Mattie Ross, una adolescente de catorce años, busca justicia por el asesinato de su padre. Para ella la vía legal de la justicia carece de credenciales y opta por una vía alternativa: un borracho alguacil de entrada edad. Tras una certera remuneración el alguacil partirá en busca del asesino del padre de Mattie. Sin embargo, un ligero contratiempo desbaratará su acostumbrada forma de trabajar: Mattie está emperrada en acompañarle para supervisar el trabajo. Pero aquí no acabará todo, pues un ranger de Texas busca al mismo hombre que esta peculiar pareja, y sus caminos inevitablemente acabaran cruzándose.

El film no se aparta de lo que nos tienen acostumbrados los Coen: un guión brillante, unas escenas peliagudas y la actuación espectacular de los actores que participan en él. Esta vez los Coen optan por algo de variedad en las escenas: podemos encontrarnos escenas a lo Tarantino (la actuación en la cabaña de ambos forajidos, con dedos sobre la mesa y una buena dosis de sangre), escenas más clásicas al estilo John Ford y algunas más complicadas como la escena de Mattie con las serpientes. Pero todas estas variantes son mezcladas con creatividad y maestría por estos dos genios.

Los actores, repito, espectaculares. Jeff Bridges encarna su papel de borracho cazarrecompensas a la perfección, consiguiendo más credibilidad, aún si cabe, a lo largo de la trama. Matt Damon (ranger de Texas) nos deja boquiabiertos con su tremenda actuación (logra conseguir que uno no sepa hasta el final si es un genio con su carabina o un verdadero incompetente con ínfulas de pistolero) Ambos personajes entrelazan soberbiamente sus papeles con el de Hailee Steinfeld (Mattie), que aguanta perfectamente toda la película sin decaer un solo momento; hasta consigue que se le coja cariño a esa testaruda chiquilla.

Asimismo, quiero mencionar a Barry Pepper que, aunque sale poco en la película, es un gran actor (desde su actuación como francotirador en Salvar al soldado Ryan he seguido de cerca su carrera) y me quedé impresionado en la escena en la que grita a Jeff Bridges para que suba a la colina, ¿os fijasteis cuantas veces escupe a la cámara? Esa escena es una de las tantas que recrean de forma tan maestra el Oeste en el que nos encontramos.

Salí maravillado del cine al ver esta película. Por fin nos encontramos con lo que llevamos pidiendo durante meses: una película entretenida, bella, emocionante y sobre todo: con GUIÓN (que me perdone la Real Academia si han decidido que ahora guión se escribe sin tilde, o que cocretas está permitido. Me parece una memez aceptar estos términos que nos llevan a ser aún más incultos. ¡Jejeje!)

A lo que vamos, para los amantes del buen cine os la recomiendo. Id al cine, es totalmente un film para ver con un gran bote de palomitas. No os arrepentiréis. Y de nuevo Joel y Ethan Coen mi enhorabuena.

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