Hace ya un par de semanas que se estrenó y otra más desde que la ví, pero ni el tiempo ni las palabras me han ayudado a lanzarme a escribir sobre una de las últimas propuestas de Netflix que tiene como atractivo además, que Brad Pitt es su protagonista.
La película nos cuenta la historia del general Stanley Mcchrystal un hombre de profundas convicciones y que vivió para el ejército americano que se vio con el reto de enderezar una de las guerras más complicadas de los EEUU, la de Afganistán. El gran problema al que se enfrenta Mcchrystal es que está al mando de una guerra que no avanza y no cuenta con el apoyo de su presidente, Obama que sabe que no puede retirar tropas pero no quiere estar alli.
Como todas las películas de Netflix el gran encanto de sus producciones está en el guión, no tanto en la puesta en escena ya que la plataforma no es de despilfarrar. Me ha sorprendido, para ser una produccion Netflix lo flojito del ritmo en la historia. Tardó mucho en engancharme y hasta que no terminó no entendí lo que me quería contar con lo que aunque como crítica a una serie de puntos sobre la guerra tarda mucho en llegar a una conclusión.
Es bonito ver una película que no plantea una dura crítica contra la guerra, como estamos acostumbrados sino más bien plantea una situación en la que queda claro lo que persigue cada uno y cómo las piezas no encajan, no tanto la guerra sino más bien la situación.
Por un lado Mcchrystal, consciente de que para dar sentido a la ocupación en Afganistán hay que mover ficha, no es suficiente estar en el país sin más. Por otro lado la comunidad internacional entre la que se incluye su mismo presidente, que no quieren saber nada de la guerra y van a aportar el mínimo de recursos posibles para no enfrentarse a la prensa. Por último El pueblo Afgano que no sabe a quién tener más miedo, si al ejército americano o a quien se enfrentan de modo que no se pronuncian en ninguna de las direcciones. Es frustrante enfrentarse a un problema cuando no recibes ayuda y eso es lo que le pasa a Mcchrystal , su empeño y energía no serán suficiente para cambiar una guerra que no avanza en ningún sentido.
Máquina de guerra va de Brad Pitt haciendo dos horas de Aldo Rayne.
— Beltenebros (@Sinmiescudo) May 29, 2017
Para contar la historia se utiliza a Brad Pitt en el papel del General McChrystal. Su interpretación no me ha gustado nada. Creo que ridiculiza a un tipo que llevó una carrera ejemplar, cambió la guerra de Irak con su metodología y que no debe ser nada tonto. Le imita hablando como si fuese tonto, ver cómo corre es peor, no transmite nada bien lo duro que debía ser el tipo. He querido ver cómo es él en verdad para ver si Brad Pitt le ridiculiza o sólo le imita, pero francamente me parece mucho màs acertado el carácter que muestra Russel Crow en su leve aparición que el que intenta mostrar un brad pitt al que le faltan arrugas para el personaje que interpreta. Sin duda Pitt, es de lo peor de la película.
En fin, como película para comprender la maquinaria que hay por debajo de toda una guerra que tiene a toda la OTAN movilizada es simpática, pero ofrece un entretenimiento flojo y su mayor reclamo (Brad Pitt) es su peor pieza. Estaré encantado de discutir al respecto si no estáis deacuerdo conmigo.
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