Y vamos ya con la crítica del tercer episodio que salió juntamente con los dos anteriores. En un principio creía que fue el empacho de capítulos, casi 3h seguidas de una serie que venía a revitalizarse. Pero no, voy a dar un dato solamente, para no verme influido en críticas subjetivas. En IMDB los primeros capítulos están por encima del 7 de puntuación. Este último está en 6.5, con lo que nos puede resumir un poco la tónica que hubo durante la primera temporada.
Algo falla en Númenor. La trama de los hombres de la isla nos hace revivir aquellas malas sensaciones que tuvimos durante la temporada pasada, en la que pudimos ver una nuez con un buen cascarón, pero vacía por dentro. Puede que también se deba a que la multitud de tramas que se han juntado en el capítulo provoque saltos continuos. Pero creo que es más a la estructura del guion que el mismo equipo de Prime ha reconocido que con la parte de los hombres de Númenor tienen un problema.
Además, se trata de un episodio que en la trama de los Orcos introduce una polémica que ha generado mucho ruido. En la sección del desarrollo de esta historia intentaré dar un poco de luces sobre la realidad de los Orcos, y como se reproducción y si tenían núcleos familiares o no. Más allá de esta polémica, hay que quedarse también con lo bueno que tiene este capítulo, que es mucho.
Gracias a la revelación como Annatar, Sauron se alía temporalmente con Celebrimbor en la forja de los Anillos de Poder. Ya estamos tocando el ecuador de la temporada, que consta de 8 episodios, y aunque este capítulo es flojete, deja momentos que son geniales. El personaje de Charlie Vickers es el auténtico protagonista de la serie, y a medida que van pasando los capítulos va dando un paso más allá en su plan como Sauron para conseguir el objetivo de hacerse con el control de todas las razas de la Tierra Media.
Visitaremos brevemente la mina de Moria, ya que su acción nos llevará hasta Eregion y volveremos a las Tierras del Sur, lo que ahora se conoce como Mordor. Al final de la primera temporada, las tropas de Númenor sufren una humillante derrota contra las tropas de Adar, justo cuando el Orodruin estalla. Parte de Númenor se ha conseguido reagrupar, pero Isildur está perdido. Como también Arondir, el caos que desató la Montaña tiene sus efectos, y aunque no todavía no se había parado la serie en ellos, en este capítulo vuelve para profundizar como quedan las Tierras del Sur después del levantamiento de los Orcos.
Aunque es un episodio mejorable, tiene el sello técnico perfecto que está dejando la serie. Hay algunas de las escenas que aparecen que son fundamentales para el devenir de la serie, pero también del lore del Señor de los Anillos. Tanto en las escenas de suspense, como en las épicas, me vuelvo a quitar el sombrero ante Bear McCreary, lo que está creando para esta serie sin duda estará entre las mejores bandas sonoras de todos los tiempos hechas para televisión.
- Pero vamos con el análisis, tened cuidado porque entramos en zona peligrosa:
- Trama de las Tierras del Sur. Isildur y Arondir
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El capítulo comienza con Elendil tranquilizando al caballo de su hijo isildur. Berek no va a acompañar al padre de su dueño de vuelta a Númenor y huye a través de un campo infestado de orcos a buscar a su dueño. Lo encuentra en otra demostración de lo oscura que se ha vuelto la serie. La sorpresa saltó en el momento en el que se hizo pública la lista de canciones de la banda sonora de la serie. La décima canción se titula ‘Shelob’, que es el nombre que se le da a ‘Ella-Laraña’, la mastodóntica araña que asoló a Frodo y Sam en Cirith Ungol al intentar acceder a Mordor en el Retorno del Rey.
La escena está cargada de tensión, y un poco de gore. Es una de las escenas más terroríficas. Enriquece la serie, y es lo poco salvable de esta trama. Bueno, podemos considerar la muerte de Bronwyn como un acierto en la serie. El romance entre Arondir y la humana fue una de las cosas que más chocó durante la primera temporada. Del resto de la trama poco más se puede sacar, ya que solamente vamos a vivir el reagrupamiento de Arondir, Theo e Isildur en los poblados de las Tierra del Sur. Isildur tendrá un encuentro con Estrid, una refugiada misteriosa.
- Trama de los Orcos
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Nunca una trama tan corta generó tanta polémica. Los orcos están agrupándose junto a Adar, mientras llegan más fuerzas. La serie nos va a presentar a Damrod, un colosal troll de las montañas que viene a engrosar las filas de Adar. El mensajero que envía a Adar viene un poco más ligero de equipaje. Al traerle solamente la cabeza, los orcos que están alrededor de Adar le cuestionan la actitud del troll, ya que en principio Adar había sido elegido por los Orcos porque se preocupaba por ellos. Al ver la cabeza del enviado a convocar a Damrod, que está buscando a Sauron, entran un poco en pánico y uno de sus capitanes le muestra a la familia que tiene que proteger.
Vayamos por partes. Aunque haya muchas versiones del origen de los Orcos, una de las más aceptadas, y comentadas en la anterior temporada con el surgimiento de Adar, es que los Orcos son en realidad elfos que han sido torturados o transformados por las artes oscuras de Morgoth o de Sauron. Así que es del todo posible que hubieran orcos de distintos sexos, masculino y femenino y que se reprodujeran de las misma forma que los otros hijos de Ilúvatar. Hasta aquí todo en orden.
El problema radica en el orco que se abraza a su familia ante Adar. Los orcos se reproducción entre ellos, con lo cual había crías de Orco. Citando al Simarillion en su capítulo ‘De la llegada de los Elfos y el cautiverio de Melkor’: «Dicen los sabios de Eressëa que todos los Quendi que cayeron en manos del Melkor, antes de la caída de Utumno, fueron puestos en prisión, y por las lentas artes de la crueldad, corrompidos y esclavizados; así creó Melkor la raza de los orcos, por envidia y en mofa de los elfos, de los que fueron después, los más fieros enemigos.»
En otro de sus escritos nos explica Tolkien que los orcos eran unas criaturas corruptas que estaban domesticadas con un vínculo ante sus amos mediante el miedo y el terror que éstos emanaban. Eran seres que vivían en un odio constante y que aborrecían todo tipo de belleza, intentando destruirla siempre que tenía ocasión. Que salga ahora la gente de Prime presentando a los Orcos como una especie de refugiados que buscan su hogar y que poseen buenos sentimientos, que quereis que os diga. Puede ser muy loable, pero se aleja mucho de lo que Tolkien dejó escrito en referencia a esta raza.
- Trama de Númenor
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Como hemos comentado, la trama que corresponde con Númenor es la que de momento peor está encajando en la serie. A su vuelta, las tropas que habían ido a luchar a Tierra Media, comandadas por Tar-Miriel y Elendil, reciben la funesta noticia de que el Rey ha muerto. Como ocurre en todas las guerras (Númenor no es excepción) cuando se vuelve y el resultado no es el esperado. Dolor y traición. Dolor por las madres que han perdido a sus hijos, y que permite enseñar a la serie la excelente reina que es Miriel (recordemos que se queda temporalmente ciega en Mordor).
La traición viene representada por la facción del gobierno de Númenor que lidera Ar-Pharazôn. Sobrino del rey Tar-Planatir, que acaba de fallecer, es primo de reina Tar-Miriel. Del Silmarillion y la Caída de Númenor sabemos poco sobre estos dos personajes. Parece claro que Pharazôn se casó a la fuerza con Miriel una vez muere su padre, ya que su deseo era gobernar. De Miriel, salvo que era regente una vez muere su padre, poco más se sabe más allá de que fue un títere de Pharazôn para acceder al trono.
En la serie es bastante diferente. La facción de Pharazôn, en la que extrañamente está la hija de Elendil, prepara un motín, ya que no están dispuestos a ver una reina ciega al frente de Númenor. Me ha gustado como han planteado la vestimenta de la coronación y el contraste entre la visión que debe de seguir Númenor entre los personajes de Miriel y Pharazôn. La senda de los amigos de los elfos y la senda de la rebeldía. Aunque he de decir que esta rebeldía llega un poco pronto, ya que no se da a conocer hasta que Sauron reside un Númenor y se vuelve consejero de Pharazôn (esta por ver si lo veremos en temporadas futuras).
Lo que si está claro es que han querido dar un aire de misticismo con la aparición del Águila durante la coronación de Miriel. La banda sonora de McCreary es lo mejor de la escena y le da un aire de majestuosidad propia de Númenor. La aparición del Águila sirve, en palabras de Miriel, como pronóstico de buen presagio en el reino. La facción de Pharazôn utiliza al Águila para proclamarlo rey, ya que Miriel es solamente una regente no coronada. Y el vuelo de esa misma Águila me sugiere: ‘allá os den, gente de Númenor, que venía a dar loas a vuestra nueva regente y de este barbudo no quiero saber nada’. Y voló.
No me ha gustado para nada el uso político que se le da la palantiri. Sí que me gusta sin embargo esa división que están haciendo entre los amigos de los elfos y los numeroanos seguidores de Pharazôn. Creo que veremos el ascenso del rey antes de lo previsto, ya que toda la historia de Sauron volviendo a Númenor se la saltaron con la primera temporada. Veremos como lo resuelven en el futuro, pero esta trama flojea, y necesita mejorar mucho, el potencial está ahí.
- Trama de Eregion
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La invitación de Celebrimbor llega a los Enanos, que lo están pasando mal con el colapso de la montaña. Ya en el capítulo anterior vimos algo entre Durin y Disa, pero se podía dejar ver como la pérdida de la posición de príncipe. La llamada del maestro elfo les abre las puertas de una nueva esperanza. Celebrimbor es muy convincente, y le es fácil poner a Durin III de su lado a la hora de aceptar los Anillos que está preparando.
Antes, Durin padre e hijo han hecho las paces en una divertida conversación en la que se experimenta todo lo que es un buen enano. Cabezonería, testarudez, pero también ser seres dispuestos a perdonar de corazón. En su nueva paz, Durin III le demuestra a su padre que su cabeza solamente está para la ayuda de los Enanos. Le ve las orejas al lobo, y no se fía de lo que va a ocurrir en Eregion. La figura de Annatar le incomoda, ya que ve que no es el mismo Celebrimbor el que está liderando la famosa forja de los anillos, sino un personaje que no conoce. Y es enano, al principio le cuesta confiar.
El trato que le propone Celebrimbor a Durin III es mithril por anillos. Y Durin IV y a Disa, la urgencia por resolver el problema que se ha generado en Moria les impide ver la verdad. Una verdad que no engaña a Durin III, que algo no encaja, que la urgencia con la que todo se está llevando a cabo es extraña. La figura de Annatar tiene demasiado poder. Y se ha metido demasiado en la cabeza de Celebrimbor. Tanto es eso, que Celebrimbor está dispuesto a engañar al Alto Rey Gil-Galad sin que Sauron se lo haya pedido. Tal es el tamaño de la atadura con la que le tiene sujeto.
Es una de las partes que más me gusta de esta serie y su hilo central. Esta es realmente la historia de los Anillos de Poder y la están tratando de la mejor manera posible. Empezó mal, ya que el orden de la forja de lo Anillos no es el que corresponde. Pero vamos a perdonar a la gente de Amazon. En realidad se forjaron primero los anillos de hombres y enanos (además de otros anillos menores). En la serie comenzamos con los de los Elfos, que fueron forjados para contrarrestar el poder de Sauron, que ya se había rebelado como Señor del Mal y había forjado el Anillo Único.
En la serie vemos al final de este episodio como Celebrimbor está preparado para forjar los 7 Anillos de los Enanos. Para acabar de dotarlos de poder le hace falta el mithril, el cual traen Durin IV. La avaricia no tiene precio, y el poder corrempe. Ya vimos el daño de Durin lo que ocasionó en Erebor, que decir de unos anillos que otorgarán el poder de salvar Moria. Me ha encantado el momento en el que el mithril es lanzado a la forja. Celebrimbor iba a tener el honor. Pero es Sauron en persona el que lo acaba lanzando, cerrando el hilo de la maldición sobre esos anillos, ligándolos a su poder. Una escena para el recuerdo, como todas las que llevamos de Eregion.