Muchas veces me pregunto porqué hay series que, sin contar grandes cosas, resultan del todo agradables de ver. Esto es lo que me pasa con «The bear» la serie con temática de cocina que más me ha gustado hasta la fecha. Inevitable llamar Chef a todo el mundo, después de verla. «Sí chef» Estoy seguro de que no soy el único que siente como yo, que ven agradable el producto a pesar de que al pensar en ella no sabes bien de qué va. A ver si consigo desengranar qué tiene esta serie que hace que nos guste tanto.
En esta segunda temporada, Carmy y sus «Chefs» se enfrentan al reto que ya vimos en la primera temporada. Convertir «The beef» en «The bear» es decir, transformar un bar de bocatas en un restaurante de una estrella Michelin. Para ello Carmy tiene, junto con Sydney, que transformar a todo un equipo de gente de barrio bastante caótica, en chefs de la más alta precisión. El proceso, será tan caótico como fue lo de verles cocinar en la primera temporada, pero diría que frente a la primera temporada mejora en estructura, porque en esta temporada sabemos en todo momento hacia dónde vamos, creo que la primera temporada nos perdió un poco a todos.
Sin ninguna duda, esta serie cuenta con dos elementos que hacen, que una historia, sin ser nada espectacular, llegue al corazón y por tanto atrape desde el minuto uno. La primera de ellas es su reparto. Desconozco cómo se ha hecho el casting, pero cada uno de los personajes transmite con una fuerza digna de premios. No en balde Jeremmy Allen estuvo nominado al globo de Oro hace un año. Pero no es sólo él, sino quienes le rodean. Destacaría en esta temporada a Sidney y Richard. El segundo, de hecho, diría que tiene uno de los mejores capítulos de la serie, que provoca en él una evolución al personaje que lo coloca como uno de los top, es sin duda uno de los platos fuertes.
Del reparto entrante en esta segunda temporada, destacar a Molly Gordon que nos ha enamorado a todos. Sinceramente, me da mucha rabia cómo se ha jugado con su personaje en esta temporada, no era necesario, espero que en la tercera temporada pueda ganar en peso, porque se come la pantalla.
El otro elemento que hace destacar a «The Bear» es el montaje. El caos es constante. Es impresionante cómo en la primera temporada consiguieron hacernos oler la grasa de la cocina, sin estar en ella. En esta van mucho más allá. Sufriremos el estrés constante de una reforma, como en la primera temporada, el equipo sigue sin funcionar y es ahí donde la serie demuestra que le queda recorrido. «The bear» quiere una estrella, pero esto sólo pasará cuando todos funcionen como un reloj y aún están lejos de ello. El gran responsable de que entendamos esto es el montaje, conversaciones cruzadas, sucesos inesperados, ritmo y más ritmo. El ritmo de esta serie sí que es de premio, por su capacidad para generar estrés.
Esta temporada, regala momentos espectaculares. Como el que pongo en el vídeo, prueba de la calidad del montaje que comentaba anteriormente. El capítulo de Richard en el restaurante donde se hizo famoso Carmy, donde se forja el héroe. y el capítulo final es una delicia en todos los aspectos, en él confluye el estrés, con la satisfacción de haber llegado a la meta sumado a la aceptación de que aún queda camino por recorrer. Es un capítulo que vale la pena, en el que nos alegraremos y sufriremos por partes iguales. Y para desentonar está el capítulo de navidad, uno de esos episodios que baila en la línea entre la locura y la genialidad, yo me decanto por la locura, pero reconozco que al final se entiende mejor qué se nos quería presentar.
No dejéis de verla, está en disney plus.
PD si alguien sabe qué cinta es esa verde que usan para marcar todo en la cocina, por favor me lo haga saber.Puntúa el post
[…] Fingernails su título en inglés. Atraído casi por la participación de nuestro querido Carmy de «The bear». Eché un ojo al tráiler sin prestarle mucha atención y fui víctima de lo que podría ser un […]