¡Y que vivan las frikadas navideñas! La leyenda del samurái: 47 Ronin es una película basada en una antigua leyenda japonesa, que cuenta como 47 samuráis, convertidos en Ronin al haber sido traicionados, buscan venganza por el asesinato de su señor. La película está ambientada en el Japón feudal y como grandes personajes tenemos a Kai (Keanu Reeves), un niño de origen oscuro que busca la aceptación de una sociedad que le desprecia, y Oishi (Hiroyuki Sanada, El Último Samurái), jefe del clan traicionado y que buscará por todos los medios de hallar venganza. Cuando ví el cartel me juré que no iría a verla, que no merecía la pena (craso error, ahora me arrepiento de no haberlo hecho en 3D). Como he comentado la película está ambientada en el Japón feudal. Uno de los grandes puntos de la película son los paisajes y la fotografía, que es espectacular, dan ganas de ir a Japón ya. Otro de los atractivos es introducirse en el mundo de los samuráis. Un mundo gobernado por la disciplina, obediencia, respeto y el honor. Todos los detalles se han cuidado con esmero: atuendos, palacios, costumbres. Un atractivo si te quedaste con ganas de más en El Último Samurái. Otro de los aspectos que hacen de esta peli apetecible es la fantasía que la rodea. Se ha introducido el elemento mágico que refuerza la trama del film y te hace mantener la intriga, no sabiendo que sorpresas deparará la aventura. En lo técnico la peli cumple con creces. Como ya he comentado uno acaba enamorado de Japón con la fotografía de los paisajes, la grandeza de sus castillos y sus bosques. La banda sonora está compuesta por un ya conocido Ilan Eshkeri (ojo a este compositor!) y la verdad es que es muy envolvente, dándole punto más a favor para interesarse por la peli. No sigo contando más detalles porque si no, no acabaría. Mi conclusión: una peli de aventuras pura y dura que sólo busca entretener. No se ha buscado nada más que eso, y cumple a la perfección, fueron casi dos horas las que estuve en el cine, pero reconozco que no se me hizo pesada en ningún momento. Hombre, el bueno de Keanu está un poco pasado de vueltas (que larga es la sombra de Matrix!), pero cumple, así como cumple igual de bien Hiroyuki Sanada (me flipó en El Último Samurai y aquí también se sale). No pasará a la historia pero no era ese su objetivo, por ello se lleva una buena nota.

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