Un año más Barcelona acogía su edición del Salón del Manga, con esta van 29 veces las que se organiza el evento, 2a vez en la Fira de Barcelona, con capacidad de acoger a un gran número de personas, es el mismo reciento donde se realizan grandes eventos como el Mobile World Congress. Esta (entre otras razones) ha hecho que el evento vuelva a superar su récord histórico de asistencia. Acudieron al evento más de 165.000 personas.

Este evento siempre se organiza en el puente de la Immaculada, aprovechando los días de fiesta y pico de turismo en la ciudad de Barcelona. Este año ha durado del jueves 7 al 10 de Diciembre. En mi caso solamente tuve la oportunidad de acudir el último día del evento, pero fue suficiente para poder experimentar la creciente popularidad que está cogiendo el género, demostrando que está más vivo que nunca.

En esta edición número 29 el público que se encontraba en el reciento cada vez era de un espectro más amplio. Tradicionalmente el manga y el anime se ha centrado siempre en demografías más bien adolescentes (shônen o shôjo como se denominan en Japón). Al menos son las demografías en las que se centran las obras más emblemáticas del género. A medida que ha ido creciendo la gente se los editores de manga y anime han planteado historias más acordes con la franja de edad (seinen o josei) más madura, pero sin abandonar su pasión por el género.

Esto se ha visto reflejado en la asistencia al evento, ya que se podía ver gente de todos los espectros de edad, padres de familia con toda su camada, grupos de jóvenes y algunos rezagados sin acompañante, que van a vivir la experiencia de conocer gente y compartir una pasión que puede que sus entornos no se acabe de entender.

Por supuesto, como buenos otakus, la mayoría de personas llevábamos algo que hiciera visible nuestra pertenencia a este género. Había de todo, desde camisetas, sudaderas, pero lo que más (y cada vez mejor) los cosplayers que cada año parecen que quieren superarse. Había de todo, aunque lo que parece que ha triunfado más este año es el tatuaje de Sukuna de Jujutsu Kaisen o las ojeras de los Portadores de Titanes de Attack on Titan. Ha habido también Warhammer 4k, un perfecto Nanami, mucha gente disfrazada de Kimetsu no Yaiba, pero el grupo que se lleva la palma fueron unos que iban de Fullmetal Alchemist (un Alphonse estelar) con ¡Nina! en un carrito. Puede que fuera pasarse el juego.

A parte de las ya conocidas estaciones donde se puede encontrar las casetas de cada Editorial con las diferentes obras y otro pavellón con el merchandising, ha habido un incremento de las actividades culturales. Animes como Blue Lock o Ao Ashi han supuesto las instalación de un pequeño campo de fútbol de 3×3. También había una cancha de basket de las mismas dimensiones para intentar recrear los mates de Slam Dunk. Debido al boom que ha supuesto Haikyuu!! habían dos pistas de voley, con colas larguísimas para poder jugar. El artículo está en catalán, pero se entiende fácil el contenido de lo que quiere decir.

En la sección dedicada a la divulgación más cultural de este género había de todo. Era el año de acordarse de dos títulos que supusieron un gran impacto, cada uno en su estilo, de la animación japonesa. Éstos títulos son ‘Mi Vecino Totoro’ y ‘Akira’. Siento debilidad por Totoro ya que es mi película favorita, pero negar la influencia que ha tenido Akira en muchos de los directores de nuestra época sería negar la evidencia. Akira a nivel de película, y Dragon Ball como serie, supusieron abrirle los ojos a Occidente de que el producto era válido y podía funcionar aquí además de allí.

Además de esto, un auditorio con proyecciones de diferentes temas como Leiji Matsumoto y su Leijiverso, el 5^th Gear de Luffy de One Piece, Digimon o estrenos que han llegado recientemente como Suzume. Conciertos con diferentes artistas invitados, presentaciones de las novedades de las diferentes editoriales, actividades sobre cocina, catas de sake o talleres de ramen. Aprender los básicos del hiragana y el katakana. Talleres de origami o de hacer nuestros propios darumas u omamoris.

En resumen, el Salón del Manga de 2023 en su vigésimo novena edición se consolida como uno de los eventos de manga y anime más importantes de España, por no decir el que más. Todavía quedan aquellos que dicen que este no es para el gran público. Se equivocan. Me recuerda cuando todavía sufría a algunos amigos yo estando en la ESO leyendo Harry Potter. El tiempo pone a todos en su sitio y en este barco siempre hay espacio para uno más. Merece la pena, nakamas.

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