Ha pasado mucho tiempo desde entonces pero tengo que reconocer que me he traslado a ese momento. Me refiero al día que tuve la vi Tideland, de Terry william. Cuativado por la música que Mychael Danna había compuesto vi con mucha ilusión aquella película y la verdad mi sorpresa fue descorazonadora. Esta vez no ha sido la banda sonora lo que me hizo morder el anzuelo sino su estética, el trailer con esa estética tan colorida, tan moderna y con actores de la talla de Christoph Waltz o David Thewlis no podía defraudar… y tachán!! Tideland 2 al canto.

El teorema Zero, nos cuenta la historia de Qohen Leth, es un lunático pero productivo programador de una empresa que intenta manipular a las personas. Qohen está obsesionado con la idea de trabajar desde casa, porque está esperando una importante llamada. Su jefe, le brinda la oportunidad de trabajar desde casa pero para encerrarse en un proyecto altamente secreto, el teorema Zero. En su búsqueda por resolver este teorema, Qohen conocerá a la despampanante Bainsley, o al joven Bob que intentarán ayudarle con sus problemas psicológicos mientras éste intenta resolver el teorema.

No sé si aplaudirme por el resumen, que mejora con mucho el desorden y la indefición del guión escrito por Pat Rushin, se nota que este guionista no había escrito antes para una película,se pierde en los detalles absurdos y no profundiza en dar coherencia a un universo, que de haber tenido alguna finalidad, habría sido redondo. La película cuenta con flashes de ideas buenísimas, sobre filosofía o el sentido de nuestra existencia pero no terminan por conectar con nada, y dejan ese amargo sabor de tomadura de pelo en el momento que empiezan a salir las letras de crédito. Como en Tideland o El doctor parnasus, la película no acaba y las piezas no encajan y todo termina en nada.

Yo hago películas que se puedan ver varias veces, porque la primera vez que las ves puedes pensar que son una mierda, pero luego si la ves otra vez igual ves algo interesante, y así una y otra y otra y otra…
Terry Gilliam, http://www.sensacine.com/noticias/cine/noticia-18514731/

Sí hay que apaludir la estética del film que es impresionante, no me atrevo a decir original porque en realidad se acerca mucho al universo de 12 monos con mucho más colorido, pero tengo que reconocer que si en 12 monos todo daba asco, aquí resulta redondamente atractivo. Ideas como la de hacer que el protagonista viva en una iglesia, el traje de realidad virtual o la sala de los médicos, dan una estética profundamente moderna y decadente al mismo tiempo y esto hace soportable la incoherencia de la historia.

Otra de las grandes sorpresas es el reparto, sorprende ver a tantos actores de renombre en un proyecto como este. Por ejemplo, Christoph Waltz en un papel como este, tengo que reconocer que no brilla lo más mínimo este actor y quizás la única explicación de su presencia en la película podría ser que es co-productor de la misma. Sí me ha gustado mucho Mélanie Thierry, que está despampanante incluso entre los escombros, David Thewlis que no deja claro de qué bando está o Matt Damon, que de nuevo se ríe de sí mismo. Pero la estrella de la película es sin duda Lucas hedges en su papel de Bob, el chico es el único cuerdo en mundo de locos y carga con esa responsabilidad estupendamente.

Al no haber trabajado con un presupuesto este pequeño durante varias décadas, me vi obligado a trabajar rápido e instintivamente, presionado solamente por la falta de tiempo y dinero»
Terry Gilliam, http://www.thezerotheorem-movie.com/directors-statement

Creo que la mejor forma de criticar esto, sería comentando algo que ha dicho su director de la misma película, falta de tiempo y dinero que le hicieron trabajar con prisas, unas prisas que le han costado una unísona mala crítica, un salto al Dvd directamente en muchos países (Entre otros España) y su más rotunda autocrítica «la primera vez que las ves puedes pensar que son una mierda» pues eso…

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