No hice post en su día de esta serie, un poco por la vergüenza de haberla visto. Lo peor de todo es que encima vi su segunda temporada y ahora he pecado en ver la tercera. Desde este rinconcito le aviso a Netflix que no cometeré el error de ver la 4ª que tan rápido anunció. Porque no entiendo cómo he llegado tan lejos con lo poco que ofreció su segunda temporada y porque la 3ª a pesar de haber sido mejor que su predecesora, deja claro un rumbo que no me ha convencido nada.
Como no hablé en su día de ella haré un repaso rápido de lo que ha sido el proceso hasta la llegada a la tercera temporada. Por un lado, tenemos a Joe, una persona con un trastorno obsesivo que cada vez que se obsesiona con una mujer tiene que cambiarse de ciudad porque las cosas se le suelen complicar. En la primera temporada pudimos ver su obsesión por Beck. Nueva York parecía el escenario perfecto para esta historia. La librería con su cuarto de reparación de libros, las calles de Manhatan, un piso con unas vistas de perfectas para un maniaco… No es que pueda recomendarla pero como thriller erótico tenía su punto. Pero como es inevitable con las barbaridades que hace Joe, la situación llega a un punto en el que sólo queda una salida y esta es huir a los Ángeles.
Ahí llegaremos a la segunda temporada. El mecanismo es el mismo, Joe tirará de su enfermedad obsesiva para perseguir a Love. A través de su hermano intentará llegar a ella, una chica viuda, complicada pero con una simpatía que se come a la cámara. Tengo que decir que Victoria Pedretti, brilla en esta serie de forma bárbara. La historia termina en matrimonio tras descubrir que Love no es lo que parecía y que no era Love quien debía temer Joe, sino al revés, Love es mucho más peligrosa.
De ahí, llegamos a la tercera temporada. La feliz pareja ha tenido que abandonar Los Ángeles para empezar de Zero en un pueblecito rico de EEUU. Ahí es donde Joe, a pesar de su matrimonio volverá a sus episodios obsesivos a los que no parece poner remedio. Love irá poniendo trabas, pero Joe se irá abriendo paso para dar pie a su lujuria obsesiva. Todo volverá a acabar como la dos veces anteriores, con muertos, salidas sacadas de la manga y sin ninguna esperanza de avanzar.
La primera temporada curiosa, como concepto aunque horrible en lo que significa. En la segunda temporada aún no tengo claro ni porqué la vi. Y la tercera temporada me sorprendió desde el principio, pero su final me recordó porqué esto no vale la pena. El final de la tercera temporada es un reinicio, un intento de volver a la 1ª temporada y por eso me bajo.
Llevamos 3 temporadas de sordidez, maldad y el mensaje que de se puede ser malo sin consecuencias. No ha evolución del personaje de Joe. Nada de lo que vive, lo que le pasa o quien le acompaña le hace mejorar. Sigue siendo un enfermo que no tiene intención de mejorar y que se piensa que está por encima de la ley. Y como digo al principio pudo tener su gracia, pero si tras tres temporadas, la historia no es capaz de evolucionar, no es capaz de ofrecer nada más, lo único que deja claro es que tenemos a un maniaco que parece que es más listo que nadie. Pareció que Love pondría remedio a eso, pero no ha sido así. Temo que es un chicle que se está estirando más de la cuenta y no tienen ningún objetivo.
Si ya me dio vergüenza reconocer que lo vi cuando fue original, cuánto más ahora que además de sórdido no es siquiera original. Lo siento, la incapacidad de ofrecer nada bueno ni nuevo no puede tener recompensa, me bajo como espectador y os recomiendo, si habéis llegado tan lejos que hagáis lo mismo.
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