Bueno familia, pues ya está. Ha terminado la ¿trilogía? dedicada a las novelas de Suzanne Collins de los Juegos del Hambre (¿puedo decir ya POR FIN?). Hace alrededor de un año, después de salir de ver la primera parte de la tercera, me juré a mí mismo que no acabaría cayendo en la tentación de que me timaran una vez más. Quizá sea que me gusta demasiado el cine, queriendo cerrar el círculo de la saga, o más bien porque quería atender las demandas de un hermano al que está insertado en el mundo adolescente, no lo sé. He de reconocer que la motivación principal era Natalie Dormer, para que nos vamos a engañar, soy así de facilón. El hecho es que vengo de ver la cuarta y definitiva película de la saga y me ha dejado un aire sorprendentemente agridulce.

¿Agridulce? Si, agrio porque se ha podido comprobar cuánto daño ha hecho la saga Crepúsculo a todas las adaptaciones de libros para adolescentes que han sido llevadas a las pantallas. Espero que se coman a manos llenas los millones que habrán ganado por sacar dos películas de un libro de poco más de 300 páginas, ¿nos suena la historia? Desgraciadamente en estos últimos años tenemos varios ejemplos de lo que podrían haber sido grandes películas, pero que Hollywood ha destrozado por el simple beneficio del merchandising: Harry Potter, El Hobbit, Crepúsculo, etc. y por último, Sinsajo.

Pero como he comentado, también me deja un sabor dulce, ya que es una película, que dentro de lo que es, he disfrutado. Una pena. Comentaba con un amigo al salir que podrían haber hecho un final mucho más épico si en vez de dos películas de 5 horas, se hubiera realizado una de 2,45 – 3 h. En fin, como ya he comentado antes, otra de las muchas galletas engullidas por el monstruo de Hollywood.

Porque sí amigos, supongo que se habrían dado cuenta de que esta película era el final, y han querido poner toda la carne en el asador. No quiero entrar en zona spoilers, porque este post os tiene que servir de estímulo, o no, para ir a ver el final de la saga. La película sí que se merece ser vista en la gran pantalla, no como su predecesora, de la que ya hablé largo y tendido. Esta película tiene carga emotiva sería, se puede ver por fin unos personajes que han ido evolucionando y que no son  tan superficiales como en las anteriores películas. Sinceramente, una cosa que me hastiaba hasta el infinito era ver toda aquella histeria adolescente en la figura de Katniss. Se hacía totalmente cansino, que si arriba, que si Gale, que si abajo, que me mira mal y que ahora me pone ojitos. En fin, uno acaba cogiéndole manía, sobretodo porque viene apoyado de un sector importante de seguidoras adolescentes empedernidas que te destrozan la poca emotividad del momento con sus grititos, por Dios, doy gracias de que haya terminado y prometo solemnemente no volver al cine a una cosa similar.

Pero no todo, como he dicho es negativo. Hay muchas cosas salvables de la película. La historia, si te has leído los libros, ya sabes de qué va. Y si no te los has leído, también. Todo llega a su fin. Pero si no te has leído los libros te llevarás alguna que otra sorpresa. Partimos de que a Katniss casi lo mata un desquiciado Peeta, a partir de ahí iremos viendo cómo se desarrollan los distintos pasos hasta llegar al final de la rebelión. La ira de Katniss respecto de Snow la llevará a cometer una serie de actos que pondrán la vida en juego a más de uno. Impresionante la escena de los mutos y su fatídico final, para mí, lo mejor de la película sin duda.

El cómo llegan a donde llegan está plagado de sorpresas, como ya he dicho, que no dejaran indiferente al espectador. Pero el desenlace he de reconocer que se hace largo y pesado. Por querer parecerse al libro, hacen lo que en el cine se ha bautizado como un ‘Harry Potter’, que acertadísimo comentario en el momento de la escena.

A nivel de producción, la película es un notable alto. Como pasa con las otras, al tener dinero detrás es fácil dar la talla, aunque yo siempre soy de pedir un poco más si se puede dar, y creo sinceramente que podrían haber recreado una final a nivel de producción mucho más espectacular, aunque de por sí ya lo es. Desgraciadamente para los aficionados a la banda sonora, James Newton Howard nos vuelve a decepcionar, para que con una banda sonora ha tenido suficiente para cuatro películas. Lo único que encuentro son temas reeditados sobre los anteriores, echo de menos, que al tener personajes o lugares nuevos, algún tema particular o notas diferentes, en fin, es una banda sonora que se deja escuchar, pero muy alejada del nivel que puede dar su compositor.

Y de los actores que puedo decir, ya he comentado antes que se ha notado cierta madurez y que han progresado por fin en sus papeles, que después de tres películas, habían quedado demasiado encasillados. Hay situaciones que uno no entiendo porque hacen o no hacen ciertas cosas o actitudes, pero aquí tengo que decir que no recuerdo al 100% de los libros, así que puede ser que algún detalle se me escape. Pero vamos, que en esta cuarta todos rayan a un muy buen nivel, incluida la Sinsajo. Mención especial para Snow, un villano que hace engrandecer a la saga; y para Finnick, héroe desaprovechado, que aunque no sale mucho, es el que más empatía muestra y es con el que el espectador (amorosamente) neutral se quedará. El resto, como ya he comentado, buen nivel.

En fin, un buen final para una saga a mi parecer demasiado larga que podría haberse mejorado con un buen remate, pero en fin, que le vamos a hacer, manda el dólar. Aun así, se merece el precio de la entrada, porque los que vayáis por obligación … digo, los fans y creo que los no tan fans la disfrutareis, ya que es una película que se deja ver y por ello le voy a dar un bien alto.

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