Los inputs que tenía de ‘Yuri on Ice’ desde siempre había sido positivos. Conocía la banda sonora gracias al tema de ‘History Maker’ y la canción de ‘Yuri on Ice’ que es de una belleza aplastante. Después investigar un poco me di cuenta que fue el gran triunfador de la primera gala de los Anime Awards por allá en 2017. 7 nominaciones y 7 premios: Anime del año, Mejor Protagonisa, Mejor Opening, Mejor Ending, Mejor animación, Mejor pareja y Escena más entrañable. Además explora el mundo del patinaje artístico, que ya de por sí es bonito de ver, con lo que tenía todos los ingredientes para darle una oportunidad.
Otro de los puntos añadidos es que parte de la trama se desarrolla en Barcelona, con lo que es bastante simpático de ver. Podremos visitar en versión animada la Casa Batlló, la Sagrada Familia, el Parc Güell, Paseo de Gracia y hacer un poco de ruta gastronómica, comiendo paella (valenciana, por supuesto), tortillas de patata y los pinchos. El corte de mitad capítulo de toda la serie tiene un sentido culinario y la calidad de la animación hace que en más de un caso se quiera hincarle el diente. Pero nos estamos desviando de lo que realmente importa.
‘Yuri on Ice’ es la historia de Yuri Katsuki, un japonés de 23 años que es patinador profesional de hielo. Yuri responde al típico personaje que nos podemos encontrar en el spokon, con un talento desbordante, con personas de confianza a su lado, con una dulce timidez pero que le falta ese elemento diferencial para poder desarrollar todo su potencial. Ese elemento se llama Victor Nikiforov, un patinador ruso que es leyenda viva del patinaje. Ganador del Gran Prix 5 veces, entre otros muchos premios, se va a sentir atraido (nunca mejor dicho) por el estilo de patinaje de Yuri, que al volver de su enésimo fracaso le cazan en un video imitando a Victor y lo sube a internet. Haciéndose viral, llega a las manos de Victor, que va a sentir la llamada de hacerse su entrenador, con la intención de sacar todo el potencial que Yuri lleva dentro.
A partir de aquí, viviremos un torrente de situaciones que os harán explorar el corazón de Yuri. Pasaremos de ver a un joven desanimado por la vida, dejándose llevar por ella a ver a protagonista totalmente entregado a la causa de su vida. Y aquí hay que tratar un tema importante, no es un anime dirigido a público joven, ya que una parte de esta puesta en escena es la relación de ¿amor? que se crea alrededor de Yuri y Victor. A medida que van pasando las capítulos la serie transita en la ambigüedad de que tipo de personajes tenemos enfrente, ya que la tensión sexual aumenta, imagino que para gran agrado del público femenino. Si es que al principio puede resultar divertidas algunas situaciones, a medida que avanza, el ‘beso’ en Rusia pero sobre todo las situación de los anillos en Barcelona, esa tensión sexual no resuelta entre Yuri y Victor está muy marcado por un cariz homosexual. En ese no saber si estamos ante un trato de amistad o romance tenemos otros ejemplos, como la pareja de hermanos italiana o el mismo Giacommetti, con sus representación de un cariz muy explícito. Aun con esa faceta en la que el anime se posiciona claramente es un punto que respeto pero no comparto, me lo tomo como una situación probable que pueda darse dentro del mundo del patinaje artístico, no quiero sacarle más conclusiones.
Pero aunque ‘Yuri on Ice’ ganara el premio a la Mejor Pareja, este anime cuenta con personajes increíbles. Puede que el que destaque más es el de Yuri (Yurio) Plisetsky, el ‘antagonista’ de la historia y principal competidor de Katsuki y Nikiforov. Personaje que compite en todas las parcelas con el otro Yuri, también veremos como evoluciona, en este caso muy favorablemente. No por el entrenamiento al que le somete el antiguo entrenador de Victor, Jakov, sino por la relación con su abuelo y dejar atrás esas rencillas personales contra Yuri y Victor para poder sacar la versión de si mismo. Pero hay otros personajes muy interesantes, como Phichit Chulanont, antiguo compañero de Yuri en USA, Christophe Giacometti, patinador suizo con demasiado ‘ímpetu’, Celestino, antiguo entrenador de Yuri y largo etcétera.
Son solamente 12 episodios en los que aburrirse en imposible. Gracias a MAPPA vamos a tener una animación bestial, con una paleta de colores increíbles (el opening ya avisaba de ello) que nos van permitir maravillarnos cuando cada artista sale a la pista. Pero no solamente es el movimiento, es el colorido de los trajes, que no son precisamente austeros en cuanto a riqueza visual. Además, ese detalle de las cuchillas cortando y barriendo el hielo, con cada aterrizaje después de un salto, ver los restos del hielo levantarse le da más realismo a la animación, sin duda uno de los grandes puntos de la serie.
Aun sin ser un apasionado del patinaje si que es cierto que en ocasiones se ve con agrado por la televisión. Obviamente es fácil perderse en la terminología técnica, con la que uno está acostumbrado (no pasa con otros spokon, como Oliver y Benji o Slam Dunk). Dentro de lo acostumbrados que estamos a que el anime en sí haga una radiografía del deporte que anime, creo que aquí se han quedado a mitad camino, indicando solamente un aspecto más general de como están organizadas y puntuadas las competiciones, más que ir al detalle del deporte. Pero eso no le hace perder su magia, ya que viene acompañado de gran belleza visual y acústica, y creo que ‘Yuri on Ice’ plasma en la animación esas mecánicas, esos giros impronunciables y la capacidad de meternos en la cabeza del patinador durante el momento de la representación, y eso es impagable.
El opening es de verlo varias veces seguidas. La canción de «History Maker» de Dean Fujioka es un temazo, se mire por donde se mire. Además de contener una letra preciosa: ‘born to make history’ o ‘When you believe in yourself, you are unstoppable’ son lemas que deberíamos hacer nuestros siempre. Da igual si es en el deporte o en la vida real. Es innegable que ‘Yuri on Ice’ tiene esa capacidad de llegar al corazón a través de muchísimas situaciones. Anime que puede verse con diferentes perspectivas, pero que a ojos de un spokon de patinaje, es altamente recomendable. Me ha faltado una representación a dúo de los dos Yuris con Victor como entrenador, pero me doy con un canto en los dientes con lo que nos enseñan en el opening.
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