Pues bien, esta semana me ha dado tiempo escaparme un momentín de la monotonía y poder ver la Teoría del Todo, película que la verdad tenía muchas, pero muchas ganas de ver. Esta cinta trata de explicar la historia de una de las mayores mentes contemporáneas del momento, la de Stephen Hawking, un genio. Pues bien, este biopic me ha dejado un sabor un poco agridulce.
Como toda buena historia comienza por el principio, el film nos sitúa en el Cambridge de los años 60, donde vemos a un joven Hawking (tremendamente interpretado por Eddie Redmayne) que ya comienza a destacar por su capacidad intelectual. Y entonces, en una fiesta aparece ella, Jane (Felicity Jones) y, por lo menos a mí, me hizo gracia como surgía la química entre los dos. Al poco tiempo, al pobre Hawking le detectan la enfermedad que le va a acompañar toda su vida y a la que le dieron más bien poca esperanza de vida. Es bonito ver ese momento en el que parecía que todo iba a acabar, como superando adversidades y las ganas de luchar, aparecen los resultados (bodas, hijos, logros científicos,…).
Y a partir de aquí tengo la sensación de que la película se rompe. Cuando comienzan a aparecer terceros personajes (como Jonathan o Elaine) ya es una sensación de que la película ha dejado de ser tuya. En la retina de un servidor todavía está la película de Ron Howard (Una Mente Maravillosa) en la que John Nash y su esposa están solos contra el mundo y en el mensaje del final al recibir el Nobel, y te da rabia que no sea lo mismo. Pero es la historia que hay que contar.
A nivel de producción la película está espectacular, solamente hace falta ver cómo han reflejado el Cambridge de los años 60 para que merezca la pena ir a verla. Pero no solamente por eso, se puede ver que todo ha estado muy cuidado. Aunque donde realmente se lleva la palma, y por ello unas cuantas nominaciones a los Oscars, es en el reparto. Mamma mia, que dicen. De Felicity Jones todavía tengo alguna duda, pero del que no tengo la más mísera duda de que va a ser galardonado será Eddie Redmayne, menudo papelón, clavarla es poco. Aunque ya sabéis que yo tengo debilidad por lo secundarios, y en este caso, mención especial a David Thewlis como Dennis Sciama, que hace de mentor de un joven Hawking, en el que ve potencial y luego ve como le supera ampliamente. De la banda sonora no tengo nada que comentar, puede que sí que hubiera algún tema interesante, pero en general es bastante de acompañamiento.
Así para acabar, como ya he comentado antes, uno va al cine esperando volver a ver Una Mente Maravillosa pero con otro protagonista, y por pequeños detalles te quedas al salir del cine que has ido a ver una buena película pero no un peliculón, porque ciertos detalles hacen chirriar la peli. Tiene sus momentos grandes y sus momentos en los que está falta de ritmo, y hay amigo mío, es pecado del director, que de una historia ya conocida no ha conseguido mantener al espectador absorto durante las poco más de dos horas que dura el filme. En mi opinión ha faltado un poco más de momentos mágicos en los que sacar y alabar la sabiduría de Hawking y han sobrado momentos pastelosos. Suena un poco pesimista esto último, no era mi intención, pero es lo que hay, aunque también os animo a ir a verla. Un último detalle, la fui a ver en versión original subtitulada, no hay color.
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The Theory of Everything: por Javier GF http://t.co/G8HQ9I4agO
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Jaja que crítica más rara, la recomiendas pero la atacas… Entiendo quite para tu gusto no merece el Oscar a la mejor película. Tal y como esfera la cartelera de verdad la recomiendas para el cine???
Alberto Véguez Hedo liked this on Facebook.
Amigo Cotu, soy crítico, lo que me gusta lo digo y lo que no también. Intento ser lo más objetivo posible para no influenciar a nuestros apreciados lectores, para lo bueno y para lo malo, en la sal … (se me esta yendo)
A ver, esta es una de aquellas películas que se tienen que ver, ¿para cine? ¿porqué no? A mi me gustó en lineas generales, aunque algunos aspectos me chirriaron.
Saludos
Mi estimado Javi comparar una mente maravillosa con esto es un insulto a la primera. En esta historia cambiamos el nombre de stwephen por otro y el resultado es el mismo. No hay científico ni ciencia solo un pasdtel amorosa DIFICIL de entender. A mi no me parece una película para el recuerdo !mientras que la de Jon nash si