Este post era de carácter obligatorio. La serie de Peaky Blinders llega a su fin y aunque no hemos tenido oportunidad de comentarla temporada a temporada, es indispensable dedicarle unas líneas que sirvan como reconocimiento a esta pedazo de obra. Introduciendo unos personajes que ya son icónicos, la serie ideada por Steven Knight cierra con su sexta temporada un viaje alucinante que no deja indiferente.
La historia es muy probable que ya la conozcamos todos. Se sitúa en Birmingham, una ciudad en el centro de Inglaterra en la que se aglutina el sector obrero de Inglaterra. ¿La época? De vuelta de la Primera Guerra Mundial, la gente joven vuelve a sus oficios, aunque algunos no fueran muy legales. La familia Shelby vuelve a estar al completo con Thomas, el último miembro que vuelve de la guerra. Desde un puesto de apuestas de hípica, Peaky Blinders trata del ascenso de esta pandilla de gangsters siguiendo la visión que tiene Thomas. Los soldados para esta guerra son sus familiares: hermanos, primos y sobrinos. De etnia gitana, los Shelby se van a rodear de una mística que les permitirá sobreponerse a todas las adversidades.
Esta historia nos lleva a vivir el ascenso de una pandilla de barrio a una organización que aterrorizará a las más altas esferas de una Inglaterra que todavía se relame las heridas de la Primera Guerra Mundial, pero que afrontará nuevas amenazas. En este caso, cada temporada va a tener representada unas amenazas en concreto. Si durante las primeras temporadas los sucesos van a ser de carácter más local, a medida que la serie avanza, la familia Shelby afronta retos a nivel internacional y que van a tener importancia en el factor geopolítico del periodo de entreguerras.
Desde policías locales, con una interpretación majestuosa de Sam Niell, la expansión internacional de la familia Shelby va a enfrentar peligros como la mafia italiana, la judía y la irlandesa. Peligros que asoman son el fascismo y el comunismo. Un papel que le va a servir de forma muy conveniente a Thomas para poder ascender en el poder, ya que solamente tiene lealtad hacía su familia. Con ciertas licencias, me ha gustado mucho la manera en la que todos estas facciones está representadas.
Y es que el contexto histórico donde se sitúa esta serie da mucho juego, sobre todo en el aspecto de la mafia. Con un aire un tanto Capone, pero versión obrera, a los Tommy, Arthur, Mikey, John, Ada, Polly, etc. no les va a importar lo más mínimo fajarse en el barro para lograr sus objetivos. Puede que ese punto visceral, sobre todo representado en Arthur, sea el más divertido y distinto a las demás series de misma calaña. Pero para personaje, hay que quedarse con el Thomas Shelby interpretado por Cillian Murphy. Siempre asociado a su pitillo y al whisky, no deja indiferente con sus reflexiones. Me ha encantado el personaje.
Han sido muy curiosas las estrellas invitadas para esta serie. Ya hemos mencionado a Sam Neill, detective encargado de pillar a los Peaky Blinders, pero la lista de los grandes actores que han acompañado a la familia Shelby en su travesía es importante. Tom Hardy introduce a un Alfie Solomons que tuvo un impacto mediatico bestial (posiblemente por su característico acento). Otro de los actores a nombrar es Adrien Brody como mafioso italiano de la familia Changretta; Aiden Gilen como Aberama Gold, un gitano necesario para derrotar a los Changretta; Sam Claflin como fascista inglés o una Anya Taylor-Joy que deslumbra como niña rica americana durante la última temporada. Son solo unos nombres que nos pueden hacer a la idea del crecimiento y el buen hacer que ha tenido la serie.
Eso se ha notado a medida que avanzaban las temporadas. La producción y la ambientación de Peaky Blinders ha sido para quitarse el sombrero. Soy muy fan de la BBC. Todo lo que sea ambientado en una Inglaterra de clase obrera lo borda. Los trajes, los coches, las calles, incluso el acento era muy difícil de seguir para los que veíamos la serie en versión original. Cruda a partes, hasta en eso no han escatimado, y mira que ha habido peleas. ¡Qué gran viaje!
Pero, ¿es el fin de Peaky Blinders? No. Este final de temporada queda abierto ya que el complot en contra de Thomas Shelby no consigue su objetivo. El final de la trama y el comienzo de las acciones previas a la Segunda Guerra Mundial van a tener continuación en una película, todavía no se sabe si en Netflix o en cines, pero lo que es seguro es que tendremos el acto final de la familia Shelby. ¡Por orden de los Peaky Blinders!
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