Qué pena me da haber tardado tanto tiempo en hablar de esta película que me ha gustado tanto. Sí, lo reconozco a veces las películas de «amor» también me llaman la atención aunque en este caso podríamos hacer una excepción porque la película aunque se venda como un culebrón romántico es una película un tanto «coaching» es decir, sobre cómo disfrutar la vida.

La película va de exactamente lo que promete el trailer. Un chico normal y corriente con una familia normal y corriente descubre que tiene un interesante poder que han tenido todos los hombres de su familia, pueden viajar en el tiempo. Esto aunque parece muy trascendental no es más que un pequeño truco que te permite corregir esos errores de los que siempre te arrepientes, pero muchas otras veces, ni retrocediendo en el tiempo todas las veces posibles se puede cambiar el curso de las cosas.

La película está llevada con un cariño especial y aunque es un poco larga no se hace pesada porque todas las etapas que se muestran en ella son necesarias. Empezamos con la etapa de la adolescencia en la que lo único que queremos es el amor de nuestra vida hasta la etapa en la que eres padre de familia y en vez de mirar para arriba, te preocupas por la felicidad de tus hijos. Fijaros y me ha salido incoscientemente que hablo como si yo fuese el protagonista de la misma y es que uno de los grandes éxitos de esta película está en que todo es tan normal, que cualquiera de nosotros podríamos ser el protagonista de esta película.

Debo felicitar a Richard Curtis, artífice de esta película. Si bien no le tengo mucho aprecio porque tanto «4 Bodas y un funeral» como «Love actually» me parecen una porquería, hay que reconocer que tiene sus momentos como pueda ser «Nothing Hill» o «El diario de Briget Jones» y me atrevo a decir que este, ha sido uno de esos momentos. «about time» es una de sus mejores películas, para mí personalmente la mejor, porque es un canto a la vida de las personas en su día a día, en las cosas normales.

«Lo raro es que haya tantas películas sobre asesinos en serie; si la vida fuera así, ahora mismo seríamos los únicos supervivientes y probablemente yo estaría a punto de matarte» Richard curtis

Este cineasta británico ha repetido su fórmula de siempre, una canción típica remodelada para la película y un reparto británico que se sale empezando por el pelirrojo Domhnall Gleeson,  que está magnifico, siguiendo con una Rachel McAdams que hace de la mujer que todo hombre querría en su cama y acabando con Bill Nighy el padre tierno que sólo quiere disfrutar de la vida. Todo cuidado al detalle para hacer una película redonda.

¿Pero son el reparto y la canción de turno lo que hacen brillante a esta película? No, eso es sólo la sal de este entramado. ¿Entonces? ¿qué es lo que hace especial a esta película? Pues que a pesar de que nuestro protagonista tiene un poder con el que hemos soñado todos, la película trata exactamente de lo poco que necesitamos ese poder. Es un escaparate de principio a fin  de cómo las cosas realmente importantes, no son esos pequeños detalles que podríamos cambiar si viviéramos dos veces las cosas, sino que lo realmente importante es el amor y el cariño de los que nos rodean, algo que ni con todos los viajes del tiempo del mundo se puede cambiar.

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