El primer capítulo es evidente que nos deja con ganas de mucho más. La llegada de Sauron a Eregion hace que no haya otra opción de saltar de capítulo y ver que propone la gente de Prime en la segunda parte de la temporada. Lo que sí se ha podido ver con este episodio es que parecen haberse dado cuenta de algunos de los errores que impedían a esta serie despegar de la forma en la que muchos lo esperábamos. Viendo el primer y el segundo episodio, podemos afirmar con claridad que se ha mejorado mucho y esta serie no tiene nada que ver con su primera temporada.

Errores hay, y fallos en el legendarium también, eso es evidente. Pero tenemos que darnos cuenta de que lo que vamos a ver no es Tolkien, si no una adaptación de unas personas (influenciadas por el contexto actual) en la que se nos permite realizar un viaje por la Tierra Media. Amazon Prime nunca ha sido famoso por su calidad a la hora de hacer series y lo ha apostado todo a que esto funcionara. En estos dos episodios, de momento, podemos afirmar que sí, que tiene mimbres nuevo, pero la pregunta está ahí. ¿Hacia donde nos van a llevar? y ¿cómo?

En este capítulo se van a seguir explorando alguna de las tramas abiertas en el anterior episodio y se van a introducir otras nuevas. El episodio nace con un visita aérea a Khazad-dûm que es una maldita maravilla. ¡Qué ganas tenía de escuchar el tema de Bear McCreary de Moria! Los enanos fueron de lo poco salvable de la primera temporada y había muchas ganas de ver a Durin IV. Hay que recordar que el final de la anterior temporada descubríamos al Balrog que causó el colapso de la mina, y es posible (no en este) pero en futuros episodios tenga algo que decir.

Viajaremos por los páramos de Rhûn, en el que se nos presenta la némesis del Extraño, un curioso mago del que no tenemos tipo de constancia ¿puede que fuera uno de los magos azules que se han corrompido? He de reconocer que después de ver como evoluciona esta trama, me crece el interés. Nos están empeñando en hacer pensar que el Extraño es Gandalf, no solamente por la relación que tiene con los hobbits, sino por el tema del báculo o por la forma en la que se refiere a si mismo.

Pero donde va a estar lo fundamental del capítulo ocurre en la trama de los Elfos. La llegada de Sauron a Eregion abre la puerta al núcleo de lo que va a ser la temporada. A eso se le va a juntar el descubrimiento de los diferentes poderes de los Anillos de los Elfos. Ya vimos su poder de regeneración de los mallorn de Lindon, pero también se descubrirán los poderes del anillo de Galadriel y de Círdan.  

Pero vamos con el análisis, tened cuidado porque entramos en zona peligrosa:

Trama de los Enanos

Como comentaba antes, el capítulo comienza con una entrada estelar a Moria, y podemos comprobar el sistema de ingeniería que tenía los Enanos para conseguir luz dentro de la montaña. A nivel creativo, lo que se ha conseguido en Moria es un gozada visual. Los eventos ocurridos en la última temporada, nos dejan en Moria a un Durin III relegado de su posición de príncipe y trabajando en la mina como todo hijo de vecino. He de conseguirse un sustento, ya que deja de gozar de la protección del rey. Padre e hijo representan la terquedad de los enanos de manera perfecta. Solamente Disa, mujer, intentará aplicar un poco de cordura.

Pero la trama no se centra en esto. Consecuencia del ¿estallido del Orodruin?, Moria comienza a derrumbarse y las placas que permitían que el Sol entrara en la mina han quedado destruidas por el colapso de la montaña. Creo que la razón del colapso de la montaña deberían buscarla más abajo, ya que no tiene nada que ver la explosión del volcán con que el Balrog que vive bajo la montaña haya despertado. Ésta, y no la razón que nos quiere dar la serie, es la verdadera razón por la que Moria es destruida.

Me gustan mucho los detalles de los Enanos. Algunas aportadas por Tolkien, como las famosas barbas de los Enanos (¡por fin se pueden ver!). Otras, no aportadas por Tolkien y que son cosecha de Prime, como las cantadoras de piedra, me encantan. Ya las vimos en la primera temporada intentando buscar el mithril. Ahora intentarán solucionar el problema ocasionado con el acceso de la luz a la montaña. Y fracasarán. No pasa nada, porque la música de Bear McCreary lo compensa todo, pero eso deja a Durin sin elección más que seguir excavando la montaña.

Trama de Elfos. Galadriel, Elrond, Gil-Galad

Después de que los anillos llegaran a Lindon, esta trama se siente como un poco secundaria, ya que todo lo que tiene de relevante está ocurriendo en Eregion, trama que he reservado para el final. Lo que más me ha llamado la atención de esta trama es la forma en la que los nuevos poseedores de los anillos comienzan a familiarizarse con sus poderes.

Usando la conversación entre Círdan y Elrond, que es lo que hay que juzgar, ¿la obra o al artista? Si la obra es buena y el artista malo, ¿entonces la obra debe ser rechazada? Ojo, porque tenemos muchos ejemplos de eso hoy en día y me parece un acierto (y la forma de convencer a Elrond) de que el poder de los anillos de los elfos está orientado a la voluntad de su portador. Es decir, que tienen la capacidad de hacer el bien.

Si ya vimos el poder del Anillo de Gil-Galad, Vilya, y el rejuvenecer de la s hojas de Lindon, se nos deja entrever el poder de los otros dos anillos. Nenya, el anillo que le cae a Galadriel, tenía el poder de preservar la cosas y hacerlas inmunes al paso del tiempo. También tenía la capacidad de poder ver eventos futuros. Es Galadriel la clave de porqué las cosas no están yendo bien en Eregion y es por ello que partirá con Elrond, y algunos otros elfos, a la ciudad de los herreros elfos. Me ha gustado mucho como lo han representado.

El otro anillo que falta por descubrir es el de Círdan, Narya. Este anillo acabará en la Tercera Edad en manos de Gandalf, entregado por Círdan mismo y su poder era el de encender la voluntad del corazón para que las personas pudieran realizar actos heroicos más allá de sus fuerzas. ¿Verdad que nos suena esto? A mi me vienen a la cabeza un par de hobbits llamados Frodo y Sam. También sirve para sanar, ya que con él, Gandalf curó al rey Theoden del embrujo al que le tenía sometido Saruman. El uso que le da Círdan todavía es un misterio, ya que solamente la hunde en el agua y se le acercan pececillos. Está por ver si va a realizar algún acto con él.

Lo que si está claro es que esta trama va a juntarse rápidamente con la de Eregion. Aunque esta es la primera que loe experimenta, estas visiones de Galadriel (inducidas por su anillo) son veraces, y la voluntad de la elfa es bastante indómita. No es la adolescente descerebrada que aparecía en la primera temporada, algo ha madurado, pero tampoco es la Galadriel que se espera. Siendo como es uno de los personajes principales, quiero ver su evolución a lo largo de esta temporada para llevar a cabo una crítica completa, no solamente de un par de capítulos.

Por cierto, un último detalle. Círdan sí tenía barba. Aunque a muchos les haya extrañado que un elfo tuviera barba, Tolkien dejó escrito que en los elfos de avanzada edad presentaban barba. Cuidada, ya que los elfos tienden a la belleza y la perfección, pero barba al fin y al cabo. Hay que recordar que Círdan es de los elfos más viejos que existen. Ya en la Primera Edad era un gran señor de los elfos Teleri, con lo que bien podría haber nacido en la Edad de los Árboles en Valinor.

Trama de Rhûn. Nori y el Extraño

En esta trama la cosa comienza a complicarse sobremanera. Y me gusta. Me gusta, porque como decíamos en el post anterior, es una trama que parte de cero y que es solamente licencia narrativa de un equipo dispuesto a mejorar la primera temporada. Son muchas cosas las que me tienen inquieto de esta trama.

En primer lugar, se nos presenta al villano de Rhûn, un mago que, como parece ser, es aliado de Sauron. Recordemos que no es la primera vez que ocurre eso, ya que el mismo Saruman, decano de la Orden de los Istari, fue corrompido por Sauron. Se me ocurre que se quieran inventar que el hechicero que aparece sea uno de los magos azules, aquellos de los que se perdió el nombre, que ha sido atraído por el mal y es un peón más en la lucha de Sauron por conquistar la Tierra Media. Coincide en que los Magos Azules viajaron al Este, y se perdieron. No coincide por el hecho de que los Istari (los 5) no llegaron a la Tierra Media hasta bien entrada la Tercera Edad, y aquí estamos a mitad de la Segunda. Algo chirría.

Lo argumentaré como unas licencias narrativas, que, en función de como avance la trama, se juzgarán buenas o malas. La presentación del villano, sin embargo, está muy bien ejecutada. Nos presenta su base, Caras Gaer (que en sidarin significa ‘fuerte horrible’) y a sus peones. Los acólitos que vimos al final de la primera temporada, representados como sacerdotisas blancas y los exploradores, que son los jinetes enmascarados. Con ellos parece que el gran mago tiene una deuda, veremos como la resuelven. Todos ellos conocedores de Sauron, ojala exploren esto también, porque por lo que aparece en el prólogo, a Sauron no le dio tiempo de ir hasta Rhûn.

Pero lo que no deja lugar a dudas es que nos van a hacer creer que el Extraño es un realidad Gandalf. Durante este capítulo tiene una discusión con Nori sobre el significado del nombre que recuerda mucho a la presentación que hizo Gandalf al conocer a Bilbo. ‘Soy Gandalf, y mi nombre me representa’. Me gusta el guiño que tienen con los hobbits cuando les persiguen los exploradores, muy parecido a lo que vimos con Frodo y Sam cuando se camuflan de los haradrim delante de la Puerta Negra. Irónico. Ahora son Nori y Amapola.

Pero para el final de esta trama dejan el resultado de el encuentro entre los jinetes y este pequeño trío perdido por Rhûn. Gandalf, aún inmaduro e incapaz de controlar sus poderes, encuentra por casualidad (¡oh, sorpresa!), un báculo con el que lucha contra los exploradores. El resultado es el que es, arma de doble filo. Los exploradores son derrotados, pero las pequeñas hobbits salen volando. En mi opinión, ojalá se pierdan por las arenas de Rhûn, es de los personajes que poco aportan y potencialmente descartables a que tengan peso en la trama.

Trama de Eregion

Dejo para el final lo que ha sido la mejor trama del capítulo. Esta trama es el corazón de la serie y por mucho que quieran darle bola a otra cosas, la serie se llama Los Anillos de Poder, y estos fueron llevados a cabo por Celebrimbor con la ayuda de Sauron. Éste último, antes de que se supiera que era en realidad el mal personificado, se muestra ante Celebrimbor como elemento de ayuda a la hora de perfeccionar la técnica de la forja de los anillos.

La trampa parece que ha funcionado, el mensajero de Lindon a Eregion aparece muerto en el camino, arrastrado por algún ser todavía por determinar. Se supone que los seres que emboscan al grupo de Elrond y Galadriel, que son como espectros, serán los que interceptan a los mensajeros de Gil-Galad a Celebrimbor advirtiendo de que Halbrand es en realidad Sauron. Me resulta muy curioso que Celebrimbor no sepa nada, ya que es en Eregion cuando se descubre su identidad. Una licencia perdonable para darle un poco más de suspense a la relación entre el elfo y el señor oscuro.

Con alguna reticencia inicial, Celebrimbor todavía esta dudando de si fiarse de Halbrand. A lo largo del capítulo, mientras afloran esas dudas, nos deja momentos en los que se verá al gran forjador de Eregion. Contemplamos el nacimiento del ithildin, un elemento que combinaba mithril con otros materiales y que permitía reflejar la luz de la luna. Ya sabíamos de él, ya que las puertas de Moria que aparecen en la Comunidad del Anillo fueron un regalo de Celebrimbor a Durin, o en el mapa de Erebor que tiene Thor y que rebela el camino secreto bajo la montaña.

Estas cosas permiten enriquecer la serie, pero lo realmente importante aquí es mostrar a Sauron como padre de la mentira y el engaño. Y él, sabiendo que realmente no llega ningún mensajero de Lindon (se ha asegurado de ello), consigue embaucar a Celebrimbor para seguir estudiando la forja de los anillos. Y da un paso más, así como los elfos ya tienen su anillos, ¿porqué no los enanos? ¿y los hombres? Ahí es cuando se le encienden todas las alarmas a Celebrimbor. Pero es cuando Sauron hace su jugada maestra.

Con su capacidad de cambiar de forma, y en una escena cargada de suspense se aparece ante Celebrimbor en la forma de elfo bajo el nombre de Annatar, que significa ‘Señor de los Dones’. La puesta en escena que hace es impactante y se puede ver un flashforward al salir Annatar de las llamas, como si viéramos el ojo de Sauron de la trilogía de Peter Jackson. En honor a la verdad, hay que decir que Celebrimbor tiene poca excusa ante tal puesta en escena. Cae, como caeríamos todos, en el embrujo, y Sauron pone la maquinaria en marcha, convenciendo a Celebrimbor para que invite a los Enanos a Eregion.

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