Después del capítulo anterior, Udûn, había cogido esperanzas en ‘The Rings of Power’. Esta serie, sin embargo, sigue empeñada en no querer gustar. No lo digo porque no esté bien hecha. Está muy bien hecha, pero con cada capítulo el progreso que se le suponía sigue sin aparecer y estamos a las puertas del fin de la temporada. Ya llegará el tiempo en el que debamos examinarla de manera global, estas líneas tienen otro propósito. Este séptimo capítulo proponía un título interesante después de que el Orodruin estallara en llamas, ‘The Eye’. La referencia es inmediata, dado que Sauron es el ojo que gobierna el país recién fundado. Pero más allá del título, nos enfrentamos a otro capítulo que pudo haber sido correcto, pero que se quedó a las puertas.

La vuelta de las diferentes tramas no ayuda, aunque sí que deja interrogantes que incitan a la curiosidad. Ahora entraremos en la región de interés, pero dar una vuelta general nunca está demás. Asistiremos a los eventos de la catástrofe originada en Ostirith, con un facción de caída y otra que se levanta. La vuelta a las cavernas de Moria siempre es una buena noticia, ya que el dúo que forman Durin IV y Elrond cada vez funciona mejor, probablemente se trate de lo mejor de la serie. Y por último, los hobbits. Ya dejé mis impresiones en lo que respecta a esta trama. De la curiosidad del libro de Sadoc hemos pasado a la incertidumbre de quién es el hombre misterioso y de los místicos que le persiguen.

Aquí han pasado cosas que no han de ser desatendidas. Que la serie tenga que escribir un gap temporal que Tolkien dejó sin publicar es un mérito enorme. Desde el principio no quería comparar peras con manzanas. Pero todos los esfuerzos de esta producción se han empeñado en que las peras sean menos peras y que lo único que cuente sean las manzanas doradas con las que Amazon pretende engañarnos, cual bruja de Blancanieves. Parece ser, digo sólo parece porque ya llevo mucho tiempo esperando algo de esta serie que al final no acaba dando que estoy perdiendo la paciencia, que por fin vamos a saber quién es el verdadero malvado de la serie en este último episodio. Sauron ha tenido mil nombres: Halbrand, Adar, el hombre misterioso, … Todos hemos ido haciendo nuestras cábalas, veremos que deja el resultado final.  

No es que se trate de incoherencias temporales. Es el no respeto a la obra lo que en general está molestando. Además de una falta bastante gorda de guion, los personajes (salvo alguna excepción honrosa) no han sabido evolucionar. El resultado general está siendo un gran fuego de artificio, una gran iluminación bonita, pero al final sólo quedan cenizas. O algo cambia para las temporadas venideras o nos encontraremos con una serie que envejecerá mal. Probablemente los asesores contratados que buscaban prestigio al estar incluidos en los créditos se vean forzados a una de dos: o exigir más calidad en cuanto a guion o hacer como Tom Shippey, abandonar el proyecto visto que no era lo que prometía ser.

Pero vamos con el análisis, tened cuidado porque entramos en zona peligrosa:
Trama de Mordor

Sí, ya es oficial. Como si de una presentación de PowerPoint se tratara, la serie nos confirma lo que ya veníamos advirtiendo desde los primeros episodios de esta serie, las Tierras del Sur no son otra cosa que Mordor. Al ser la última escena del capítulo es la bofetada más reciente que deja la serie para comentar. ¿Adar fundador de Mordor? Más allá de lo inexacto de lo que acabamos de ver, habría que dar un poco de contexto de qué es Mordor y cuáles fueron las intenciones de Sauron de erigir la gran torre de Barad-dûr al lado del Orodruin, que ya se encontraba allí desde la Primera Edad a pleno funcionamiento, gracias a Melkor.

El país de Mordor oficialmente se fundó alrededor del año 1000 de la S.E. Sauron, al ver que el poder de Númenor se extiende más allá de su isla funda el País Negro (traducción literal de la lengua sindarin). Estas colonias son lo que después fueron grandes capitales de los hombres de Gondor, Pelargir, Umbar y algunas otras hicieron visible el poder del país estrella en la Tierra Media. Sauron creó un lugar donde reagrupar a sus fuerzas y desde donde dar batalla. Hasta aquí más o menos todo bien, considerando los más de 2000 años de diferencia entre su fundación y donde se supone que se sitúa la serie, con Sauron a punto de ser llevado en cautiverio a Númenor.

Hasta ahí podríamos valorar que en fin, hay que darle un gran rango a Adar para poder ser catalogado como un gran villano, que para mí lo es. La otra gran bofetada de este capítulo se produce en la conversación que tienen Galadriel y Theo. En la huida desde Tirharad hasta el campamento de Númenor, Galadriel y Theo se van a ver envueltos en diferentes situaciones en las que van a haber de esquivar a los orcos de Adar (con una muy particular que recuerda a los hobbits y su primer encuentro con un Nazgûl. Setas.). Ya comentamos en su momento que la figura de Galadriel en esta serie no encaja con lo que describió Tolkien. Siendo ya un personaje que no acaba de empatizar con la gente, encima se ataca directamente a lo que se supone que debería hacer.

¿Cómo que Celeborn está muerto? A ver, se supone que el pilar fundamental de esta protagonista es que no existía nada más que Finrod y que estaba allí para vengar su muerte. ¿Cómo entonces nos enteramos de que Celeborn está muerto? Si se le ha querido hacer un guiño a la Galadriel de los libros, lo que debería hacer Galadriel es irse a Lindon y quedarse allí. Además, en esa conversación se deja entrever que cayó en batalla pero nunca se encontró el cuerpo. Sea cual sea la forma de Galadriel el personaje se acaba devaluando. Lo mejor es que Celeborn nunca se hubiera nombrado. Ahora, dándolo por desaparecido, haces que Galadriel quede bastante mal dejando de lado a un marido necesitado por una venganza personal. Peor no lo han podido plantear.

Del resto de personajes que participan en esta trama podemos decir más bien poco. La devastación que está dejando el Orodruin ha mermado mucho las filas de Númenor. Hay personajes con muy pocas ideas, como Isildur metiéndose en un edificio en llamas. Deja entrever algo que sabemos que no pasará. El que sigue en su porte grande es Isildur, aunque parte el corazón ver como Galadriel vuelve para hablar con Míriel. Tiene algunos diálogos y algunas reflexiones sobre la guerra que sí son interesantes, pero lo que comentaba antes. Demasiada grandilocuencia para tan poca coherencia posterior. No puedo con la gran familia feliz que se ha formado entre Arondir, Bronwyn y Theo. Me genera curiosidad el viaje de Halbrand y Galadriel a Lindon (lo de la medicina élfica queda muy forzado), son muchos kilómetros para una herida recién cerrada.

Trama de Khazad-Dûm

La gran trama de la serie es sin duda la que ocurre en las Minas de Moria. En Khazad-Dûm se produce una de aquellas escenas que no se creerían en el Silmarillion. Elrond el medio elfo le hace una oferta a Durin III. Hay que recordar en este caso que los árboles de Lindon tienen algún mal que no se ha podido identificar. Elrond le pide ayuda al rey de los enanos. Antes de dar una respuesta padre e hijo tienen una interesante conversación del origen de los enanos y su creación por manos de Aulë. El objetivo de Elrond es obtener un mithril a cambio de baratijas élficas. El buen rey no se deja engañar, haciendo gala de la astucia de los enanos.

Lo que no sabíamos hasta ahora es que el mithril tenía capacidades curativas. Supongo que es una de las formas que han tenido para darle un poco más de fuerza a la relación entre Elrond y Durin, mediante algo que les importara a los dos. Que ahora el mithril sea mágico no me acaba de generar ilusión la verdad. La escena de Durin en la mesa viendo como la hoja se va curando mientras Disa obsesrva atónita es bonita, no buena, pero bonita. Por otra parte, me hubiera gustado que el mithril se quedara como lo que era, un material excepcional que no se oxida, que tiene una gran fortaleza pero a la vez es liviano. Sin componentes mágicos, de los que tanto huía Tolkien.

La negativa del rey hace que el nos demos cuenta del gran personaje que es Durin. Probablemente estemos ante el mejor de toda la serie. La química que tiene con Elrond mejora con los capítulos y es el único al que le hemos visto reír, llorar o enfadarse. La diferencia con otros protagonistas es abismal y es el que le pone más corazón a su interpretación. Como decía, ofrece una escala de grises que se permite incluso la osadía de retar a su padre reabriendo la veta de mithril. Si algo sabía Durin III podría haberlo dicho, al excavar muy hondo, la serie va a volver a tirar de nostalgia al presentar la hoja de Lindon cayendo por la montaña y despertando a lo que sabemos que causó la ruina de Moria.

Este es otro de los ejemplos de la poca capacidad imaginativa que se ha tenido a la hora de plantear los argumentos de la serie. El Balrog de Moria tiene otro nombre en los libros, el Daño de Durin. El Balrog que nos han presentado debe ser el mismo que trajo la ruina a las Minas de Moria. La codicia de los enanos fue su perdición … casi dos milenios después de lo que se supone que está ocurriendo en la serie. Durin VI es el nieto de Durin IV, personaje al que sí conocemos. Si que el origen es el mismo, no encaja mucho con lo que Tolkien nos enseñó. Con una licencia temporal cuestionable, me gustará ver qué pasa una vez presentado este demonio del mundo antiguo.

Trama de Hobbits

La última trama y la menos importante, hasta ahora, es la de Nori y la compañía de hobbits pelosos. En su migración hacia Rhovanion se encuentran con los restos de la eclosión del Orodruin. Es un momento para que el hombre misterioso realice su magia. De origen élfico, utiliza la siguientes palabras para intentar rejuvenecer a los árboles: Á keuta (restaurar, renovar, actualizar), Á envinyata (sanar), Lote (Flor) y Á kuita (vivir). Si atendemos a que de momento todo lo que nos ha ido diciendo el hombre que parece ser Gandalf, todo ha sido en quenya y siempre sin maldad. ¿Estamos ante un maia algo inmaduro en su poder, como si fuera un Gandalf de joven? No debería, pero pudiera ser.

Los que sí parece ser que no van a hacer amigos son los conocidos como los Místicos, estos seres extraños que buscan al hombre misterioso. No hay que ser muy listo, los hobbits no lo son, como para darse cuenta que mezclarse con esta gente no deja de ser una mala idea. El detalle de como Poppy se esconde en el río me parece muy revelador de cómo los hobbits se esconden. Nori vuelve a convertirse en un Tuk y consigue que todas carrozas hobbits se quemen. Pregunta puñetera, ¿los hobbits sólo comen manzanas?  Es la trama que me genera menos curiosidad de todas. No por ser la más inadecuada de todas por su origen temporal, sino por el cero carisma de todo lo que la rodea.

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About Javier GF

Editor en la Septimacaja. Ingeniero de profesión, deportista como afición. El espacio es una de mis mayores pasiones, entender como funciona el mundo es indispensable para poder cambiarlo. Devorador de series y agitador de aquellos que nos quieran colar pelis de SerieB como grandes estrenos.

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