Leiji Matsumoto es sinónimo de Space Opera. El Leiji-verso es un concepto que aglutina diferentes aventuras. Nombres tan conocidos como Queen Emeraldas o Capitan Harlock son los que simbolizan de forma más palpable este universo creado por Leiji Matsumoto. Pero toda historia tiene un origen y eso es lo que intenta contar la serie de Space Battleship Yamato 2199. Concebida en los años 70, estuvo en emisión desde el octubre del 74 hasta marzo del año siguiente. Es importante tener en cuenta este dato para valorar el concepto y algunos de los acontecimientos que ocurren en la serie, ya que la sensibilidad de Japón después de la Segunda Guerra Mundial andaba por los suelos. Afortunadamente en las plataformas circula un remake hecho en 2013, que mejora de manera visual y añade técnicas imposibles en los 70, pero manteniendo ese espíritu que caracterizaba a la historia original.

Es una serie cargada de simbolismo. Comenzando por su nombre. Entender la figura del Yamato es fundamental para comprender porque ha cogido el protagonismo en la obra de Leiji. Durante la Segunda Guerra Mundial, la flota nipona era una máquina muy avanzada tecnológicamente. En secreto se desarrolló un acorazado como nunca antes se había construido. La máquina de guerra definitiva en el mar, junto con su hermano gemelo el Musashi, para decantar la balanza del Pacífico del lado japonés. Con una potencia de fuego superior a cualquier nave construida, era el arma en el que el pueblo tenía todas las esperanzas y confiaba en su potencia para aplastar a la armada americana. Ese sueño se truncó en el Midway, en la ya famosa batalla, pero el espíritu del Yamato perduró. En abril de 1968 se erigió un monumento en forma de torre en el cabo Inutabu, en la prefectura de Kagoshima, para recordar las vidas perdidas en la Operación Ten-Gō. También se inauguró el Museo Yamato en 2005 en el puerto de Kure, donde finalizó su construcción.

Space Battleship Yamato 2199 nos cuenta la historia de la última esperanza de la humanidad. Situados en ese año en el calendario, la Tierra ha sufrido el ataque del imperio de Gamilas, que ha bombardeado la superficie terrestre provocando que la humanidad se encuentre al borde de la extinción y obligandolos a vivir en ciudades subterraneas. Nada se ha podido hacer, ya que la tecnología de Gamilas es muy superior a la Tierra. En Marte, los cadetes Susumu Kodai y Daisuke Shima encuentran una nave extraña que ha sufrido un accidente. Dentro encontrarán a una persona no terrícola. Se trata de Starsha, reina del planeta Iscandar, que lleva a la Tierra los planos de un motor de una civilización con un tecnología equivalente a la de Gamilas y permitirá realizar a los humanos un viaje para conseguir un herramienta que permitirá restaurar la Tierra a la forma anterior de sufrir el ataque del Imperio Gamileano.

En este viaje el Yamato se va a enfrentar a innumerables peligros. Puesto de avanzada de Gamilas en Plutón, corredores cósmicos y campos de asteriodes. Además, el odio que se siente entre las habitantes de la Tierra y Gamilas va a hacer que cada enfrentamiento se viva con la máxima intensidad. Y de esos hay muchos y muy variados. Se le ha querido dar una estructura muy parecida a lo que se copió después en Legends of The Galactic Heroes donde la humanidad se enfrenta en su lucha a muerte contra una civilización superior pero representada de una forma muy aristocrática propia del imperio austro-húngaro. Eso permite mantener una serie de códigos de honor similares a los que se vivieron durante la Segunda Guerra Mundial y de los que Leiji Matsumoto también conocía e idolatraba. El enfrentamiento entre el Yamato y la flota de Domel es un claro ejemplo de que se da lucha a muerte pero siempre respetando al enemigo y honrando la causa.

Space Battleship Yamato se ha aprovechado de ser una serie de ciencia ficción militar y ofrece todas las ventajas posibles. Obviamente es muy difícil separar el concepto de space opera y batallas espaciales con un aire muy marítimo. Ya solamente es ver al Yamato emerger de la tierra y se ve al mismo destructor hundido en el Midway, pero reparado en secreto para realizar la epopeya. Además la figura del ancla en los uniformes de los tripulantes o que el el sombrero de Okita, capitán del Yamato, se haya visto en infinidad de ocasiones en los oficiales de los grandes destructores y acorazados del mundo. También suma que los conceptos de navegación en el espacio no distan de los del mar, con lo que la verborrea náutica siempre está presente. Pero tenemos batallas espaciales. A gran y pequeña escala. Esta claro que con el armamento que lleva el Yamato combate, pero particularmente he disfrutado mucho de las batallas de los cazas y lo bien hechas y representadas que están.

Pero la serie no solamente vive de lo complejo que se presenta el viaje del Yamato. Dentro de la nave hay tripulantes que van a ver sus vidas cambiar por completo y que van a tener un desarrollo muy grande a lo largo de estos 26 capítulos. En este sentido si que cobra una cierta importancia la figura de Susumo Kodai, un joven Oficial que va a ser el protagonista de la mayoría de acciones y encuentros con la gente de Gamilas. A partir de ahí la cuota de protagonsimo se reparte. Está claro que la figura de Yuki tendrá su cuota de protagonsimo dado el vínculo que se crea con Kodai, pero la historia de los tripulantes del Yamato presenta un entramado que se va a desarrollar a lo largo de los 26 capítulos y depara muchas sorpresas. Por ejemplo, la relación que se tenía con el hermano mayor de Kodai y los oficiales en cubierta Sanada y Niimi, los celos amorosos propios de un buen shōnen o la disyuntiva que se presenta en las relaciones de los terículos con los gamilianos renegados.

Y más allá, ya que la obra de Leiji presenta un mundo muy complejo, donde Gamilas e Iscandar tendrán mucha relación. Donde los giros de guion, principalmente en el lado gamiliano (aunque se reserva un par de sorpresas y personajes a bordo del Yamato) causarán cierta sorpresa. Eso ayuda a que la historia no transcurra de un modo plano, sino que los diferentes hilos se vayan entrelazando de una manera bastante compleja. Además cuenta con la sensibilidad característica de la post-guerra mundial. Me refiero a todo el concepto de la guerra, de la visión de los bandos enfrentados, del poder de la (des)información, de la autoridad moral del uso de grandes armas de destrucción masiva. El melón del debate sobre esta serie sería interesante de discutir ya que toca muchísimos temas.

Antes de terminar, es imprescindible hacer mención al cuidado que se ha llevado en la adaptación de Space Battleship Yamato 2199 en relación a los perfiles que tenía Leiji Matsumoto. Me estoy leyendo Queen Emeraldas y la estructura de personajes es muy parecida, afortunadamente. Figuras esbeltas de largos cabellos para ellas y hombres con ciertos rasgos de niños. Yuki y Kodai lo representan a la perfección. Obviamente aparecen personajes parecidos, como Okita (excelente capitán y lobo de mar) y el Doctor, que siempre estará en el Leiji-verso encarnando diferentes personajes. Eso sumado a una animación bastante buena. Con gran acierto, la gente de estudios Xebec se ha reservado el derecho de regalarnos estampas dignas de cine. El espacio ha nacido para irse al cine y Space Battleship Yamato 2199 merece ser visto con una pantalla cuanto más grande mejor. Si a eso se le añade una música muy conseguida, estamos ante una gran serie que hará disfrutar a aquellos que se quieran embarcar en un mundo lleno de aventuras, donde la amistad, el amor, la esperanza y el honor serán los valores que harán que merezca la pena el viaje.

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