Me gustan mucho los Space Opera. Y más si se hace con un cariño y una calidad en la animación como ha llevado al estudio Production IG al reversionar con el título de ‘Legend of the Galatic Heroes. The New Thesis’. Esta fue creada por Yoshiki Tanaka en una saga de novelas que se editaron entre 1982 y 1987, cuando la fiebre por la carrera espacial y la ciencia ficción se asentó definitivamente en Japón. Como buen producto del media-mix japonés, pronto dio el salto a tener formato de manga (publicado entre 1986 y el año 2000 en más de 11 tomos), videojuegos y anime.
Estas adaptaciones al anime fueron producidas por Kitty Films entre 1988 y el año 1997, en un formato dual. Por una lado tenemos la serie que se compone de 110 episodios, pero se han basado en las OVAs que se hicieron de forma expresa para tratar cada volumen ideado por Yoshiki Tanaka. Ahora, como decía antes, la gente del estudio Production IG nos trae un versión con una animación mucha más detallada, adecuada al formato actual pero respetando el espíritu de la obra de Tanaka.
Y me ha encantado. ‘Legend of the Galactic Heroes’ se sitúa en un futuro lejano donde la humanidad ha abandonado la Tierra en busca de más recursos y supervivencia ante un planeta que se agota. Las ideas y venidas, perfectamente explicadas, han hecho que haya 3 facciones principales. Dos de ellas se encuentran en un conflicto que permanece desde hace 150 años, que son la Alianza de los Planetas Libres y la otra es el Imperio Galáctico. El tercer elemento que tiene algo que decir en este caso es el territorio de Rezzan, que como suiza de turno, velará por sus propios intereses, principalmente económicos.
En una suerte de lucha del pasado contra el futuro, el Imperio se inspira en todos los valores de antaño. Caracterizado como el imperio prusiano de antes de la Primera Guerra mundial, es un pueblo que se basa en la división de nobles y plebeyos y hereda todas las tradiciones nórdicas. Acompaña también el entorno , el diseño barroco de los naves, vestidos y edificios. Por otro lado, la Alianza de Planetas Libres es una sociedad democrática que representa la evolución y la modernidad. Con unas grandes edificaciones más modernas, se ven como un alianza de Naciones unidas postguerra mundial, con edificios impresionantes.
Ambas facciones van acabar mimetizadas por dos figuras tan emergentes como valiosas. Por un lado, en el Imperio Galáctico se alzará Reinhard von Lohengramm, un genio militar que tiene unas intenciones en las que principalmente aparece salvar a su hermana Annerose de la garras del emperador, pero que sueña con algo mucho más grande: conquistar todo el universo. Para ello contará con la ayuda de su fiel escudero Siegfried Kircheis, amigo de la infancia y con el que comparte un vínculo mucho más grande que la sangre azul de los nobles.
En el lado de la Alianza de Planetas Libres, durante la batalla inicial de Astarte, emerge la figura de Yang Wen-li, privando de la victoria total a Reinhard von Lohengramm. El bueno de Yang Wen-li pertenece al ejército de una manera rocambolesca. Con el objetivo de sacarse el título de historiador, se una la división táctica de cara a poder sufragarlo, pero las coincidencias hacen mella en su objetivo. Es un gran estratega y mejor planificador. Una mente como la suya rara vez aparece y el ejército republicano quiere exprimir la gallina de los huevos de oro en su guerra contra el Imperio.
Esta lucha iniciada en Astarte marcará el comienzo de una gran disputa que por las características especiales del anime me ha hecho recordar las batallas que se llevaron a cabo entre Publio Cornelio Escipión y Aníbal o Erwin Rommel y Montgomery durante la Segunda Guerra Mundial. Y es que el tablero que presenta Yoshiki Tanaka tiene eso de parecido. Los países están separados por un pasillo intergaláctico controlado por una fortaleza, Iselhorn (una suerte de Estrella de la Muerte inmóvil) que permite el paso de las naves de la facción que la controla.
Es una pena que la adaptación de Netflix no haya profundizado del todo en la historia de Yoshiki Tanaka, creo que la historia original traida por Kitty Films presenta detalles que hacen comprender mejor el porqué de las acciones de cada uno de los personajes. Y si bien es cierto que que Reinhard von Lohengramm y Yang Wen-li monopolizarán mucha pantalla, donde triunfa ‘Legend of Galactic Heroes’ es en tener un reparto que permite plantear situaciones durante el desarrollo de la historia muy complejas.
Es cierto que donde más brilla es en el enfrentamiento de nuestros dos héroes. Una batalla militar sin cuartel, pero la serie va mucho más allá. Evidentemente bélico, permite tratar temas alrededor de la guerra que no han de ser olvidados. El significado de la guerra, ¿cuál es su causa? En ambos lados hay luchas de poder, se producen revueltas y levantamientos. Estrategias que buscan desestabilizar al adversario. Es un cóctel muy habilidoso de conflicto, moral, política y filosofía en el que se podrán ‘revivir’ ciertos eventos por desgracia famosos de la historia humana, pero llevados al terreno de galáctico (Bloddy Sunday, infinidad de golpes de estado, toda la retórica nacionalista japonesa de la Segunda Guerra Mundial, etc).
Gracias a Production IG se va a poder disfrutar de una animación acorde a los tiempos modernos. Evidentemente para toda la representación de naves (muy trabajadas) se ha contado con el CGI. Eso ha ayudado a poder contemplar estampas dignas de pantalla grande. Para el cara a cara, se ha utilizado la animación más tradicional, cosa que se agradece. El opening y el ending son buenísimos, trabajados de Hiroyuki Sawano, no cabía esperar mejor resultado. A nivel OST, si que es cierto que tiene un par de temas muy potentes, pero me hubiera gustado un poco más de variedad, se repiten demasiado.
Creo que ‘Legend of Galactic Heroes’ es algo que hay que experimentar. Tanto si es ‘La Nueva Tesis’ como la historia original, estamos hablando de un space opera convertido en clásico de los animes de ciencia ficción. Aquí os dejo el trailer por si animais:
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