Monster (モンスター) es un seinen escrito e ilustrado por Naoki Urasawa. Publicado entre 1994 y 2001 por la editorial Shōgakukan, la obra de Urasawa se compuso de 162 capítulos. El estudio encargado de adaptar esta obra al anime fue Madhouse, un prestigioso estudio que también adaptó anteriormente otras obras de renombre como Death Note o Hunter x Hunter. En este caso, la adaptación de la obra original de Urasawa se recopiló en una serie de 74 episodios. Una historia que no para de crecer y crecer. Puede que en ocasiones resulte un pelín lenta. Es una pena este tic tan característico de las obras de Urasawa, ya le pasó con 20th Century Boys uy otras, carga mucho las tintas pero no sabe cerrar de una forma completamente redonda.
En este caso, el protagonsita principal de Monster es un neurocirujano de extraordinaria habilidad, llamado Kenzo Tenma. Prácticamente parece una persona con la vida resuelta, tiene un trabajo donde está bien valorado, está a punto de casarse con Eva, hija del director del hospital, y se encuentra rodeado de amigos que le aprecian. Pero su historia dará un vuelco un fatídico día en el que el código de ética médica le juega una mala pasada, ¿o no?. Aparecen en el hospital, de forma casi simultanea, una pareja de mellizos, uno con un agujero de bala en la frente, llamado Johan. Su hermana Anna se encuentra en estado de shock y es incapaz de articular palabra.
Unos instantes después entra por la puerta cierto político de renombre, y Tenma recibe presiones del hospital para operarle por delante Johan debido a la condición influyente del paciente con los jefes del hospital. Haciendo caso del código deontológico, Tenma se ve obligado moralmente a atender al primer paciente que recibe y, desobedeciendo las órdenes del director del hospital, Tenma decide operar a Johan. Una vez Johan está fuera de peligro, Tenma se dispone a operar al político, pero ya es demasiado tarde. Debido a este suceso, pierde su posición privilegiada en el hospital, su carrera se termina, su novia le abandona y sus amigos no quieren saber nada de él.
Unos días más tarde, Johan y Anna desaparecen del hospital y se producen una serie de asesinatos que hacen que Tenma vuelva a recuperar su posición en el hospital. Muy conveniente, muy sospechoso. Johan, el aparente inocente niño que ha salvado Tenma, es un peligroso psicópata con un pasado oscuro. 9 años después de la operación, Johan vuelve a aparecer en la vida de Tenma, y es ahí cuando nuestro médico decide actuar. Esta es la premisa inicial de la historia de Urasawa presenta este estado inicial complejo para desarrollar una historia como pocas se han visto. ¿Hizo algo mal Tenma? No, y sí. Su sentimiento de culpa le hará perseguir a Johan por toda Alemania, para limpiar su nombre y librar al mundo de sociópata asesino.
Urasawa plantea la siguiente dicotomía. ¿Y si el bien supremo despierta al mayor posible? ¿Qué ocurriría entonces? Tenma emprenderá un viaje que le llevará a explorar la esencia del ser humano, de la dualidad del bien y del mal. Es un viaje peligroso, ya que el monstruo quiere limpiar su rastro y ello hace que todo lo que le rodea o le conozca esté en peligro. Pero se mezclará con experimentos envueltos en un contexto de la Guerra Fría entre la RDA y la RFA. A desvelar secretos escondidos, codificados en cuentos infantiles. Orfanatos misteriosos con misiones oscuras, la historia del Kinderheim 511 es increíble. También se explorará la capacidad de crear a monstruos, de darles nombre y lo que ese nombre significa. Desde un punto de vista científico, estos detalles hacen que Monster haya sido catalogado de obra maestra, y llevan razón.
Uno de los puntos fuertes de Urasawa es la capacidad que ha tenido de mezclar en esta historia el thriller psicológico con un contexto histórico donde todo lo que propone se podría considerar veraz. Justo después de la caída del muro de Berlín, Alemania está un momento de renacimiento económico, pero quedan remanentes de un pasado que suspira por resurgir. En el otro lado de la frontera, la República Checa, antiguo país de la URSS, hay una organización que suspira por el resurgimiento del comunismo y busca un líder que aglutine sus fuerzas y sea capaz de llevar a cabo esta imposible obra.
Hay un halo de mística que rodea a Monster sobre el fin del mundo, el paisaje final, como diría Johan. Urasawa deja claras sus intenciones con la entrada inicial, sacada del libro bíblico del Apocalipsis según San Juan, concretamente los versículos 1-4 del Capítulo 13:
“Y yo me paré sobre la arena del mar, y vi una bestia emerger del mar, que tenía siete cabezas y diez cuernos; y sobre sus cuernos diez diademas; y sobre las cabezas de ella nombre de blasfemia. (…) Y adoraron al dragón que había dado la potestad a la bestia, y adoraron a la bestia, diciendo: «¿Quién es semejante a la bestia, y quién podrá lidiar con ella?»
Todo gira alrededor de un cuento de Franz Bonaparta, Obluda o El Monstruo Sin Nombre. La narración de este episodio deja ver por fin el cometido final de la serie, explorar la personalidad de Johan. Un monstruo que se esconde a simple vista. Un personaje demasiado perfecto, casi inmaculado, que esconde un terrible secreto.
Este viaje que propone Urasawa es el de la pelea final, entre el hombre y el demonio. Encarnados en las figuras de Tenma y Johan, Monster se compone de una colección de personajes secundarios que van a tejer un lienzo perfecto de relaciones y que permiten experimentar casi en primera persona al espectador. Obviamente por relevancia deberíamos poner a Nina (previamente Anna, la hermana de Johan) y a Lunge (inspector de la BKA asignado al caso de Tenma). Otros ejemplos sería ver esta dualidad de Grimmer y Roberto, antiguos alumnos del Kinderheim 511.
Pero la obra es coral, y aquí Urasawa lo sabe tratar muy bien, porque casi para cada personaje se plantea su humanidad como con una escala de grises. Ni el bueno es tan bueno ni el malo es tan malo. Ni los propios Tenma y Johan se salvan, Urasawa propone un atisbo de redención o condenación de cada uno de los personajes. Es una forma de explorar la naturaleza humana, viendo las decisiones que se toman en cada momento, considerando que cada uno de personajes que componen Monster pueden acabar siendo monstruos, de ahí su potencia como historia.
Ya para finalizar, comentar un poco el trabajo de animación de Madhouse. Siendo un anime de 2004, las técnicas de animación ya estaban muy consolidadas, pero hay que decir en este caso que el trabajo de Madhouse es sublime, consiguiendo una animación muy limpia. Mucha culpa de esta mezcla de sentimientos, yendo desde una gran alegría hasta el más profundo de los horrores, la tiene Kuniaki Haishima. El diseño de la banda sonora es prácticamente perfecto, sabiendo poner tensión en los momentos que más hace falta, cargando de oscuridad cuando hace falta y saborear la belleza de algunas estampas que propone Madhouse. El sur de Alemania, Praga, las montañas. Monster es visualmente una maravilla y ofrece muchísimo que explorar.
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