Si algo tiene la película de Rian Johnson ‘Los Últimos Jedi’, es que una vez termina te deja baldado. Mi cansancio no se debía a la finalización de la maratón, en la que pude disfrutar en sesión continua de los episodios VII y VIII. No, mi cansancio iba más allá. El bueno de Rian Johnson ha creado un torrente de emociones difícil de digerir. Al salir de lo convencionalmente esperado, ha tocado pensar más de la cuenta. Los giros del guion son tan grandes que a medida que avanza la película no sabes que esperar. Han sido dos años de elucubraciones de diferentes teorías: la figura de Snoke, el origen de Rey, etc. Todo para que venga Johnson y su equipo creativo, se rían de nosotros y nos dejen estupidizados.
No puedo seguir hablando de la película sin hacer mención a lo ocurrido en los trailers. Se nos presenta una perspectiva inicial en la que concebimos ver el adiestramiento de Rey por parte de Luke, una vuelta de Luke al camino del maestro. Si bien Rey y el resto esperábamos eso, no será por parte de Luke. Como bien dijo Hamill en una entrevista: ‘el Luke de Los Últimos Jedi es un personaje amargado’, un personaje al que le ha invadido la pena por no conseguir que se requería de él, y ha abandonado toda esperanza (y a la rebelión) deseando morir en paz.
Creo que es la mejor película que explica el significado y causas de la Fuerza. Más allá de aquella explicación de que ‘es un campo de energía que nos rodea, penetra en nosotros y mantiene unida la galaxia’, se plantean la causa y los efectos del equilibrio en la Fuerza. El equilibrio es aquello de que un lado no sobresale sobre otro, si el lado oscuro crece por un lado gracias a la Primera Orden, la Fuerza se ha encargado de despertar al lado luminoso. Eso significa que la lucha se mantendrá esta el fin de los tiempos o hasta que ambos lados se destruyan mutuamente. De ahí el origen del Jedi gris, situación que se platea cuando Luke dice aquello de: ‘es hora de que los Jedi desaparezcan’. Se me cruzó la idea de que Rey fuera esa Jedi gris, dada su tendencia hacia el lado oscuro. Y de ahí uno de los puntos de la grandeza de la saga. Nos presenta una metáfora del ser humano que muchos filósofos ya han planteado, desde Nietzsche hasta Platón, en la que el alma tiene una contenía lucha entre la luz y la oscuridad en la que al final ha de encontrar un equilibrio para poder vivir en paz. Esta imagen lo resume bastante bien:
Volvamos a la película. Ya desde un principio Rian Johnson da continuidad a los episodios de ‘El renacer de la Fuerza’. Después de la evacuación de la Starkiller, la Primera Orden todavía consta de poder suficiente como para acabar con la rebelión. En un inicio que nos recuerda al de ‘El Imperio contraataca’, vemos a una resistencia huyendo, pero con capacidad de contraofensiva. Si bien en el año 80 era el torpedo de iones, en este caso a la nueva y colosal nave imperial le llueven bombas (desafiando a la ausencia de gravedad caen sobre el bombardero, esto daría para un debate en el realismo físico de Star Wars, cosa que no viene al caso). El hecho es que se nos presenta una resistencia a la defensiva, huyendo del tremendo poder de la Primera Orden.
¿Qué falló en ‘El renacer de la Fuerza’? Es la pregunta que se debe estar haciendo ahora JJ Abrams ante la gran acogida que está teniendo este episodio ideado por Johnson. Ya se comentó en su día, si bien el episodio VII era un episodio IV en versión moderna y aunque nos hiciera disfrutar, nos faltaba un paso adelante en la saga. No dejaba de ser una historia que ya se había visto pero solamente cambiando personajes y localizaciones (Rey -Luke- descubriendo sus poderes y la búsqueda de un maestro, una base Starkiller -Estrella de la Muerte- capaz de destruir sistemas y planetas de un solo golpe y un largo etcétera). Eso ya lo habíamos visto, donde triunfa Johnson es en avanzar en el desarrollo de los personajes, haciéndolos madurar a medida que avanza la película, mezclándolo a la vez con infinitas referencias a las películas predecesoras (me quedo con la última batalla y esos speeders sobre sal roja).
Pero lo que comentaba, donde triunfa Johnson es en hacernos avanzar en un metraje que nos llevará a descubrir continuamente ‘el papel de cada uno dentro de esta historia’, parafraseando a Rey. Hay batalles espaciales, nuevas e imponentes naves, batallas terrestres, persecuciones a la velocidad de la luz, grandes explosiones, duelos de espadas laser y la presentación en sociedad de la guardia imperial de Snoke y sus armas. Me recuerdan a la guardia del templo Jedi en el periodo de The Ancient Republic, sublimes, y sus armas más.
Se nota que Johnson ha tenido libertad para poder abrir ciertos caminos y cerrar otros, dejando una difícil papeleta para Abrams, que le tocará dirigir el Episodio IX tras la renuncia de Colin Trevorrow por diferencias creativas con Disney. Lo dicho, difícil papel de Abrams, que si bien es el alma mater de proyecto de la trilogía genera dudas en cómo acabará la nueva trilogía.
Pero no todo es bonito en ‘Los Últimos Jedi’. Hay algún que otro fallo que te deja la sensación de que no has visto una obra plena, quizá por el sabido y esperado Episodio IX. Las sensaciones de la primera mitad de película es que no acaba de arrancar, y que tiene algún fallo en el guion que no acaba de tener una narrativa que esté a la altura de las 2h30m que dura el filme. Por ejemplo, toda la subtrama en la que se incluye a Benicio de Toro (fantástica actuación por cierto) se podría haber acortado o simplemente ahorrado, salvo que te fijes en el detalle de la escoba del final.
Otro de los aspectos negativos que se notan es ese exceso de humor que caracteriza a Disney. Es cierto que en algunos momentos se requiere para rebajar la tensión, pero hay un excesivo uso de la típica broma fácil y del típico cliché fácil, sobre todo por parte de Finn. También destacar como algo negativo que en una obra tan coral no se haya podido disfrutar de algún que otro secundario más del que se habían creado muchas expectativas, como Phasma. Obviamente que la protagonista es Rey, y que Kylo ren y Luke tienen un papel principal, pero no recuerdo una sola película de Star Wars en la que hubiera tanto secundario con peso en la historia. Poe Dameron no decepciona, sino que presenta esa doble lectura de la rebelión que pudimos empezar a ver en Rogue One con Cassian Andor. De Leia hablaré más adelante, pero la vicealmirante Holdo también tiene su momento estelar (un poco tarde para mi gusto, pero lo tiene). Una obra tan coral como buena.
Para el debate dejo lo que se va a hablar durante los próximos dos años. Sinceramente, me parece sublime las escenas del nacimiento de la figura de Kylo Ren, pero ¿cómo le sedujo Snoke? ¿De dónde viene su poder? ¿Y la escena de Yoda? ¿Los padres de Rey eran de verdad chatarreros? No me lo creo. No habría tal conexión con la Fuerza a no ser que fueras de algún linaje que ha tenido una concordancia con la Fuerza, como los Skywalker. Uno de los grandes aciertos de Johnson ha sido la creación de ese vínculo entre Ren y Rey, dejando la puerta a un futuro de infinitas posibilidades. Tanto Rey como Ren encarnan perfectamente lo que se espera de ellos, ira por un lado, amor por el otro, me remito a la imagen de arriba del lado oscuro y luminoso.
Cambiando un poco el hilo antes de finalizar, creo que no haría mucha falta aportar nada al aspecto técnico de la película. Si ya en los años 70-80 el salto fue de una calidad exquisita a nivel de efectos especiales, en esta entrega Rian Johnson y su equipo nos van a deleitar con unas fortalezas volantes inmensas, acorazados imperiales, mención de la nave de Snoke a parte. Nuevos vehículos de asalto, los AT-M6, que tienen forma de gorilas, con unas patas delanteras y potencia de fuego bestiales.
La banda sonora que compone Williams está a la altura. No he tenido el placer de escucharla fuera de la película, pero si recuerdo un par de momentos en los que ciertas notas te acaban de envolver y se lo pasa uno en grande. También en la parte imperial lo borda, sobre todo en el asalto final viendo la combinación de AT-M6 y la nave de Kylo Ren contra toda una fortaleza, bestial. Gran Williams, que aun con las mismas notas, siempre inspira cosas nuevas. Gran combinación de factura visual y música, si está de por medio Williams tanto mejor.
Y para terminar, hacer nosotros desde aquí también un sentido homenaje y memoria a Carrie Fischer. Sí, tiene un momento que todos nos quedamos helados, no conocemos sus poderes, no podemos decir nada. Pero la figura de Leia siempre estará con nosotros, como dice Luke: ‘nunca nadie se ha ido del todo’. El icono de princesa de la rebelión siempre quedará con nosotros. ¡Hasta siempre Princesa, que la Fuerza te acompañe!
Lo dicho, peliculón que va de menos a más, que nos hará disfrutar y también esperar con ansia estos dos próximos años para ver cómo se van cerrando las diferentes historias abiertas. Visto lo visto en ‘Los Últimos Jedi’, puede pasar de todo en la próxima entrega. No se vosotros pero yo la espero con ganas.
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Bastante de acuerdo con la crítica. Me repatea que hayan metido tanta comedia en un film como este. Sin embargo,creo que es una película que deja con sentimientos encontrados,no sabes si amarla u odiarla. Es una película que hay que ver 2 o 3 veces para sacarla todo el jugo.
A mi me ha encantado como a ti y leyendote estoy deacuerdo contigo en el 90% de las cosas. Así que creo que podemos centrarnos en las diferencias:
El arranque de la cinta es increíble, quitando el principio de gravedad imperial me parece muy buen asunto que la película empiece aprovechando a un Poe Dameron, cuyo peso se ha diluído de la película anterior. Si para los rebeldes Dameron era un líder en el episodio VII aquí es un piloto del tres al cuarto. de todas maneras, su participación inicial es genial.
Sobre la ascendencia de Rey, tenía que ser así. Ya vale de Skywalkers y niños que aparecen de la nada. La fuerza es aquello que conecta todas las cosas coja un «recurso al azar» y le dote de los poderes y la bondad necesarias para equilibrar el universo. Quizás estés dolido por la omisión a todas las referencias de las que hablaste en el post anterior. Omisión absoluta al battlefront 2. Creo que uno de los aciertos de Rian Johnson es haber leído en todos los foros, las teorías frikis y haberlas batido con una batidoras. Dejémos las ñoñeces y construyamos una historia fuerte. Temo a Abrams deshaciendo este perfecto trabajo que crea un universo en su línea.
Benicio del toro me hizo gracia, pero no sé si me parece un personaje de Star Wars, así como toda la parte del casino.
Y en cuanto al humor, creo que es perfecto. George lucas ya lo intentó ridículamente con Jarjar Binks y el resultado fue desastroso, aquí las bromas no relajan la historia lo más mínimo y sinembargo sí recuerda más esa primera trilogía, en la que han solo cerraba puertas cuando intentaba abrirlas o R2 hacía de submarino por la laguna.
El episodio IX debería parecerse más a esta película y menos al VII, me alegro de que le hayan dado a Rian una trilogía de la guerra de las galaxias sin Skywalkers, hará un gran trabajo.
Cotu, estoy con Coke, hay momentos en los que el humor resto solemnidad a la película y a la saga. Si algo hizo grande a Star Wars fue su realismo y seriedad, y con la tontería de Disney eso se está perdiendo. Si me quiero reír, me voy a ver Cars o alguna otra. Estamos en Star Wars y los hechos son serios. Desde mi punto de vista se ha banalizado mucho la saga.
Si que hay referencias al juego. No de la historia, pero si de objetos. Cuando nos enseñan las pertenencias de Luke, nos enseñan una brújula que recupera de la cámara del emperador (quizá para ocultarse). En fin, solo si lo juegas lo encuentras.
He dicho
Pero si ese mismo humor está presente en el imperio contrataca o el retorno del Jedi y a nadie le molesta