Parece que va de fútbol el confinamiento de la Séptima Caja. Esta vez toca una producción que me ha tenido enganchado estas semanas, después que dejara de lado ‘The English Game’. Esta vez le toca el turno a ‘Sunderland ‘Til I die’, una producción de Netflix que nos intenta trasladar los momentos más críticos del Sunderland en las temporadas posteriores a su descenso de la Premier League el año 2016-17.

El Sunderland AFC, fundado en 1879, es uno de los clubes más históricos del fútbol inglés. Situada en el nordeste del país, a parte de ser un puerto y astillero, es la única ciudad en Inglaterra que no tiene una catedral. Bueno, miento. La catedral de Sunderland se llama ‘Stadium of Light’. Con capacidad para casi 49.000 personas, es donde se reúne la gente para ver a sus ídolos cada fin de semana. Con este contexto, y sabiendo la pasión y devoción anglosajona por el fútbol, es de entender que esta serie para los aficionados del fútbol sea una delicia audiovisual.

Todos hemos jugado al PC Futbol, FIFA, Comunio o Biwenger. También hemos soñado con llevar las gestiones de nuestro equipo de fútbol favorito. Lo que pretende esta docuserie es acercarnos ese mundo que hay detrás de un equipo de fútbol. Gestiones de presidente y manager, las acciones que hacen los entrenadores para motivar a sus jugadores, las ventanas de fichajes y la tensión de si ficha o no ficha, el marketing que hay detrás de un equipo de fútbol, …

Todas estas cosas en algún punto salen reflejadas tal y como sucedieron. Es un gran oportunidad para conocer los entresijos de un club grande. Si a estos ciertos momentos los combinas con la otra parte, la de los aficionados, el resultado es el cocktel completo de todos los puntos de vista de como se apoya a un equipo que está en horas bajas. Y es que los aficionados son los verdaderos protagonistas de esta serie. Un conductor de taxis, un veterano de guerra, directores de funeraria, el clásico grupo de un membership del pub al lado del estadio o un cura son los protagonistas principales, ya que te abren su corazón y puedes ver que el Sunderland AFC es algo más para ellos y la ciudad. Es un sentimiento sin igual, los jugadores van y vienen, con mejores o peores resultados, ellos siempre están al pie del cañón y te ponen literalmente la carne de gallina cuando expresan su devoción por su equipo de fútbol. Te demuestran que son una afición de primera, de la que ya estoy contando los días para ir a hacerles una visita.

En cada una de las dos temporadas que hay actualmente en Netflix, correspondientes con las temporadas 2017-18 y 2018-19 se podrán ver muchas y variadas formas de gestión. Gestión de la plantilla, gestión del club con diferente puntos de vista, gestión de los fichajes, ideas innovadoras o como hacer para involucrar a la afición en el equipo. Sinceramente creo que este acercamiento visto con un poco de perspectiva era una docuserie ideada por Ellis Short para ver a Sunderland ascender después de su caída de la Premier League y así hacer visible el club para querer venderlo. Pero eso no deja de ser una forma de acercarnos lo que realmente sucede en el día a día de uno de los equipos de fútbol con más tradición de Inglaterra.

Sin querer poner el acento en nadie, y sin tampoco querer hacer spoiler de nada, me salen unos nombres de los que sí quiero decir cosas. El primero es sin lugar a dudas Chris Coleman (el responsable de llevar a Gales a las semifinales de la Eurocopa), entrenador durante la segunda parte de la primera temporada, y su forma de motivar tanto a los jugadores como al staff, superclase. También me quedo con la pasión que demuestra el managment de la segunda temporada (Stewart Donald y Charlie Methven) que son dos perfiles completamente distintos y que se integran bastante bien. No sé, voy por la mitad de la segunda temporada y espero que hagan muchas más, porque me ha encantado. Y por supuesto, ya he comenzado mi liguita con el Sunderland AFC en el FIFA.

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