entrenado desde niño, posee ciertas particularidades que hacen que su cuerpo sea muy resistente y una simple katana no puede acabar con su vida, aún maniatado y ofreciendo su cuello al verdugo local. Lo verdugos del Shōgun, los Yamada Asaemon, se interesan por él y estudian su caso. Le acaba convenciendo de que si su deseo es vivir, hay una alternativa, buscar el elixir de la vida en la isla de Shinsenkyo, y si lo encuentra se le perdonarán todos sus crímenes.
La isla de Shinsenkyo es un paraje del que se tiene muy poca información y de los equipos que se han enviado anteriormente a inspeccionar el terreno no ha vuelto ninguno (o de una forma cadavérica cubierta de flores). Ahora, el Shōgun decide aplicar otra táctica, y enviarán a un grupo de condenados a muerte, la escoria de la sociedad, a los que propone perdonar sus penas si vuelven con el elixir de la vida y el Yamada Asaemon asignado. A Gabimaru se le asigna Sagiri, la Yamada Asaemon que va a buscarle a la aldea de Iwagakure.
Antes de ir a la isla, todo era entrenamiento y fuerza bruta, salvo unos pocos que podían utilizar el Ninjutsu, como el propio Gabimaru. A medida que nos adentramos en la isla, se van a ir viviendo algunas etapas diferentes que establecen una normativa de como funciona el mundo en la isla de Shinsenkyo. Lo primero de todo es el Tao, una combinación de la Fuerza de Star Wars y el chakra de Naruto, que sustenta todo el poder de la isla y que da poder a cada persona, si se sabe controlar. En una mezcla de armonía y comprensión del entorno, esta primera temporada nos abre a la comprensión del Tao que propone Kaku.
Para tener un gran poder (tao) es necesario seguir una serie de entrenamientos que permitan sentir y dejar fluir esa fuerza que rodea a todo. Métodos tales como la respiración, entrenamiento físico, meditación o el estudio de los órganos del cuerpo son necesarios para comprender la realidad del Tao que cada uno posee. El quinto elemento, el más polémico, es el del yin-yang, que propone una forma de obtener tao a través de las relaciones sexuales entre dos seres compatibles, ya sean masculinos o femeninos.
Estos métodos los han perfeccionado los tensen, unos seres que llevan gobernando la isla durante más de 1.000 años y a los que este grupo de delincuentes van a poner a prueba. Son tan poderosos ya que consumen el mismo elixir de la vida que Gabimaru y sus compañeros han venido a buscar. Se le llama Tan y es un elixir que se obtiene de la vida de las personas normales que han conseguido capturar los tensen o sus secuaces. Recuerda un poco al arco de las hormigas de Hunter x Hunter. La historia es compleja pero a la vez simple y va a permitir el desarrollo no sólo de Gabimaru y de Sagiri, sino de algunos de sus compañeros, tales como Yuzuriha, Chōbei y su hermano Yamada Asaemon, entre otros. Sus motivaciones son importantes de cara a ver su desarrollo, que gracias a dios es bastante y deja reflexiones interesantes.
Jigokuraku es una mezcla muy potente de buena animación, guion y banda sonora. Ambientada en una época un tanto clásica, mezcla elementos de muchos animes que han brillado en la Jump por su género de peleas (hemos mencionado algunos a lo largo del post). Salvo alguno de sus detalles totalmente evitables, estamos ante un anime maduro, para un público adulto y que va a permitir a MAPPA seguir en la estela de grandes títulos. Lo mejor, que no estamos antes uno de esos shōnen de más de 500 episodios. La historia de Jigokuraku es corta y eso son muy buenas noticias.
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