¡Qué corta se ha hecho esta segunda temporada! Kimetsu no Yaiba fue la gran sorpresa hace un par de años dejando una primera temporada absolutamente espectacular. Fue el mejor anime de ese año y la historia de Koyoharu Gotouge descubría unos personajes que iban a dar mucho que hablar. No dejaba de ser un shönen clásicos de peleas reinventado, cogiendo los clásicos valores que promulga la Jump! para las publicaciones de su revista: amistad, familia y luchas de superación personal.
Si bien las expectativas eran muy altas, el éxito de la continuación de la historia fue tan grande como inesperado. En este caso la adaptación del arco del ‘Tren Infinito’ iba a ser en forma de película y llevada primeramente a los cines. Ni que decir tiene que se ha convertido en la película que ha roto todos los récords de recaudación, superando a obras maestras como ‘El Viaje de Chihiro’. De cara a adaptar este arco al hilo principal se ha convertido la película en una miniserie animada de 7 episodios que ha servido de introducción para la nueva temporada en el arco del ‘Distrito Rojo’.
Después de lo visto en el arco del ‘Distrito Rojo’, otro de los grandes beneficiados va a ser Ufotable, que se aúpa aún más como una de las referencias de mejor animación a nivel mundial. Lo que han conseguido en esta segunda temporada es una maravilla visual sin precedentes. La textura de los personajes y las diferentes escenas, los movimientos rápidos de las batallas y las secuencias de los choques en los combates son una auténtica maravilla. Otro detalle que me ha gustado mucho, nunca había visto el fuego animado de una forma tan realista.
Este nuevo arco va a contar solamente con 11 episodios pero hace un poco de trampa, ya que se sale de la duración habitual de los capítulos de anime clásico. El primero de la temporada dura algo más de 40 minutos y el último algo más de 30. Tiene truco. El primer capítulo se centra principalmente en la recuperación de los protagonistas de los eventos ocurridos en el Tren Infinito. El vacío que deja la figura de Rengoku es muy grande y la visita de Tanjiro a casa del antiguo Pilar de Fuego es imprescindible para poder seguir investigando la Respiración Solar.
El dolor todavía es reciente y deja escenas que pueden sacar alguna lágrima, pero la serie no deja lugar al respiro. Al llegar a la finca Mariposa surge la figura de Tengen Uzui, el Pilar del Sonido. Tengen tiene la misión de investigar las desapariciones que están ocurriendo en el Distrito Rojo. Al ser el Distrito un lugar de chicas de acompañamiento va a la finca Mariposa a buscar gente que le pueda ayudar. Afortudanamente los que van a salir a su encuentro serán nuestros 4 protagonistas: Tanjiro, Nezuko, Inosuke y Zenitsu.
Al llegar al Distrito Rojo comienza la fase de investigación y la serie entra en una fase muy divertida. Ver a Inozuke, Tanjiro y Zenitsu hacer de chicas de compañía es diferente. Sobretodo mejora el personaje de Zenitsu, el cual tiene un papel muy potente esta temporada, abandonando durante casi toda la temporada esa faceta de débil y llorón que causa un poco de pereza. Pero en uno de los cliffhangers de la temporada y después de los créditos, se muestra a Daki cazando a Zenitsu.
A partir de ahí comienza una lucha sin cuartel que deja detalles y marca la evolución de muchos personajes. Ya mencionado el papel que juega Zenitsu, Inosuke en mi opinión es un personaje que queda muy plano en su desarrollo durante esta temporada. Evoluciona muy poco. El que sí que va dar pasos adelante es Kamado Tanjiro. Se irán desvelando secretos de la respiración solar y se profundizará en la relación con su hermana. Nezuko también evoluciona en sus poderes y además un deja un momento estelar cuando debe ayudar a su hermano en su lucha contra Daki.
Pero Daki guarda un secreto, la Sexta Creciente no la forma solamente la oiran, sino que en las sombras aguarda una temible forma, Gyutaro. Gyutaro es el hermano de Daki y ambos juntos forman la Sexta Luna Creciente, para poder derrotarlos se ha de hacer de forma simultanea. Y su poder es temible, aún siendo la menos poderosa de las Crecientes. Ya lo he comentado antes, pero las escenas de la lucha de Tanjiro y Tengen contra Gyutaro o de Zenitsu e Inosuke contra Daki son de lo mejor que se ha hecho en animes de combate de siempre. Menudo despliegue visual de Ufotable.
Pero no es solamente en la animación donde tiene su gran virtud Kimetsu no Yaiba. El desarrollo de los personajes permite conocer historias que llegan hasta el kokoro. En especial esa dualidad que se da en esta temporada donde dos parejas de hermanos se enfrentan entre ellos. Ver como la actitud de uno y otro hacia la calamidad hace que sus vidas se desarrollen de una forma diametralmente opuestas. Gyutaro y Daki como demonios. Tanjiro y Nezuko como humanos. Y luchando por volver a encontrarse de una manera feliz. De cómo en ese momento tan brutal que todo parece perdido, es importante la referencia a la que te agarras. En el caso de Gyutaro y Daki fue una Luna Creciente. Para Tankiro y Nezuko fue Urokodaki. Odio y amor. La eterna lucha sigue.
Tanto el opening como el ending de esta temporada han sido muy disfrutables y animados. Ya confirmada la tercera temporada solamente queda alabar los esfuerzos que se ha hecho para adaptar tan bien la obra de Koyoharu Gotouge. En el siguiente arco se centrara en ‘La Aldea de los Herreros’, pueblo al que irá Tanjiro para conseguir una katana más adaptada a su respiración solar. Muchísimas ganas que llegue.
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