El título de este episodio es toda una declaración de intenciones. ‘The Great Wave’ hace mucha referencia a lo que se supone que va a desencadenar la presencia de Galadriel en Númenor. Este capítulo establece la mitad de temporada y se pueden sacar algunas conclusiones que iremos comentando. Algunas de las tramas que ha dejado este episodio en la mayoría de sus personajes, crece, pero en otras decepciona. Si hacemos un todo puede que tengamos en la mano más decepción que admiración, Nuestra gran protagonista empoderada femenina sigue teniendo una presencia que no invita a la empatía. Mientras que hay mucho personaje superficial (de momento) y algunos que sí brillan, como pueden ser Durin, Disa o Elrond.
Aunque algo mejora ‘The Rings of Power’, este capítulo se ve algo lento y espero que sirva plantear la forma en la que las diferentes tramas se entrelazan y que podamos ver un gran despliegue final. The Rings of Power queda lejos de ser la gran serie que se prometía. No sabría decir exactamente que es. Hay algo en la trama, en la forma que se llevan a cabo los diálogos o el planteamiento bastante mejorable de los protagonistas que hacen que esta serie no acabe de despegar. Y es una pena, porque tiene todo lo demás. Es como un intento de alguien inmaduro de llegar a la perfección. Es una serie a la que se le ven cosas, pero que en ciertos puntos decepciona.
Este episodio demuestra que a nivel técnico la serie sigue teniendo más cosas que ofrecer. Escenas de este capítulo de la Akallabêth o de la canción de la resonancia de la piedra de Disa, por poner algunos ejemplos, elevan el nivel mostrado y permiten un disfrute audiovisual que será difícil de volver a repetir. En especial me está gustando mucho como se está planteando la trama de los enanos y la importancia de la amistad entre Durin y Elrond. Curiosamente, la no presencia de la trama de los hobbits ayuda a que este episodio haya sido mucho más entretenido. Como ya comenté la semana pasada, la historia de Nori y compañía, incluso en presencia del hombre misterioso, no acaba de despegar.
La sorpresa que nos dejó el episodio anterior fue la aparición de Adar, capitán de la tropa orca de las tierras del sur. Ahora pasaremos a analizarlo bien, pero su presencia es inquietante y con un tono potente, deja dudas de su procedencia pero no de cuáles son sus objetivos. Este hilo de la historia me está gustando mucho a medida que van pasando los capítulos y dado que ya sabemos el resultado final de esas tierras, quiero ver un gran desarrollo. Vamos a comentar que nos ha dejado el capítulo.
- Pero vamos con el análisis, tened cuidado porque entramos en zona peligrosa:
- Trama de Galadriel y Númenor
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El capítulo comienza de una manera esperanzadora. Tar-Míriel gobierna en el zenit de la civilización numeronana. Pero algo se mueve en el corazón de la isla. Lo que comenzó como un sueño, el final del capítulo se revela como cierto. Es una pena que no podamos ver el Akallabêth como realmente sucedió. Si bien tienen toda la intención de hundir la isla al final de esta temporada o en las sucesivas que vendrán, es muy importante entender el porqué de esta masacre. Nos han dejado caer migajas. Después de haber leído el Silmarillion se pueden comprobar los matices que han intentado introducir para poder explicar el fin de Númenor.
Por resumir un poco la historia. Como bien se cuenta en el capítulo anterior, los hijos de Númenor son la descendencia directa de Elros, el hermano medio-humano de Elrond. Ambos hijos de Eärendil, hijo del segundo enlace mestizo entre elfos y hombres. Como medio humanos, la gente de Númenor tuvo la fortuna de disfrutar de una vida más larga que la habitual entre los hombres (como Aragorn), pero no pueden escapar del destino reservado a los Segundos Hijos, que es la muerte. En el apogeo de su civilización, y con el gobierno de Ar-Pharazôn influenciado por Sauron, la gente de Númenor decide dejar de mirar los sucesos de la Tierra Media y se vuelve contra los dioses con el deseo de reclamar la inmortalidad por la fuerza. Los Valar, enfurecidos por esta rebelión, castigan a Númenor y a su gente. Los que se mantuvieron leales (principalmente el linaje de Elendil) se exiliaron en la Tierra Media, fundando los reinos de Arnor y de Gondor.
Ya comenté que el personaje de Elendil me gustaba mucho. Me parece que el mejor mantiene el porte en Númenor. Su hijo Isildur no me gusta, pero porque el personaje de por sí ya es orgulloso. Sin gustarme, está muy bien planteado y cuadra muy bien con lo que nos contaría Tolkien de él al final de la Segunda Edad. Otros personajes que destacaría sería el mismo Ar-Pharazôn, en una posición de poder aunque no todavía la que se espera de él. El romance entre los hijos de Elendil y Ar-Pharazôn lo dejo en modo de anécdota, para deleite del sector romántico del público, que algo tenían que rascar.
Pero de esta trama es imposible no negar la influencia que Galadriel está ejerciendo en la isla. Después de descubrir el plan de Sauron con Elendil va a ver a la reina y le explica la situación. Aún estando de acuerdo, se niega a poner a su gente en peligro. Este lucha que se crea entre Tar-Míriel y Galadriel deja situaciones casi cómicas, como la jugada de encerrar a los soldados en las celdas (vaya mierda de soldados). Otras situaciones son nostálgicas, como su escalada a la torre de Tar-Palantir, un poco Pippin con la almenara de Minas Tirith. El personaje de Galadirel se empeña en no mejorar. Y suponiéndose que es la más sabia y poderosa de todos los seres de la isla, acaba recibiendo consejos de todos: de Halbrand en la mazmorra, de Tar-Míriel en conceptos de estado o del mismo Elendil, para no excederse con la Reina regente.
El hecho es que la serie está perdiendo mucho tiempo y oportunidades con Galadriel. Gracias a ella podemos ver lo magnifico que es Númenor y las sorpresas que esconde. Se descubre uno de los palantír que habitan en la isla. No encaja muy bien, ya que las piedras videntes no las poseían los reyes de Númenor sino estaban en la casa de Elendil. Entiendo que como recurso narrativo pueda utilizarse. También puede evocar un punto de nostalgia y evocar a su hermana de Orthanc, donde un instrumento de bien acaba siendo utilizado por el mal. Es muy probable que en esta serie acabe ocurriendo lo mismo.
La secuencia final relativa a Númenor de este capítulo permite disfrutar de un despliegue visual alucinante. Nimloth comienza a perder sus pétalos, la frase de ‘los petalos son las lagrimas de los Valar’ no me acaba de cuadrar por la situación política que se vive en Númenor respecto a los Ainur (explicada anteriormente). El hecho de que Galadriel se salga con la suya es premiar narrativamente a una niña mimada. El concepto de la tempestad interior está muy usado y no convence. Eso no quita que las escenas de preparación para la guerra en el Sur quede de lujo, tanto visualmente como con un gran banda sonora. Está por ver como acaba la historia de Halbrand, ya hablan las diferentes teorías que puede que sea un pesronaje conocido del Señor de los Anillos.
- Trama de Arondir y las Tierras del Sur
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Sin ser mi favorita, la trama que cuenta la serie sobre las tierras del Sur está cogiendo un tono que me está gustando. No tanto por lo que ha ido mostrando sino por lo que espero de ella. La captura de Arondir y su intento de escapar hace que los orcos lo entreguen a Adar. Este personaje es un misterio, como todos los elementos de esta trama. Las apariencias revelan que Adar es un elfo que pinta de haber sido torturado. Se entiende que por Sauron. Adar en élfico significa ‘padre’ y es así como todos los orcos le llaman. Curiosa relación.
En la conversación que mantienen Arondir y Adar se menciona un aspecto que creo que es capital para entender la serie. Según Adar, ‘se han dicho muchas mentiras sobre la Tierra Media, algunas ancestrales, y que para rehacerlo todo hace falta crear un mundo nuevo. Que lo diga un personaje inventado en una serie que ha creado todo el guion de la nada más absoluta con personajes que ya existían y que no hacen gala de lo que eran en la obra de Tolkien tiene delito. Probablemente sea la afirmación más categórica de que lo que vemos no es Tolkien, sino Amazon, y es un barco al que no sé si debería subirme.
Sin embargo, como la curiosidad mató al gato, el hecho de ver ‘The Rings of Power’ responde al hecho de poder analizar el material para recomendar ir a la fuente, los libros. Coger hasta el minúsculo detalle e intentar ver su valor (o su demérito) y vivir a Tolkien. En este caso la serie intenta introducir una serie de elementos que dan esperanza y me la quitan. Todo lo que es la construcción de reino de Mordor, ver a los orcos hablar en lengua negra o el destino de la espada me causan muchísimo interés. El trabajo que ha hecho Weta con los orcos me encanta. Por otro lado, la serie se empeña en repetir errores y traer cosas ya muy manidas.
El rollo este que llevan Arondir y Bronwyn está muy visto y es absolutamente innecesario. Que toda la humanidad se refugie en una torre con un ejército de orcos a punto de atacarles me recuerda mucho al Abismo de Helm. De echo, creo que veremos secuencias muy similares. El mensaje de Adar es muy claro, o se le jura lealtad o todo el mundo morirá. La gente de Rohan no tuvo tanta suerte, veremos a ver que depara a la gente de las tierras del sur en Ostirith.
- Trama de Eregion y Khazad-Dûm
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La trama de Elrond y Durin es la que más interés me está generando. Enanos y Elfos por fin cooperan y la construcción de la forja donde los anillos de poder se forjarán avanza. Celebrimbor y Elrond conversan sobre Eärendil, padre de Elrond, dejando un bonito relato a los fans de cuál fue el destino de uno de los Silmarils. Me gustaría que esta temporada sirviera para ver la forja de, al menos, los anillos de los elfos. Del legendarium sacamos que la mayoría de portadores de estos anillos ya los conocemos. Vilya, el Anillo Azul, fue llevado por Elrond y era capaz de curar cualquier tipo de herida (como la de Frodo en Amon-su). Nenya, el Anillo Blanco, permitía que los artefactos y edificios no se marchitaran. Galadriel fue quien lo portó. Narya, el Anillo Rojo, capaz de avivar la llama de los corazones, fue llevado por Círdan, carpintero de barcos, durante un tiempo. Al final acabó en las manos de Gandalf.
Pero lo realmente importante de esta trama se da en Khazad-Dûm. El hallazgo del mithril hace que los enanos sean muy cuidadosos e inicialmente desconfiados, cosa que me parece muy alineada con la obra del profesor. En general, y dado su orgullo, no buscaban compartir riquezas sino almacenarlas. El hallazgo del mithril dejará situaciones que demostrarán algunas de estas y otras virtudes en la relación que están manteniendo Elrond con Disa y Durin IV. Al personaje de Elrond creo que le falta un hervor. Un poco en la tónica de la serie, al personaje interpretado por Robert Aramayo le falta algo que todavía no sé diagnosticar para acabar de brillar del todo.
El descubrimiento del mithril lleva consigo otros males que sabemos que vendrán, ya que pudimos ver al Balrog en los anuncios previos al lanzamiento de la serie. La ambición de los enanos les lleva a excavar muy hondo. Mientras Elrond y Durin están discutiendo sobre las ventajas (e inconvenientes) del mithril la veta dedicada a la excavación del mithril se derrumba y Durin, leal amigo y patrón, va en busca de sus hermanos. Este accidente hace que Durin III cierre la veta del mithril, enojando a su hijo Durin IV. La fomra que tiene Elrond de suavizar la situación es contando la historia de como Eärendil sobrevuela todos los días los cielos (con un Silmaril) y puede estar con el cada día. Esta historia daría para otro post en particular, dedicado a la Caída de Gondolin, mi favorita de Tolkien, pero no es el caso. Gracias a su amigo va a ver a su padre y podemos descubrir Khazad-Dûm de noche y a un rey que tiene todo lo que le hace falta a un rey enano.
Probablemente la raza de los enanos sea la que mejor está representada en la serie. También es donde la serie más brilla a nivel audiovisual. La escena de la resonancia de las piedras de Disa es bellísima y Khazad-Dûm me sigue pareciendo majestuosa. Salvando las distancias inclusivas, todos los personajes que se han ido presentando tienen las virtudes y defectos que han acompañado a los enanos en la obra de Tolkien. Testarudos, a veces un poco oscuros y orgullosos, también pueden ser socarrones, leales y trabajadores. Todo esto está presente de alguna u otra forma en los personajes de Durin III, Durin IV y Disa. Personalmente creo que Durin III tiene todavía mucho que decir. Veremos que tal va Durin por Lindon.
La verdad es que te leo y me doy cuenta de que:
Númenor y la elfa Galadriel me aburrren…
Arondir y las tierras del sur, me aburren….
Elrond y Durin no aburren, quizás son los únicos pero no vemos su trascendencia.
Totalmente deacuerdo contigo también ante el hecho de que se toman licencias para tirar de nostalgia, pero siguen sin crear nada nuevo. Seguiremos a la espera, pero una batalla en el monte del destino de una hora, no me va a compensar 7 capítulos así.