Que gran temporada. No ha sido una sorpresa la verdad, en las temporadas anteriores siempre había ese punto diferencial que hacía a Stranger Things algo más que una simple serie. Y en esta tercera temporada consigue reinventarse con una historia divertida y terrorífica a la vez. Si en el final de la segunda temporada el portal parece que lo cierra Eleven con la ayuda de Hoper, América no ha tenido en cuenta la carrera por tener el arma más terrorífica en suelo enemigo.

Pero no adelantemos acontecimientos. Hawkins parece que vive en una relativa paz después de los eventos de la segunda temporada. No hay más experimentos ni laboratorios extraños. Todo parece tranquilo hasta que llega Dustin. Que grande es Dustin. A partir de la detección del mensaje a través de la radio se vendrán a suceder una serie de elementos extraños. Los imanes ya no funcionan, las ratas de todo Hawkins desaparecen y tenemos un socorrista que vuelve de la muerte cambiado.

En este punto se van a suceder lo que parecen diferentes historias paralelas que se van a ir entrelazando a medida que avanza la temporada. Nuestro grupo de amigos se va a ir ampliando con auténticos fichajazos. Robin, Erica, Alexei y Murray completan el elenco de héroes. Mención especial a Robin, que ha introducido un nivel diferente en su relación con Steve y Dustin. Otros personajes recurrentes que me han hecho reír mucho son los jefes del departamento de prensa y su agresividad contra Nancy.

La amenaza a la que se enfrentan es diferente de las otras temporadas. Esto es un punto a favor de Stranger Things, ya que al renovar el villano o monstruo, las historias ya no son iguales, por mucho que los poderes de Eleven puedan con todo. Pero las habilidades que muestra este monstruo son diferentes. Posee las mentes, pero también los cuerpos y puede hacerse cada vez más y más grande. Con momentos cargados de muchísima tensión. Mira que yo no soy de ver estas cosas, pero esta serie me tiene enganchado.

Además de poner en escena un nuevo monstruo, recrean a un monstruo ya temido en América, que son los rusos. Aunque sea una escena un tanto surrealista tener todo ese tinglado en Hawkins sin que nadie se haya dado cuenta. Poner a los rusos le ha dado un toque diferente y casi cómico el cómo recrean a los soldados y científicos comunistas.

Pero el alma de esta serie es el grupo de amigos que forman Mike, Dustin, Lucas y Will. Y se van a ver sometidos a una de las amenazas más grande para el grupo de amigos adolescentes, las novias. Obviamente es un tema que lo han tratado con mucha guasa, pero no es difícil verse reconocido en alguna de las escenas que se suceden a lo largo de la temporada. Incluso en Hopper podría verse reconocido alguna de las partes. La edad del pavo está muy presente durante esta temporada y es muy divertido de ver.

La verdad es que es una temporada que se me ha pasado volando. Son 8 capítulos con una apertura y cierre majestuosos donde se dan escenas y situaciones increíblemente divertidas. Otras mantienen ese punto de tensión tan característica de la serie. Ese ambiente ochentero, casi noventero ya cada vez lo recrean mejor y es imposible no caer en la trampa de encariñarte con casi todos los personajes. Es por ello que el final te deja casi baldado. No vamos a descubrir nada aquí, solamente podemos decir alguna lagrima puede caer.

Esperando ya la cuarta temporada de Stranger Things, que según dice la rumorología, será la última. Para mí, si lo finalizaran ahora sería una serie perfecta. Todo está en su perfecto punto de cocción y le final lo cierra todo casi perfectamente. O eso creía yo, hasta que te das cuenta que hay una escena post créditos que te deja bastante descuadrado y abre toda una ventana de posibilidades increíbles. ¿A quién se refieren con el americano? ¿Han conseguido los rusos abrir otro portal? No lo sé. Lo único que creo es que la escena que va a pasar de estar temporada a la historia de la telivisión es la siguiente:

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