Ricky Gervais vuelve a ser tendencia. Después de Humanity, la plataforma Netflix vuelve a confiar en el para su nuevo espectáculo, el stand-up Supernature. Esencia pura de Ricky, ya lo fuimos advirtiendo tanto en After Life, pero sobretodo en Humanity, es de las pocas personas en el mundo a la que poco le importa el famoso ‘¿qué dirán?’. Poco le importa a Ricky, que ha hecho del ‘move on’ su leitmotiv. Y es que para lo que unos es gracioso, para otros no lo es tanto. Es imposible contentar a todo el mundo. Si se buscara eso, no se podría hacer comedia. Si no te gusta la broma, no lo veas.
En Supernature vuelve a mostrar su esencia, esa que nunca le abandona, de la que tiene la capacidad de reírse de todos y sobre todas las cosas. Por poner un ejemplo. Ya al final de Supernature, el de los abrazos. ‘Los tíos no nos abrazamos, nos damos puyas’. La del funeral de su padre y la broma con su tío, la de sus compañeros del colegio, etc. Twitter y Baby Hitler. Es imposible no sentirse representado. ¡Qué importante es saberse reír de sí mismo!
Está por ver si Netflix vuelve a contar con el para su siguiente espectáculo, Armaggedon, después de las iras que habrá levantado en un colectivo tan protegido y cuidado por la productora, como el trans. Que a Gervais le da igual todo es un hecho, y lo saca a relucir varias veces durante su interpretación. Si nos reímos de todo, nos reímos de todo, da igual blanco, negro, amarillo, gris, hombre o mujer o viceversa. No voy a entrar en lo que dijo o no dijo, pero vamos, que trae a la palestra con una realidad que puede que te haga gracia o no.
Ricky Gervais será siempre la oveja negra de Hollywood. Desde que nos encandiló a todos con sus aperturas en los Golden Globes me ha dado por seguir a este personaje. Sobretodo por la capacidad que tiene de reírse de todos. Con Supernature vuelve a ese punto cómico, irreverente, cínico y un tanto soez para deleitar a los fans de su magnética sonrisa. Y tengo que reconocer que según que fases del show a mí no me gustaron algunos de sus gags, o me parecieron muy irreverentes. ‘Move on’. Siempre con una cerveza en la mano. La vida sabe mejor así.
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