«Uno para todos, y todos para uno»

Legendarios como famosos son los nombres de Athos, Porthos y Aramis, como también lo es de el joven D’Artagnan. Ésta vez, los conocidos personajes de la novela de Alexandre Dumas Père vuelven para entretenernos de la mano de Paul W.S. Anderson (distinguido por sus adaptaciones de videojuegos como Mortal Kombat o Resident Evil)

Athos, Porthos y Aramis se hacen con los diseños de una espectacular máquina de Leonardo Da Vinci, pero en el auge de su victoria Milady los traiciona despojándoles de los diseños y de las ganas de seguir sirviendo a Francia. Acabados y obsoletos, los tres grandes mosqueteros se verán reducidos a la bebida y la monotonía, hasta que, el jovenzuelo y chulesco D’Artagnan, entra en sus vidas devolviéndoles la oportunidad que esperaban para salir de la aburrida rutina.

Nuestro querido director Paul W.S Anderson dota a esta nueva entrega de numerosos elementos fantásticos impropios del siglo XVII, como ametralladoras, lanzallamas o dirigibles; pero digamos que su utilización es lo suficientemente correcta como para dar un ambiente creíble a esta fantasiosa entrega. Se hace de nuevo uso de escenas a cámara lenta como ya ocurrió en la película del 2001 titulada El Mosquetero.

Contando con que los personajes son los mismos de siempre y la historia no da para estirarla mucho más, Paul incluye escenas que le dan un nuevo toque (más bien ese toque personalizado de Paul) haciendo que se tilden videojuegos tan famosos como Assasins Creed (podremos observar escenas en las que Aramis y el famoso Altair guardan un curioso parecido)

La puesta en escena de los actores está lograda, destacando un buen trabajo de Milla Jovovich (Milady) y Logan Lerman (D’Artagnan) así como Orlando Bloom que no deja de hacernos ver que el estilo Piratas del Caribe también está presente en el film.

Lo dicho, el film despliega fantasía y elementos no adecuados para la época a borbotones, pero no pierde en ningún momento el hilo y el entretenimiento, consiguiendo que guste a jóvenes y adultos por igual. Las escenas de espada de las viejas películas, las escenas de acción y las sorprendentes batallas os harán disfrutar de un buen rato.

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