La sensación que deja ‘Los tres mosqueteros: D’Artagnan’ es que el cine de aventuras clásico aún vive. En este caso viene de Francia, lugar de origen de la leyenda de D’Artagnan y los tres mosqueteros. Aunque la historia de Los Tres Mosqueteros ha sido traída con bastante asiduidad a la pantalla, la propuesta del director Martin Bourboulon cuenta con elementos suficientes para darle una nueva oportunidad. Y lejos de ser una historia inclusiva, me ha sorprendido su realismo (salvo por un par de detalles) y su ambientación.
En cuanto ví el trailer, la película me atrapó. Tenía miedo de que este caso fuera otro de una larga lista de blockbusters en las que el trailer era lo único potable y que la cinta fuera un fracaso. No son pocas las veces que esto ha pasado, pero ‘Los Tres Mosqueteros: D’Artagnan’ contaba con un reparto de lujo, una ambientación excelente y una historia ya conocida, pero renovada para hacerla más oscura y más creíble, huyendo del género de aventuras infantil y atacando un público algo más adulto. Y no pude evitar acercarme a disfrutar de una historia de época.
Esta renovación hace que necesariamente los personajes vuelvan al punto de partida y los espectadores debamos descubrir quienes eran los tres mosqueteros y un imberbe D’Artagnan (François Civil). Para los que son más jóvenes y no han leído a Alejando Dumas, la película funciona muy bien ya que sirve para situar el origen de D’Artagnan y poner cara a Athos (Vincent Cassel), Porthos (Pio Marmaï) y Aramis (Romain Duris). Para los que somos más veteranos y conocemos la historia, supone revivir algún episodio de juventud y saca una cierta sonrisa como el hecho de la forma en la que este particular cuarteto coge forma.
D’Artagnan es hijo de mosquetero, y como su padre antes que él, quiere servir en el cuerpo de mosqueteros. Los mosqueteros actuaban de guardia real del rey de Francia, y en la historia que se nos presenta, van a ser más necesarios que nunca. La gran partida de ajedrez que plantea Bourboulon va a tener diferentes fichas que se moverán de forma simultánea. Ya desde el primer momento se nos presenta una historia con un ritmo trepidante, sin dar respiro y con una mezcla de género en un equilibro perfecto entre romance, acción, humor, tensión, política e intriga.
En una siempre tensa relación, Francia está sumida en una guerra religiosa en la que católicos y protestantes no se pueden ni ver, cualquier chispa hará estallar una nueva guerra civil. Cada uno de los bandos que las forman tienen sus intereses, en unos casos políticos, otros amorosos y en otros, sueños de grandes hazañas, fama y gloria. Con el apoyo de Inglaterra (y de ciertas facciones de la corte del rey interesadas en un cambio de poder), los protestantes planean un golpe contra el corazón del reino francés. Los tres mosqueteros y su nuevo aprendiz llevarán a cabo una investigación donde lo más corrupto de la corte saldrá a la luz.
El acérrimo enemigo de los mosqueteros siempre ha sido el Cardenal Richelieu. Aunque afortunadamente en esta versión el Cardenal no va a poner tantos palos en la rueda de nuestros héroes, sino más bien otro personaje muy cercano a él, Milady de Winter (Eva Green). Siempre magnética, siempre intrigante, a Eva Green le sientan muy bien los papeles de villana. Ya desde el primer momento D’Artagnan sabrá cómo las gasta ya que la película arranca con una traición y una matanza en la que D’Artagnan partirá a la búsqueda de su agresor.
Aparte de los personajes, los grandes atractivos que tiene la serie es la ambientación y la banda sonora. Ambientada en el siglo XVII, todo está pensado para que la inmersión del espectador sea la más fiel posible. Los duelos a espada, las persecuciones a caballo, la ornamentación de la casa de los borbones franceses o la exuberancia inglesa. Todo muy bien adaptado. Si a eso le sumas la banda sonora de Guillaume Roussel el resultado es muy agradable de ver. Las interpretaciones también son muy notables, tanto en los más experimentados como Vincent Casell o Eva Green, como en los no tan conocidos (mención especial a Romain Duris como Aramis).
A medida que iba avanzando la trama te atrapa con más fuerza. Las poco más de 2h que ocupa la película pasan en un suspiro y cuando finaliza entiendes muchas de las cosas que se han ido sucediendo. Algunos personajes que se han ido desarrollando o historias entre ellos que pudieran resumirse acaban con el anuncio de que el año que viene vendrá la segunda parte de esta historia, titulada ‘Los Tres Mosqueteros: Milady’. Una historia que personalmente seguiré con mucho interés.
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[…] todavía nos he convencido de que vayáis a verla, darle una oportunidad a la primera película, D’Artagnan y seguro que os quedáis con ganas de más. Es la gran sorpresa y muy posiblemente de las pocas que […]