Las Gotas de Dios

23 marzo 2025 - Por

El viaje que propone «Las Gotas de Dios» es una auténtica delicia. Consigue atraer al espectador a un mundo que rara vez se ha visto en la pequeña pantalla. Honestamente, no fue hasta que avanzó un poco la trama de la serie y me puse a investigar el origen de la historia que me di cuenta de que esta obra es una adaptación de un manga. Basado en la obra de Tadashi Agi, seudónimo de los hermanos Shin Kibayashi y Yuko Kibayashi, grandes aficionados al vino, e ilustrada por Shu Okimoto para Kodansha, el viejo enológico que propone «Las Gotas de Dios» no os lo podéis perder.

Es agradable comprobar la gran recepción de esta obra sabiendo su origen. Se puede entender que cuando Apple TV+ anunció la adaptación de este exitoso manga, hubiera dudas sobre adaptar una historia basada en personajes japoneses. «Las Gotas de Dios» derriba todos los prejuicios que pudiera haber, sabiendo su origen, aunque para ello tenga que cambiar personajes al introducir una protagonista francesa. Aplicando cierta perspectiva, dado que Francia es uno de los mayores productores de vino y la serie gira en torno a la gastronomía y los vinos gourmet, la idea tenía sentido. Afortunadamente, la serie está muy bien hecha, a pesar de los pequeños cambios con respecto al material original.

Producida y ambientada entre Francia, Italia y Japón, la historia gira entorno a un reconocido crítico de vinos y profesor de enología, Alexandre Léger (Stanley Weber). Léger ha fallecido, dejando atrás a una hija con la que se ha distanciado, Camille (Fleur Geffrier), quien no lo había visto desde que tenía nueve años. Alexandre ha dejado en herencia una vasta (y costosa) colección de vinos, pero Camille tendrá que lucharla, ya que aparece Issei Tomine (Tomohisa Yamashita), protegido de Alexandre, con quien competirá por la herencia. 

La competición que ha ideado Léger obviavemente se centra en un entorno enológico. Nos hace empatizar de primeras con el personaje de Camille, ya que como la mayoría, no tenemos conocimientos avanzados de vino. Poco a poco iremos aprendiendo, como Camille, las maravillas del mundo de la enología. Iremos más allá de las catas convencionales y nos adentraremos en un mundo de grandes secretos, que no todos tienen que ver con el vino.

Con solo ocho episodios, Drops of God profundiza más allá de la competencia entre sus dos entrañables protagonistas. Camille, que se nos presenta como una persona con una trauma de la infancia al beber alcohol, debe superar sus sentimientos hacia su padre para ganar. Issei, quien proviene de una familia adinerada, se niega a dirigir el negocio familiar (de diamantes) y se abre camino para convertirse en un experto en vinos, decidido a demostrar su valía ganando la competencia.

Si de algo me quedo de esta serie es la relación que se crea entre Camille e Issei. Aunque estén compitiendo por la herencia de Alexandre, se crea un vínculo muy interesante. Lo que comienza siendo una relación tensa y fría, poco a poco va madurando a algo que es mucho más profundo. Incluso hay un momento en el que Camille, quien al principio de la serie siempre les dice a sus amigos «lo odio», comienza a suavizar su postura hacia Issei a medida que se van acercando: «Creo que me cae bien». Geffrier y Yamashita ofrecen excelentes actuaciones. Es especialmente impresionante verlos cambiar de idioma (inglés, japonés y francés) en una misma escena.

Otro de los temas que aborda la serie el significado de la paternidad a través de diferentes premisas. Tenemos a Hirokazu (Satoshi Nikaido), Alexandre Léger e Issei. Si bien Alexandre no fue el mejor ejemplo de buen padre, ausente de la vida de sus hijos, Hirokazu es todo lo contrario. Es un padre muy cariñoso y atento que, a pesar de los deseos de su esposa de que Issei forme parte del negocio familiar, apoya el sueño de su hijo de convertirse en un experto en vinos. La severa madre de Issei, Honoka (interpretada Makiko Watanabe), intentará impedir el ascenso y vocación de su hijo apelando al honor y las tradiciones japonesas.

El director Oded Ruskin muestra la belleza y la pasión por el vino, incluyendo las visitas en bodegas, el placer del aroma por el vino y el gusto en el paladar de cada sorbo de exquisito elixir. La cinematografía es sencillamente impresionante, especialmente a medida que Camille recorre su enciclopedia de aromas mientras se exhiben y exploran estanterías tras estantería. Por momentos, se siente como un drama fantástico ambientado en el mundo del vino. Las imágenes y las descripciones de cada vino ofrecen incluso al bebedor más casual una apreciación más amplia de la artesanía y quizás la oportunidad de explorar una variedad diferente en la próxima comida.

Es cierto que durante los primeros capítulos el ritmo se percibe algo lento y prolongado. La serie encuentra su ritmo a medida que comienza la competición y conocemos mejor a los personajes. En resumen, “Las Gotas de Dios” es una historia bellamente narrada sobre la búsqueda de una familia, a la vez que es una carta de amor a los enófilos y su mundo. Una maravilla oculta entre todo el catálogo de series, como una botella de vino exquisito escondida entre las 87.000 botellas de la bodega de Léger.

Dirección
Guion
Personajes
Banda Sonora
Ambientación
Puntuación
Puntúa el post
1 Star2 Stars3 Stars4 Stars5 Stars (No Ratings Yet)
Cargando...

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

About Javier GF

Editor en la Septimacaja. Ingeniero de profesión, deportista como afición. El espacio es una de mis mayores pasiones, entender como funciona el mundo es indispensable para poder cambiarlo. Devorador de series y agitador de aquellos que nos quieran colar pelis de SerieB como grandes estrenos.

Category

General

Related posts