Pues sinceramente, después de pasar por el cine ayer viernes para ver el estreno de la Fiesta de las Salchichas no tenía muchas ganas de escribir nada, porque sinceramente nada me dejó interesante. Allá lejos quedaba un tráiler la mar de chulo que descubre uno por internet hasta que se da cuenta de quién escribe la historia, Seth Rogen y Evan Goldberg, entre otros. Suyas son las ‘famosísimas’ Supersalidos, Acabar con tu jefe y un largo etcétera de películas que ni quiero ni pienso ver.
No sé por qué, iluso de mí, creía que este caso sería un tanto diferente, ya que la idea es muy original. Una historia que se desarrolla en el supermercado de unos alimentos que viven engañados, creyendo que cuando son comprados alcanzan la gloria eterna, acompañando a los dioses (los humanos) a sus casas.
Aquí entran Frank, la salchicha, y sus aliados, un kebab, un donut y un panecillo. Después que la señora mostaza volviera a su lugar en el mostrador del super, ya que había sido comprada y había visto lo que de verdad ocurre en las casas de los dioses, Frank comienza a cuestionarse su existencia y como hacer frente a la situación. Sinceramente me parecía una buena idea, una especie de Toy Story pero para adultos.
Intentando ser lo más objetivo posible, la idea original está bien, pero el desarrollo es tan escabroso que destroza cualquier tipo de ejecución. La película empieza bien, tiene gancho, el baile inicial me recordó al más puro estilo La Bella y la Bestia, con todos los ingredientes, bailando, cantando y saltando. Luego, cuando yo por fin se cierra el supermercado empieza la bacanal, nunca mejor dicho.
Y es que la historia está llena de conceptos obscenos y vicios por doquier. Sexo, homosexualidad, drogas y duchas vaginales. Y a lo bestia. Entremezclado en este tema, hay momentos hilarantes. En serio, hay que reconocerlo también, que me he sentido a pares entre incómodo por el contenido del filme, pero también atento a cuál iba a ser la siguiente burrada que hiciera que dolieran las tripas de tanto reír.
Ver a un Stephen Hawking de chicle con su silla, un Hitler de chucrut, los kebabs árabes contra la comida kosher judía, un accidente que te lleva a una escena de la segunda guerra mundial, los burritos mejicanos y su far west, y demás países representados ha sido divertido. Todo esto, acompañado de un supermercado que representa al mundo en general, y ninguno se queda sin representación. Los guiños son continuos, haciendo simpático el visionado, en este sentido, la película cumple bastante bien.
En fin, como se puede observar, y aunque su aspecto pueda engañar al personal, esta es una película para adultos. Todavía no entiendo como la señora que tenía delante con la su hija de 10 años aguantó estoicamente hasta el final de la película. Para no haber querido escribir nada sobre ella, creo que os he dejado una ligera idea de que es lo que vais a encontrar. Nada nuevo, y agarrémonos, porque el equipo de Rogen ya prepara la continuación, en este caso, ya voy sobre seguro y no me engañaran.
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La fiesta de las salchichas: por Javier GF https://t.co/fEad16WHfK
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jajaja como siempre tus críticas me desconciertan, dices que no te gusta y parece mejor que peor la película leyendote. No creo que le de la oportunidad, como ya te dije si seth Rogen está tras en guión, seguramente la película no tendrá sentido aunque te hará reir.
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Pues te le has hecho la mejor definicion. Guión basura, pero con elementos que por lo menos no hacen que la película sea un auténtico descalabro. Cruce de sensaciones, a pequeños ratos divertida, a ratos largos obscena y provocativa. No merece la pena.