Encontrar nuestro lugar en la sociedad es lo que nos impulsa cada día a tomar decisiones más o menos difíciles teniendo en cuenta que son nuestras acciones las que nos definen. Actuamos para enorgullecer a nuestros padres y mantenemos el listón a pesar de las muchas incertidumbres de la vida. La primera película en solitario dirigida por Claude Zidi Jr. acerca la mirada del director sobre nuestra sociedad actual y el hecho que ciertas elecciones y apuestas arriesgadas pueden resultar ganadoras. Muchas películas (en su mayoría estadounidenses) se han acercado con una mirada real a la creación musical.
Tenor puede que haya recogido el testigo y mejorado a dos predecesoras para tratar el tema de la música a contragenero: el 8 Mile (2002) de Curtis Hanson en la que el rapero Eminem demostró ser un excelente actor en la película que se inspiró en su pasado y su deseo de levantar la cabeza permanentemente. La otra con la que podríamos mezclar el género es la El indomable Will Hunting en el que un talentoso rebelde interpretado por Matt Damon conoció a un psicólogo (interpretado por Robin Williams) que lo ayudó a seguir adelante en su vida y le abrió los ojos sobre su don y cómo usarlo sabiamente. Tenor es también la revelación de un verdadero artista Mohamed Belkhir (MB14) que fue revelado por un programa de televisión (La voz, quinta temporada) que ya había marcado nuestra memoria por sus dotes musicales pero también demuestra que es un excelente actor.
El escenario de la película se centra en un joven estudiante de contabilidad parisino, Antoine (MB14) que parece estar más atraído por la música, especialmente el rap y sus batallas de choque. También trabaja como repartidor de sushi y durante una entrega a la Ópera Garnier conoce a una profesora de canto, la Sra. Loyseau (Michèle Laroque) que ve en él a un verdadero cantante de ópera. Antoine, que vive en las afueras con su hermano mayor, tiene que mentirle para tomar clases de canto y abandonar sus estudios, que sigue sin verdadera convicción. La mezcla de mundos se producirá cuando comience a salir con una joven cantante de origen adinerado en su clase de canto, pero también al quere estar cerca de su mejor amiga Samia (Maéva El Aroussi), Antoine tendrá que mentir a sus allegados para encontrar su propio camino artístico.
Se trata de química e inspiración, ya sea en el campo de la música o el cine. Para que una película tenga éxito muchas veces se reduce a encontrar el ángulo adecuado para contar una historia que pueda fascinar al público y devolver una imagen realista de nuestra sociedad actual con sus imperfecciones, sus desigualdades, sus divisiones sociales. Ciertamente, Tenor nos recordará a otras películas, pero encuentra fácilmente su lugar en nuestros corazones como espectadores al ofrecer interpretaciones precisas y, especialmente, al darle al artista MB14 un vector para hacer estallar un talento infinito ante los ojos de todos. Al mezclar diferentes tendencias musicales (rap, música clásica), la película suena bien todo el tiempo y nos muestra que es necesario saber trabajar duro y hacer hermosos encuentros para tener éxito en la vida profesional y florecer en la vida personal. El fuerte vínculo entre Antoine y su profesora de canto está en el corazón de la película, al igual que Will Hunting y su psicólogo. La película aborda con verdadera inteligencia la división entre París y los suburbios, entre diferentes estratos sociales y, sobre todo, demuestra que hay que saber aprovechar la oportunidad y luchar por ella. El director Claude Zidi Jr. ofrece una comedia dramática hábilmente construida que capta nuestra atención sin ningún tiempo de inactividad.
Tenor consigue atrapar la Ópera Garnier desde su mejor ángulo y nos hace desear redescubrir este lugar ineludible de París, cuya belleza exterior es uno de los innegables encantos de la capital francesa. Evitando los clichés de las películas estadounidenses que filman París como una postal sin alma, la cámara de Claude Zidi Jr. encuentra el ángulo perfecto para filmar este lugar en el que se han representado muchas óperas importantes. Lograr que las lecciones de canto clásico fueran emocionantes fue un desafío difícil y, sin embargo, funciona de una manera muy eficaz, manteneniendo la credibilidad en todo momento.
Tenor muestra una vez más la gran riqueza del cine francés capaz de plantar cara a los estudios americanos proponiendo películas eficaces que nos dan ganas de ir al cine y aplaudir al final de una película tanto el placer de descubrirla nos da ganas de repetir. Sin duda, es todo un descubrimiento y solo podemos animaros a ir al cine a descubrirla.
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