Es una crítica que llevo mucho tiempo en la cabeza y ahora saco un ratito para publicar. Hablo de polizón una de esas películas que se estrena un viernes en Netflix y que aunque todos vimos poco os comentamos y es que en realidad había poco que comentar.
La película nos cuenta la historia de una misión espacial a Marte que va a durar 2 años. El problema se plantea en el momento en el que, una vez comenzado el viaje y ya no hay marcha atrás, aparece un pasajero inesperado que por accidente se ve inmiscuido en la misión. Todo un lío pues la nave no estaba prevista para un pasajero más, de hecho ya se estaba utilizando con una pasajero de más.
Esta es otra de los legados de Gravity, las técnicas que se utilizaron entonces en viajes espaciales y que se habían reutilizado tanto, como en Marte o Cielo de medianoche se usan ahora para contarnos esta historia. Una técnica que sin duda cambió el cine por eso le valió tantos oscars a la original. Pero si para Gravity el prescindir un poco del argumento pudo colar, aquí lo sentimos mucho, pero eso ya no se acepta. A los espectadores ya no nos vale que utilices cualquier excusa para poner astronautas a volar, hay que currárselo un poco más.
Polizón se centra en el viaje de espacial de la empresa hyperion, la que debe ser la peor empresa para viajes espaciales, algo así como la low cost de la NASA. Quiero pensar que si la NASA enviase a tres personas al espacio durante los próximos 3 años, construiría una nave para seis y de este modo garantizar los suministros para que el viaje fuese exitoso. Por el contrario hyperion decide construir una nave para dos y hacer unas cutres ampliaciones para meter un tercer pasajero, con que en el momento en el que aparece cuarto no hay soporte vital suficiente.
El caso es que los otros 3 pasajeros podrían apretarse en cuanto a sus suministros y adaptarse a la situación. Pero tuvieron la mala suerte de que se rompió una pieza fundamental, el purificador de aire. Mira tú por dónde, que los de Hyperion no pensaron que a lo mejor sería buena idea tener repuestos para una de las piezas más importantes del viaje, con que nuestros queridos astronautas se ven en el espacio con una nave con una plaza de menos y sin repuesto para una de las piezas más importantes. Vamos, que les tenían preparado un ataúd espacial y nadie les había avisado.
Por suerte, Hyperion no defrauda en su ética espacial. Su alternativa para que no se hunda su misión marca blanca, es invitar a que se ejecute a uno de los pasajeros y así garantizar la supervivencia de los otros. Lo que haría cualquier persona en un viaje espacial, ponerse a matar pasajeros siempre y cuando la situación lo requiera. Algo para lo que se prepara a todo astronauta, a matar a sus compañeros si la situación lo requiere.
Por suerte uno de los pasajeros, de los pocos que tienen sentido común, decide que sacrificar a uno de los pasajeros no termina de ser del todo aceptable e intenta poner los medios posibles a su alcance para evitar una muerte. Piensa, analiza y encuentra soluciones donde 300 ingenieros desde una base en la tierra no las encontraban. El resultado termina siendo el mismo por supuesto pero por lo menos lo han intentado.
Esta película es un auténtico despropósito, pretende ser entretenida y lo cierto es que lo resulta a pesar de que no aporta absolutamente nada su visionado. Hemos visto esto muchísimas películas como esta y mucho mejor llevadas. Solo la recomendaría que un plan de domingo en la siesta, a ver si te duermes.
Puntúa el post