¿Cuántas series de detectives inteligentes que saben todo acerca de la mente criminal existen en parrilla? Ya se ve Sherlock Holmes y Poirot dieron con la tecla de lo que le gusta al público, a partir de ahí, infinitos casos de detectives más listos que el hambre que con minúsculos detalles son capaces de saber hasta qué comió en delincuente al que persiguen. Pero cuántas veces nos han enseñado a detectives normales, personas como tú y como yo, que en muchos casos no sabrán cómo abordar un crimen. ¿Cuántas series hay de casos sin resolver?

Mindhunters en buena precisamente en eso. La serie nos cuenta la historia de Holden ford y Bill Tench. Dos agentes del FBI que fundaron la Elite Serial Crime Unit. ¿Qué es esto? pues básicamente el descubrimiento de que en el Siglo XXI muchos de los delitos que se cometen, no atienden a una lógica normal, una necesidad primaria, un ajuste de cuentas o algo por el estilo. Esto quiere decir que hay un sector de la sociedad muy pequeño que comete terribles crímenes por motivos que no comprendemos. Qué decidieron hacer estos agentes, entrevistarse con personas detenidas e intentar comprender qué les impulsó a eso, qué les llevó a cometer esas barbaridades y siguiendo estos patrones comprender mejor según qué escenarios de crimen. Total que veremos a dos agentes con una grabadora viajar por todos los EEUU hablando con personas desequilibradas que cometieron crímenes de lo más extraños. Analizarán los motivos que les llevaron a eso e intentarán comprender porqué los llevaron a cabo y con esto intentarán resolver otros casos igual de complejos.

Hoy en día, estamos muy acostumbrados al término «asesino en serie» una persona que no deja de matar gente siguiendo un patrón. Pero en los años en los 70, donde se ambienta la serie, este término no sólo era desconocido, sino que no se concebía como algo posible. Es muy interesante ver cómo aparece alguien que acaba haciéndose las preguntas que nadie se ha hecho antes, indaga sobre un problema que todos los demás tachan de locura a secas y llega hasta el fondo de un problema que sólo se puede resolver si se comprende en profundidad. La serie muestra este proceso de planteamiento de preguntas e inicio de investigación, algo complicado al principio por no contar con el apoyo de nadie, hasta que se hacen evidentes los resultados, según les van llegando medios la historia se va haciendo más interesante.

David Fincher, el director de «Perdida» o «Millenium» era el gran reclamo para mí de esta serie de Netflix. Siempre me ha gustado el tono sombrío que es capaz de aportar a historias de intriga como es esta. Aquí podemos decir lo mismo. En los primeros capítulos (los que dirige él) vemos un estilo que recuerda mucho al de perdida. Colores, ambientación, música…. todo es David Fincher, un estilo de ambientación que ayuda mucho a meterse en la historia.

El reparto también ayuda a la historia, creo que no ha habido un sólo actor que me desencaje en la historia. El dúo protagonista sobretodo, es genial. Ambos actores comprenden sus papeles y los transmiten como necesita la historia. Su peso interpretativo no se limita a hacer de detectives, son novios, maridos, padres…. Sus personajes se muestran como personas, la serie muestra hasta qué punto afecta en la vida personal de estos agentes el formar parte de algo tan extraño y atípico como son los asesinatos de gente con problemas mentales. Por lo que ambos tienen que mostrarse no sólo como agentes de policía o psicólogos, algo que hacen muy bien.

Ya se ha puesto en marcha su segunda temporada, por algo será. No es ese tipo de serie que entusiasma o engancha hasta la locura, pero sí es una serie interesante, que aporta un aire de originalidad. Es bastante reflexiva no sólo en el ámbito criminal y por eso creo que para todos aquellos que tenemos Netflix, puede resultar un interesante entretenimiento, eso sí teniendo en cuenta que los crímenes no son aptos para niños.

Dirección

Guión

Reparto

Ambiente

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