Lo cierto es que cuando empecé esta serie pensé que me encontraría ante una versión refrescada de «Big Bang Theory» pero nada más lejos nos encontramos ante una sitcom original y llena de humor que trata algo tan serio como el montar una empresa a partir de una buena idea, un tema complicado y lleno de obstáculos que se hace profundamente entretenido gracias a su humor.
Richard Hendrick es un informático de Silicon Valley que ha descubierto un nuevo algoritmo de compresión que permite mejorar el envío de fotos y vídeos a través de Internet. Su mejora es tan impresionante que consigue financiación para montar una nueva empresa en el centro tecnológico del mundo, pero empresas grandes, chismosos y otra gente se convertirán en obstáculos directos para el nacimiento de una empresa, terreno en el que el informático es completamente inexperto.
He visto ya las tres primeras temporadas que esperan ahora el estreno de su cuarta temporada. He disfrutado como un niño con cada uno de los episodios que he visto y muchos de ellos, me han hecho pensar en cómo el desconocimiento o la toma de según qué decisiones afecta enormemente el resultado final de una idea que es buena.
Aunque no tiene nada que ver con Big Bang theory, debo reconocer que en muchos aspectos si tiene un aire. sobre todo porque al tratarse del mundo de la informática los programadores que rodean a Richard son muy frikis y tienen conversaciones como tal. El equipo que forma «el flautista» (empresa que monta Richard) es el plato fuerte de la serie junto con su directo competidor Gavin Belson CEO de Hooli. Cada vez que aparece uno de estos personajes hay risa asegurada mientras Richard lucha por sacar a flote su ambicioso proyecto.
Estoy deseando ver la cuarta temporada porque estoy seguro de que mantendrá el nivel de las anteriores. Y creo que es una serie que se debería ver, sobre todo si has hecho carreras técnicas, porque el tema que trata y cómo lo hace, la convierten para mi gusto en una de las mejores series que hay ahora mismo.
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